Se habla mucho de los one season wonder, que vienen a ser esa especie de futbolistas que rinden a un nivel por encima de sus posibilidades durante una temporada, y poco de los one manager wonder, concepto que me acabo de inventar para hablar del matrimonio que contrajeron Jaime Mata y José Bordalás. Juntos, imparables. Sin embargo, con el estratega de su vida lejos de Getafe, el veterano delantero madrileño pasó a un segundo plano del que parecía que no volvería a salir. Hasta que regresó Pepe. Y, con él, Jaime Mata.
💑 Bordalás le dio la oportunidad de su vida
Si por algo se caracterizó el primer Getafe del técnico alicantino, fue por lo poco que dejaba jugar a sus oponentes. La mayoría terminaban desquiciados. Realmente, no necesitaba mucho más para llevarse los partidos a su terreno, sabedor de que, con Jaime Mata y Jorge Molina como doble punta, más un revulsivo endemoniado como Ángel Rodríguez, le bastaba para generar tres y marcar una o dos. Eran jugadores capitales en el sistema, potenciados y potenciadores del estilo Bordalás.
Saltaba a la vista que Jorge Molina, por su trayectoria y vistas las limitaciones de aquel Getafe, le podía cambiar la cara al equipo. Había que darle galones. Jaime Mata, sin embargo, era el tapado. El que nunca había jugado en primera división hasta que Bordalás confió en él. Se estrenó con 30 años en la categoría y tales fueron sus méritos, con 14 goles y una media de un tanto cada 174 minutos en su primer año, que hasta se coló en una lista de la España de Luis Enrique. Muchos no daban crédito. Había triunfado el delantero del pueblo, de maduración lenta, pero bastante autosuficiente y altamente eficaz.
🗺️ Sin Pepe, Jaime Mata desapareció del mapa
No obstante, la carrera de Jaime Mata no despegó entonces. Más bien, fue un mero repunte. En el verano de 2021, cuando José Bordalás firmó por el Valencia, volvería al ostracismo con Míchel González y Quique Sánchez Flores. Ese curso, el pasado, apenas fue titular en cuatro encuentros y marcó una sola diana. En el actual, hasta que regresó Pepe, ni goles, ni titularidades. En parte, por la explosión meteórica de Enes Ünal. Sea como fuere, chocaba ver a un jugador capital del ‘EuroGeta’ ser tan residual en el mismo lugar. Pero aún no había dicho su última palabra.
Antes de fichar por el Getafe, Jaime Mata solo había jugado cuatro temporadas en segunda división, de la mano del Valladolid. Hasta los 26 años no debutó en el fútbol profesional.
♠️ El as bajo la manga en la resurrección del Getafe
Cuando supimos que el padre profesional y espiritual de media plantilla se volvería a sentar en el banquillo del Coliseum Alfonso Pérez, dimos por hecho que trataría de recuperar la esencia que les condujo a Europa en la 2019/2020. No nos equivocamos en el fondo, pero sí en la forma. Maksimović y Arambarri, mientras las lesiones respetaron al uruguayo, fueron indiscutibles en la medular. Damián Suárez, Jaime Mata y Djené Dakonam, también se convirtieron en parte del ‘plan A’ de Bordalás, en un abrir y cerrar de ojos.
🫡 Siempre 𝐚𝐭𝐞𝐧𝐭𝐨, siempre 𝐝𝐢𝐬𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐨. @mata_jaime9 💙 @GetafeCF #LaLigaSantander #GetafeOsasuna #LaLigaHighlights pic.twitter.com/4Je2HlA89d
— LALIGA (@LaLiga) May 30, 2023
Lo llamativo es que el togolés ha actuado como central, lateral y, mayoritariamente, de mediocentro. Demarcaciones que ya ocupó con Pepe en el Alcorcón de hace casi una década. Lo que no vimos venir fue que Jaime Mata fuese a dar un paso de gigante partiendo desde el flanco izquierdo en este momento de su carrera. Desde que Bordalás regresó a casa, el atacante al que teníamos por un ‘9’ puro, ha sido titular como extremo del 1-4-4-2 prototípico en cuatro partidos.
A un nivel por encima del esperado. Y, como no podía ser de otra forma, autor del gol (2-1) frente al Betis, con el que el conjunto del sur de Madrid firmó con sangre el 75% de su permanencia en primera. Para más inri, lo hizo tras la lesión del ligamento cruzado anterior de Enes Ünal, el máximo goleador y jugador insustituible en este Getafe. No había otro. Tenía que ser Jaime Mata.