Primera división

Pablo Barrios resuelve las asignaturas pendientes de Simeone

Desde los tiempos de Saúl Níguez, Koke Resurrección y David de Gea, hace una década, el Atlético de Madrid no sacaba un canterano que ilusionase tanto como Pablo Barrios. Esa es una de las dos mayores cuentas pendientes que tenía el ‘Cholo’ con la afición. Ilusionarles con los de dentro, porque ya lo decía el anuncio: «como en casa, en ningún lado». El canterano del Atlético de Madrid no solo es considerado uno di noi, sino que es un talento diferencial y, para más inri, es una necesidad táctica de Simeone. Pablo Barrios ha llegado para quedarse por muchos motivos. No es una moda pasajera.

😴 Verticalidad y osadía en un ataque soporífero

El fútbol de Pablo Barrios es naturalmente vertical. Antes, durante y después de recibir. Piensa hacia delante. Tiene el pase progresivo en la sangre, la conducción no le asusta y la llegada parece divertirle. No es, por ahora, un centrocampista goleador, pero puede serlo. Donde sí está bastante claro que es y será diferencial es en el fondo y la forma para acelerar ataques. No es hipercreativo, pero sí clarividente. Cualidades que el Atlético de Madrid ha perdido en su centro del campo, más allá de la figura de De Paul, que es el más parecido y que, precisamente, no pasa por su mejor momento de forma.

Kondogbia, dejando de lado los estigmas preestablecidos, debería ser otro perfil para iniciar las transiciones que tanto gustan a Simeone, con verticalidad, aunque desde una altura inferior. Matiz importante, eso sí. En los tiempos donde cada vez se presiona más y mejor, Geoffrey y Rodrigo ofrecen menos soluciones cuando reciben de espaldas de las que, en sus primeros partidos, ha insinuado Pablo Barrios.

Ahora toca comprobar cómo asume los riesgos, pero no es poca cosa saber que, desde el día uno, está dispuesto a pagar ese peaje. Porque el que no arriesga, no gana. Y el Atlético de Madrid, de un tiempo a esta parte, gana menos de lo que debería. Curiosamente —o no—, desde que minimizó riesgos y cambió el plan que le llevó al éxito en 2020, por uno más conservador, en donde pasen menos cosas. Pablo Barrios quiere que pasen cosas. Cosas diferentes.

🚀 Huele a cabeza de proyecto a medio plazo

¿Está Pablo Barrios para ser titular ya en el Atlético de Madrid? El tiempo lo dirá. Desde luego, parece demasiado atrevido negarlo, visto lo visto en la 2022/2023. Y de cara al futuro, varios planetas se tienen que alinear para que no lo sea. Un perfil que puede agradecer Griezmann, para no tener que multiplicarse y poder marcar diferencias después de que el ’34’ le active entre líneas.

A quienes más protagonismo debería restarle la irrupción de Pablo Barrios es a los interiores. Especialmente, al propio Saúl, que dejó hace tiempo de ser parte del discurso de Simeone. Y, tal vez, también a De Paul, dado que tiene tras el Mundial un cartel como para que en el Metropolitano se hayan planteado su venta. O a un Lemar que termina contrato en junio y no parece prioritaria su renovación, por mucho que su clase y fantasía le haga mucho bien a los rojiblancos cuando aparece. Pero, eso, cuando aparece. Con Llorente puede ser una relación de amor-odio, porque Barrios puede ser un buen lanzador, pero todos no caben. Perfiles diferentes, pero lugar común.

Koke mantendrá su relevancia en las labores de organizador, aunque el capitán rojiblanco tiene ya 30 años y no contagia a sus compañeros como antes. Más bien, estos le tienen que contagiar a él. Su ritmo es más plomizo y su juego más previsible. Ojo, un centrocampista inteligente y solidario en el esfuerzo, solo que lejos de su prime y de cambiarle la cara al equipo cuando carece de ideas. Si a Koke hay que arroparle, y a Pablo Barrios da la sensación de que no, los galones deberían caer por su propio peso. Hasta entonces, tiene buenos maestros de los que aprender. Sin prisa, pero sin mucha pausa. Un poco como lo que pasa cuando recibe la redonda.

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