Históricamente, al combinado nacional de Escocia le ha acompañado la fama de comportarse como un conjunto rudimentario, de patadón y tenteieso. Sin embargo, actualmente tiene argumentos individuales sobre los que sustentar su clasificación a la Eurocopa de 2024, sin dejar de ser una selección a la que no se le caen los anillos por ser muy pragmática y minimizar riesgos frente a rivales de entidad.
🎭 Una selección bilateral
Lo que más llama la atención es que, en Escocia, los dos jugadores con mayor cartel sean sus laterales izquierdos. Especialmente, Andrew Robertson (Liverpool), el lateral izquierdo más completo y regular del mundo a lo largo del último lustro: talento defensivo, entrega, velocidad, buen centro lateral… Es complicado encontrarle algún pero al indiscutible ojito izquierdo de Klopp.
✅ Scotland debut
✅ Clean sheetA solid start for @AngusGunn01 👏#SCOCYP pic.twitter.com/sa4y8fLfAc
— Scotland National Team (@ScotlandNT) March 25, 2023
Esto provoca que muchas veces, en la selección, Kieran Tierney (Arsenal) sea central exterior en línea de tres, demarcación que potencia menos sus virtudes que cuando tiene toda la banda para proyectarse. En la derecha también hay competencia entre Aaron Hickey (Brentford) y Nathan Patterson (Everton), de 20 y 21 años, respectivamente. Perfil moderno el segundo de ellos, considerado como una de las grandes promesas del país por lo poco que le quema el balón.
🫅 El jerarca Hanley
El central y capitán del Norwich ha demostrado en numerosas ocasiones su capacidad para liderar la resistencia escocesa. Grant Hanley es un zaguero de físico imponente, con determinación es sus acciones defensivas, que prefiere pedir perdón antes que ser permisivo. Muy instintivo a la hora de anticipar y meter el pie, aunque a veces se precipite al salir de zona. Claramente mejor si juega arropado que a campo abierto.
🏌️ Poco se habla de sus McCampistas
Llevan mucho tiempo asentados en la selección, hasta el punto de que Scott McTominay (Manchester United) no solo no es un fijo, si no que actúa a veces como tercer central. Callum McGregor (Celtic) es el ecualizador, quien dirige las operaciones desde la base. Un mediocentro riguroso, inteligente y aseado con el balón, que mezcla bien sus envíos para organizar al equipo.
Sin embargo, John McGinn (Aston Villa) tiene más energía defensiva, más recorrido, se mueve bien en las segundas jugadas y es habitual ver como se descuelga al ataque. Un conductor para romper líneas de presión y llegador, que también amenaza a través de su golpeo de media distancia.
🎩 Un jugón a cuentagotas
Ryan Christie (Bournemouth) representa ese perfil de fantasía, técnica y desparpajo en la zona de tres cuartos de campo. Escurridizo en conducción, con cintura para fintar y revolverse en espacios reducidos.
La falta de consistencia y el estilo de ataques directos predominantes en Escocia son los motivos que explican que Christie no sea indiscutible y cabeza de proyecto. En sus días lúcidos, es el más capacitado para desequilibrar un partido desde lo individual.
👷 La autosuficiencia de Escocia arriba
Che Adams (Southampton) es un dolor de muelas para los centrales rivales. No para quieto, no rehúye un contacto, se impone en bastantes duelos aéreos y, sobre todo, luce si es él el encargado de pelear la segunda jugada mientras un punta nominal ejerce como hombre boya.
Escocia pierde un efectivo importante por lesión ante España, por lo que, probablemente, Lyndon Dykes (Queens Park Rangers) sea el único encargado de tratar de descargar el juego directo con sus 188 centímetros de estatura. Con el jugador de ascendencia australiana, gana un cabeceador de entidad dentro del área.
