Solo tiene 24 años, pero Pogacar, en su corta trayectoria, ha regalado momentos inolvidables para la historia del ciclismo. Su afán competitivo, su deseo ir siempre al ataque, ha hecho más atractiva cada carrera. Por momentos, ha dado una imagen de ser sobrenatural. En este 2023, tras un esfuerzo titánico, ha ofrecido otro rostro, el humano. El esloveno, fatigado, ha cedido ante un pletórico Vingegaard que tiene más que atado el Tour de Francia 2023.
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La contrarreloj fue un mazazo importante para Pogacar. El danés realizó una de las mejores peleas contra el crono que se recuerdan y le metió más de 90 segundos a su gran rival en solo 22 kilómetros. La temerosa ascensión a la Col de la Loze ofrecía una segunda oportunidad al esloveno. Pero ese chance se transformó en una pesadilla. A mitad de la subida, cuando empezaban los rampas con más pendientes, el dos veces campeón del Tour de Francia perdió el hilo del grupo principal.
En lado opuesto, Vingegaard dio una exhibición. Soltó a todos los ciclistas que pugnaban por la general y se lanzó hacia la fuga, compuesta por un puñado de corredores peligrosos como Gall, Martin, Majka y Simon Yates, entre otros. El danés, que antes de la subida estaba a más de 2:30 minutos, cruzó la meta cuarto —tras Pello Bilbao—, a solo 90 segundos de un enorme Gall —ganador de la etapa—, y eso que se vio frenado durante unos segundos por un vehículo.
Simon Yates tuvo que conformarse con la segunda posición, a poco más de 20 segundos de Gall. Carlos Rodríguez entró a más de cuatro minutos de Vingegaard, por delante de Pogacar. El español, de esta forma, cuenta ahora con más de un minuto de desventaja respecto a Adam Yates en la pelea por el podio.
Con dos etapas aparentemente tranquilas en las dos próximas jornadas, toda lucha en la general se traslada al próximo sábado, en una etapa que discurrirá entre Belfort y Le Markstein Fellring, con seis puertos de montaña.
