⚽ Fútbol internacional

El Violette de Haití completa la gesta del año en Concachampions

La madrugada del 15 de marzo de 2023 nos regaló una historia rocambolesca y difícil de creer en Europa, con final feliz para el fútbol haitiano. La protagonizó el Violette Athletic Club, sublevado sobre el campo contra el abuso de poder de Estados Unidos en la Liga de Campeones de CONCACAF, equivalente a la Champions de Centro-Norteamérica. Un equipo con tradición, que fue campeón de esta competición hace 39 años, pero lejos de poder competir actualmente por el título dado el dominio de la MLS y, especialmente, de los equipos mexicanos.

Contra todo pronóstico, el actual campeón de Haití se impuso en el partido de ida por 3-0 al Austin FC, resultado que representa el capítulo más negro en los libros de un club con apenas cuatro años de historia. Y, para evitar una hazaña sin precedentes para el balompié de la isla caribeña, a los norteamericanos se les ocurrió vetar la entrada a los jugadores rivales. Alegaron que podrían aprovechar el viaje para pedir asilo y provocar un conflicto político. Ni con eso fue suficiente.

🛫 La gincana del Violette para llegar a EE.UU.

El Violette tuvo que trabajar a contrarreloj para resistir al partido de vuelta, disputado en un estadio de reciente construcción que costó 260 millones de euros. Realidades muy distintas entre sí. Los haitianos viajaron sin 12 jugadores, a los que les negaron el visado para entrar en suelo estadounidense.

Todo hacía indicar que no podrían presentarse al choque y serían eliminados por alineación indebida, pero, finalmente, encontraron la manera de sortear las trabas e inscribieron a cuatro jugadores universitarios o no profesionales a última hora para luchar sobre el césped.

🏟️ El partido de sus vidas

El primer milagro lo completaron, ahora faltaba obrar el segundo y más complicado. Siete futbolistas titulares jugaron el encuentro de ida, realmente había argumentos a los que agarrarse para competir. Se les iba a hacer largo el partido, eso sí, con solo tres jugadores en el banquillo. Y a rezar para que su portero, que ya estaba bastante nervioso de por sí por tratarse de uno de los recién fichados, no sufriese ningún percance.

El duelo comenzó bien para el Violette, que mantuvo el 0-0 hasta el descanso. Fue a la vuelta de vestuarios cuando llegó el aluvión de ocasiones y un doblete de Sebastian Driussi, exjugador de River Plate y Zenit de San Petesburgo, hizo peligrar su clasificación a cuartos de final. Más aún, a sabiendas de que el guardameta parecía un flan.

Pero Paul Robert Decius, el improvisado portero, y los suyos, sacaron fuerzas de flaqueza para sobrevivir a 35 disparos del rival, diez a portería y dos goles anulados.

Así fue como se gestó la historia del año al otro lado del charco, con un ejemplo de superación que sirve para recordarnos que los partidos hay que jugarlos.

Ir al contenido