Isco Alarcón no va a cumplir las dos temporadas de contrato que firmó el pasado verano con el Sevilla. El malagueño ha estampado su firma para cerrar un acuerdo de salida con el club hispalense. Se va por donde entró y sin comerse los turrones. Tan solo ha durado cuatro meses y medio. Como el típico amor de verano. Pero sin la parte intensa. Esta relación solo se ha quedado con lo fugaz.
De aquí en adelante se abre un futuro incierto para un futbolista que tenía que marcar una época en el fútbol español y que con solo 30 años parece en declive. Lejos queda ese Isco que maravilló en el Málaga europeo de Pellegrini, que ganó en Golden Boy en 2012, que encontró un sitio en el rombo de Zidane de las tres Champions consecutivas y que con la España de Lopetegui tuvo su momento antes del Mundial de 2018. Nostalgia de un jugador que ahora da la impresión de que no disfruta sobre el terreno de juego. Que la desidia ha podido con su calidad. En las próximas semanas se conocerá su futuro.
😅 Ojito derecho de Lopetegui, olvidado después
Tras su etapa en el Real Madrid, con más luces que sombras, sobre todo en el tramo final, Julen Lopetegui llamó a su teléfono. Quedaba libre y para el técnico guipuzcoano ha sido siempre un jugador importante. Coincidió con Isco en las inferiores de España, ganando un Europeo Sub-21 en 2013 juntos, en la Absoluta y también en el Real Madrid en 2018. Siempre ha sido de su agrado. Con él, Isco ha jugado 33 partidos contribuyendo con 11 goles y cuatro asistencias. Su mejor cara fue con España: nueve goles y dos asistencias.
El Benalmádena llegó a Sevilla a principios de agosto, aunque su falta de minutos en las últimas temporadas en el Real Madrid y la casi ausencia de pretemporada le pasaron factura. Además, el inicio irregular del Sevilla, sin victoria hasta la quinta jornada, le obligaron a dar un paso al frente. Debutó en la segunda fecha ante el Valladolid y lo jugó todo hasta la destitución de Lopetegui tras la derrota en Champions contra el Borussia Dortmund. Su sustituto estaba decidido. Un viejo conocido en Sevilla: Jorge Sampaoli.
Después de la salida de su técnico de confianza, Isco ha seguido jugando, pero solo ha completado dos partidos. A partir de aquí, el parón por el Mundial. Ahí comenzaron los problemas que han llevado a esta drástica situación. Sampaoli ha perdido la confianza en el malagueño, que también ha tenido sus más y sus menos con Monchi, director deportivo de la entidad hispalense. Todo ese cóctel ha acabado estallando con la salida de Isco del Sevilla cuatro meses y medio después de llegar.
🤙 ¿Qué opciones tiene Isco en el mercado?
Ahora le toca buscar un nuevo reto. No será fácil. Sus dos últimos años en el Madrid (47 partidos) y estos meses en Sevilla han sido complicados. Muchos altibajos y pocos minutos en el campo. Su estilo de juego es de querer y ser protagonista con la pelota. Le gusta conducir, asociarse, romper líneas y dar ese último pase en una jugada decisiva. A eso le añade buena llegada, aunque cada vez se prodigue menos en el área rival, y buen golpeo de balón. Su último gol con el Sevilla, un disparo colocado ante el Copenhague, fue una demostración de su calidad. Pero en el fútbol actual no solo de calidad vive el futbolista. También hay que tener físico. Y aquí Isco, actualmente, va un poco justo.
Por ese motivo, LaLiga es una de las competiciones que más encajan con las habilidades del jugador. Sin embargo, su alta ficha le convierte en objeto prohibido para muchos clubes de nuestro país. El Villarreal sería una buena plaza para el malagueño. También podría acompañar de nuevo a Julen Lopetegui en su aventura en el Wolverhampton. Pero esta opción parece complicada, viendo, además, que la Premier es una competición muy física. Y dentro de sus opciones, también puede hacer las maletas y probar una aventura en una liga exótica a la vez que beneficiosa para sus bolsillos. Eso sería también poner casi el cierre a su etapa en la élite con tan solo 30 años.
⭐ Sus momentos estelares
Isco Alarcón ha sido un talento único. Uno de los mejores de la generación de principios de los años 90. Estaba llamado a ser el testigo de los grandes centrocampistas que lo ganaron todo con España entre el 2008 y el 2012. Por eso, el Madrid decidió invertir unos 30 millones de euros en su fichaje en 2013. Anteriormente, dejó grandes actuaciones con el Málaga, llegando a unos cuartos de final en 2013 ante el Borussia Dortmund. Un Málaga histórico con Pellegrini en el banquillo.
Tras eso, en el Madrid rindió en la primera etapa de Ancelotti y cuando Zidane le encontró su hueco en el centro del campo por detrás de Cristiano y Benzema o junto a Kroos, Modrić y Casemiro. Jugó y ganó las Champions del 2014, 2016, 2017 y 2018. En la pasada edición, no disputó ni un solo minuto. En su palmarés cuenta con 5 Champions League, 4 Mundiales de Clubes, 3 Supercopas de Europa, 3 Ligas, 3 Supercopas de España y 1 Copa del Rey. Sala de trofeos envidiable.
Con España, el mejor recuerdo lo tiene en 2017 en un partido contra Italia en el Bernabéu, clasificatorio para el Mundial de 2018. Marcó dos goles. El primero con un magistral lanzamiento de falta que superó a Buffon. También marcó un hat-trick en un amistoso de España ante Argentina en 2018 que ganó 6-1 en el Metropolitano. Eran otros tiempos. Eran días en los que Isco tenía la sonrisa del jugón.