La selección argentina de baloncesto no disputará los Juegos Olímpicos de París 2024. Argentina cayó derrotada en la final del preolímpico frente a Bahamas (82-75) y dijo adiós de manera definitiva al sueño de la olimpiada. Este batacazo confirma la decadencia del combinado sudamericano, que hace seis meses sufrió otro duro golpe al verse fuera del Mundial de este 2023.
Esta ausencia supondrá la primera vez desde la cita de Sídney en el año 2000 en la que Argentina no estará en los Juegos. En el Mundial la ausencia será más notable aún, puesto que la ‘Albiceleste’ no faltaba a la prueba desde 1982. Las derrotas son preocupantes, pero el bochorno es todavía mayor si se tiene en cuenta que ambos minitorneos se disputaron en suelo argentino. El presente es doloroso, aunque el futuro pinta todavía más árido para la selección que dirige Pablo Prigioni.
🔚 Bahamas revela la realidad de Argentina
Después del shock que supuso quedarse sin disputar el Mundial durante las ventanas de febrero, Argentina solo tenía una bala en la recámara para acceder a los Juegos: ganar el preolímpico. El país sudamericano se ofreció como sede del minitorneo y la FIBA le concedió el honor de acogerlo, lo que en teoría debía facilitar la clasificación de toda una selección histórica.
Argentina quedó encuadrada en el grupo junto a Cuba, que sería un mero trámite, y Bahamas. La selección bahameña se propuso alcanzar los Juegos Olímpicos de la mano de la presencia de sus tres estrellas NBA: Deandre Ayton, Eric Gordon y Buddy Hield. Durante la primera jornada ya se observó que Bahamas iba en serio. La selección caribeña destrozó a los de Pablo Prigioni (101-89). Bahamas fue muy superior en la pintura, donde Deandre Ayton no tuvo rival tras anotar 22 puntos y capturar 15 rebotes.
Francisco Cáffaro fue el pívot titular de la ‘Albiceleste’, que desde la retirada de Luis Scola no cuenta con un jugador interior de calidad, y terminó arrollado. En el exterior, Eric Gordon, con 24 tantos; y Buddy Hield, con 23, superaron con claridad a Facundo Campazzo y Luca Vildoza en ambos lados de la pista. Nicolás Brussino quedó emparejado con Travis Munnings y sí que pudo rendir (5 de 7 en triples y 21 puntos), aunque no logró acercar a los suyos a la victoria.
Ante Cuba, Argentina no tuvo problemas y avasallaron a los caribeños (66-109). Gabriel Deck, que se lesionó el ligamento colateral interno de la rodilla izquierda con el Real Madrid durante el mes de mayo, regresó sorprendentemente y disputó algunos minutos para rodarse en ambos partidos. Chile fue el rival en semifinales y le apretó las tuercas a los de Prigioni (79-87), pero ‘Gaby’ Deck estuvo superlativo con 24 puntos en 26 minutos desde el banco.
En la final del minitorneo aguardaba Bahamas nuevamente. Argentina, ya con Deck al máximo nivel, tuvo que lamentar la baja de Luca Vildoza, que se lesionó frente a Chile. El ‘Tortuga’ lo intentó desde todos los ángulos y sumó 21 unidades con un 3 de 5 en triples. ‘Facu’ fue el único que le pudo acompañar con 14 puntos, 6 rebotes y 17 asistencias que no sirvieron para nada.
Los players NBA bahameños exhibieron el poderío de la mejor liga del mundo y la distancia que existe entre ellos y el resto. Ayton atrapó 21 rebotes, mientras que Gordon enchufó 6 de sus 7 triples intentados para apuntarse 27 tantos en el marcador. Los caribeños se clasificaron así para el preolímpico de 2024 y allí intentarán hacer historia y acudir a los Juegos por primera vez. “Lo logramos como equipo. Lo hicimos muy bien preparándonos para el torneo. Todos los jugadores brindaron toda su energía, tuvimos que luchar contra la adversidad y esto significa mucho para nosotros. Es excelente para nuestro país”, remarcó Eric Gordon en rueda de prensa.
🌑 No hay luz al final del túnel
El futuro pinta oscuro para Argentina. La derrota frente a Bahamas dejó dos mensajes claros. El primero es global: lo que ocurrió en Santiago del Estero es un mensaje para todos aquellos que cuestionan los combinados plagados de jugadores NBA de perfil medio. Esas voces críticas que hacen de menos a selecciones como Estados Unidos por el mero hecho de no convocar un roster plagado de superestrellas, se equivocan.
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El segundo punto si se centra exclusivamente en lo que al estado actual del baloncesto blanco y celeste se refiere y tiene que ver con la renovación de su selección. En este preolímpico actuó, y con un papel importante, Carlos Delfino. El ex de los Houston Rockets, entre otros, tiene ya 40 años, lo que habla de la escasez de nivel que llegan desde las bases del basket y explica la decadencia del baloncesto argentino. Jugadores como Deck, Laprovittola, Campazzo, el ‘Pato’ Garino, Vildoza o Brussino ayudaron a prolongar la generación dorada; no a renovarla. Leandro Bolmaro, flamante fichaje del Bayern de Múnich de Pablo Laso, aparece como el único nombre de categoría entre los jóvenes.
El problema puede prolongarse en el tiempo si la situación no cambia, ya que Pablo Prigioni tiene muy poco talento entre el que elegir para renovar la ‘Albiceleste’ de cara a un futuro próximo que se presenta muy crudo en cuanto a grandes torneos se refiere.
