Jude Bellingham debería ganar el Balón de Oro. Así, sin interrogación. Debería ser una frase afirmativa que no deje hueco a la discusión. Su temporada de debut en el Real Madrid ha sido de las irrupciones más grandes jamás vistas en el mundo del fútbol, y ya se ha establecido como uno de los futbolistas con más tirón marketiniano. Lo tiene todo para llevarse el galardón. Quién dude, allá él. Nosotros, como somos tan magnánimos como el fútbol de Jude, vamos a explicar igualmente por qué debería ser el claro vencedor del galardón.
Bellingham entra en la historia al batir a Ronaldo y Di Stéfano
☄️ La supernova de Bellingham en la Castellana
Bellingham ha sumado puntos por todos los lados para llevarse el premio. Si recurrimos a lo meramente individual, ha demostrado ser el futbolista moderno que encarna los valores de este deporte en la actualidad. Actuó como un hombre orquesta capaz de hacer todo porque es bueno en todo. Su primer año en el Real Madrid fue la consumación de que él es el pináculo de la evolución del fútbol. Jugando como centrocampista, generó la friolera de 36 goles en 42 partidos. Tiene argumentos de peso para ganar por sus números y por las sensaciones que provoca su forma de jugar.
Además, se le añade la dificultad de hacerlo con 20 años en su primera temporada con el Real Madrid. Semejante arranque le colocó entre dos GOATs como Cristiano Ronaldo y Alfredo Di Stéfano en el Olimpo blanco. Ahí es nada. A lo largo de todo el año, Bellingham probó ser capaz de cambiar su rol para ayudar a su equipo sin perder un ápice de su impacto. Si conjugar unos números al alcance de los mejores de siempre con tal incidencia en el juego del equipo no merece un Balón de Oro, nos cuesta saber qué hay que hacer para llevarse el galardón.
Jude Bellingham fue el gran nombre propio de la temporada del Real Madrid.
🏆 Ganador de (casi) todo
Lo que ha conseguido a nivel individual ha tenido un impacto tremendo en lo colectivo. Así que no, la candidatura de Bellingham no se cae por los títulos, sino que se ve reforzada. Ha ganado la Supercopa de España, la liga y la Champions League con el Real Madrid. Además, con Inglaterra se quedó a las puertas de ganar la Eurocopa. Pese al pobre juego de los Three Lions y el cansancio acumulado, dejó varios momentos memorables. Aquella chilena en el último minuto ante Eslovaquia ya es icónica.
Desde la Castellana, su fútbol ha servido como pegamento para un Real Madrid que, aparentemente, no estaba llamado a tales cotas de dominio. Su capacidad para hacer de todo impulsó enormemente al Real Madrid en una de las temporadas más memorables de su larga historia. Y es que, de cara al futuro, se recordará a Bellingham como el gran nombre propio de aquel año. Fue la cara del conjunto que arrasó, nada menos. Por mucho que Vinícius apareciese en los días grandes, el inglés fue el que estuvo trabajando todos los días en la oficina. Si el Balón de Oro va de premiar al mejor, Jude debería serlo por ser la cara del equipo que mejor ha rendido.
European Supercup Champions!🤍🏆#HalaMadrid pic.twitter.com/w3ZrQwY2ck
— Jude Bellingham (@BellinghamJude) August 14, 2024
📅 La primera mitad fue buena, pero la segunda…
El gran problema de la candidatura de Jude Bellingham es que hay una diferencia enorme entre lo que se vio en la primera parte de la temporada y la segunda. Si en el arranque de temporada no había dudas sobre su favoritismo al Balón de Oro, todo se cayó en los últimos meses. Y no es que jugase mal, sino que dejó de ser tan sumamente brillante. El cansancio físico lo acusó a sobremanera, perdiendo el excepcional impacto estadístico del inicio. Ciertamente, asumió otros roles distintos al de finalizador y ayudó al equipo de otra manera, pero es que es indudable que fue mejor Vinícius en ese tramo. Además, si se le suma el gris desempeño de Inglaterra en la Eurocopa (suena raro decirlo de una finalista, cosas de Southgate), esa narrativa en torno a la pérdida de su brillo ganó fuerza.
En busca del mejor Bellingham: ¿ayuda más al Real Madrid cuando no marca?
No obstante, esta campaña ha recuperado la brillantez del pasado. Sin la necesidad de marcar tantos goles, se ha convertido en uno de los pocos jugadores fiables que tiene el Real Madrid para sacar el balón. Ha vuelto a ser ese futbolista que deslumbró en el Borussia Dortmund como centrocampista, así como el que se vio en algunos tramos en el Bernabéu. Ya no tiene que ser el goleador implacable de hace un año, sino que puede ser el jugador capaz de condicionar partidos con sus conducciones y no con sus celebraciones. Todo eso se lo deja a Vinícius y Mbappé, que para eso están arriba. La cosa está en que, realmente, su nivel fue digno de un ganador del Balón de Oro. Por mucho que su compañero parta por delante gracias a sus actuaciones en los días importantes, tuvo un rendimiento mucho más regular y sorprendente. ¿Será suficiente para convencer a los encargados de votar?
Previsión de ránking: top-3.
Porcentaje de victoria: 25%.
