En mitad del caos social que acontece en Ucrania, la carrera de Oleksandr Zinchenko vive un momento dulce. Dejó el Manchester City, que le había formado desde los 20 años, para unirse a un Arsenal que pagó 35 millones de euros y que le ha dado el protagonismo que demandaba. Un precio barato, pensarán en Londres. Porque si el lateral izquierdo o centrocampista Gunner deja de lado el tema de las lesiones, que son su mayor enemigo, tiene las cualidades técnicas y tácticas para hacer suyo el equipo de Arteta.
🎓 Un «laterior» made in Pep
Hoy en día, muchos laterales son de todo menos laterales. Y Zinchenko es uno de ellos. Porque la RAE los define como «futbolistas que actúan junto a las bandas del terreno de juego con funciones generalmente defensivas». Y Oleksandr es prácticamente lo contrario. La posición ha cambiado mucho recientemente y cada vez es más frecuente verlos atacar por dentro y delegar responsabilidades defensivas o posicionales a sus compañeros.
Con Guardiola maduró, jugó 128 partidos repartidos en seis temporadas y llegó a ser titular en la final de la Champions League de 2021.
Uno de los principales motivos reside en que, en la era de la presión orientada, donde los rivales estudian más y mejor la forma de ahogar las salidas de balón por dentro, los entrenadores demandan laterales que ofrezcan soluciones tras recibir al pie y sin compañeros libres de marca en los que apoyase con facilidad. Eso sí es Zinchenko. Un centrocampista de formación, cada vez más definido en una variante de lateral moderno. Guardiola le dio un rol de comodín para el lateral zurdo o cualquier demarcación de la medular. Así lució, pero no sacó su mejor versión de forma continuada.
🪄 En Mikel, he trust
Sin embargo, Arteta le ha dado los galones que pedía a gritos, aunque no le haya entregado por completo las llaves del equipo. En una función bisagra entre lateral y centrocampista, que ya desempeñó en Manchester, pero sin sentirse tan importante como ahora. «Laterior» porque cierra como lateral, en línea de cuatro, pero ataca como interior, a una altura superior a la de dos o tres centrales, en función de si el lateral diestro se queda mas rezagado para completar la asimetría táctica.
En el Arsenal disputó once partidos antes de año nuevo, todos partiendo como lateral izquierdo con matices.
Sea como fuere, esto saca lo mejor de Zinchenko a la hora de atacar. Es más imprevisible, sobre todo porque no sabes dónde va a aparecer y cuál es la manera idónea de defenderlo. Por una parte, emparejarlo es muy sacrificado. Pero, por otra, no vigilarle de cerca, implica asumir que recibirá libre de marca, con tiempo y espacio para pensar y ejecutar conducciones, centros o jugadas asociativas que le nacen con total naturalidad. Defensivamente es donde, si de por sí Oleksandr no es un prodigio, ahora no solo se le ven las carencias en los duelos posicionales, sino también en desproteger su zona cuando se va de excursión por dentro, lo cual es una consigna de Arteta.
🧑🏼❤️🧑🏻 Híper complementario con Granit Xhaka
Cuando Zinchenko desembarcó en Londres, la duda estaba en si sería discurso como lateral o como centrocampista. Y, al final, ha sido un híbrido, pero más cercano a lo segundo. El motivo seguramente resida en las necesidades y posibilidades de la plantilla, dado que Tierney no es un lateral de corte tan asociativo, de los que le gustan a Arteta, y porque Granit Xhaka está, si no en el mejor momento de su carrera, a milímetros de ello.
Oleksandr llegó como un potencial sustituto del suizo y, sin embargo, se ha convertido en su mejor aliado. Donde más sufría Xhaka era con responsabilidad en la base de la jugada, obligado a salir en corto aunque estuviese presionado. Ahora, en ese tipo de escenarios, Zinchenko asume ese papel, mientras Xhaka lo compensa estirando a los suyos por delante, para recibir los pases filtrados de su nuevo mejor amigo, o se abre para arrastrar defensores que le descongestionen la zona al ucraniano. Y, de paso, se ha destapado también como un llegador excepcional al área rival.
📈 Su techo es aún superior
Probablemente, la mejor versión de Zinchenko llegue como centrocampista, que es donde actúa prácticamente siempre con la selección de Ucrania. Ahí es su faro ofensivo, bien retroalimentado por Ruslan Malinovskyi desde el interior diestro del 1-4-3-3 preponderante, y con libertad para comandar los ataques y teñir su mapa de calor particular de naranja. Así es como, realmente, siente suyo el equipo. Pero, hasta que Arteta se plantee convertirlo en el motor del Arsenal, si es que no lo medita ya a medio plazo, es más que un comodín. Zinchenko ya sonríe. Veremos si puede sonreír más todavía.
