«Es una de las carreras que necesitas de vez en cuando», dijo Max Verstappen al terminar en Montreal. No le faltó razón. El Gran Premio de Canadá fue de esos que trascendieron la Fórmula 1 para transformarse en un ejercicio de supervivencia. Abandonos, climatología adversa y cambiante… Lo tuvo todo. Hasta el neerlandés, acostumbrado a arrasar en las últimas temporadas, volvió a mostrarse terrenal. Eso sí, ganó como siempre. En el podio le acompañaron un combativo Lando Norris y George Russell. Luego, entre los españoles, Alonso fue la cara con su meritorio sexto puesto y Sainz fue la cruz con su abandono.
Verstappen se saca un nuevo triunfo de la chistera 🎩
Le tocó sufrir. Le tocó luchar. ¡Pero Max es MUCHO MAX!#CanadaDAZNF1 🇨🇦 pic.twitter.com/9IlsmrbJQz
— DAZN España (@DAZN_ES) June 9, 2024
🇨🇦 Verstappen y Alonso sobrevivieron, Ferrari se quedó por el camino
La carrera, como no podía ser de otra manera, estuvo candente hasta el final. Tuvo uno de esos guiones añejos de Fórmula 1 en los que siempre hay hueco para una sorpresa más. Cuando no aparecía la lluvia, amenazaba con hacerlo; y cuando no había un abandono, salía el safety car por un accidente. Si se le suma la excepcional labor de Lando Norris, la carrera tuvo todos los ingredientes necesarios como para estar competida. Solo el excepcional talento de Verstappen y las buenas decisiones de Red Bull pudieron resistir a tanta adversidad. Y es que, una vez más, aguantaron el chaparrón, literal y figuradamente.
En el otro lado estuvo Ferrari. Ninguno de sus dos coches pudieron terminar la carrera. Mientras que en Red Bull supieron reponerse al abandono de ‘Checo’ Pérez y pusieron toda la carne en el asador por Verstappen, los italianos naufragaron. Al menos, en clave de la salud del deporte de motor español, el fin de semana no fue tan malo. Fernando Alonso, otro superviviente nato, firmó un meritorio sexto puesto. Navegó entre todos los problemas que le puso el asfalto en Montreal (que no fueron pocos), y amarró la mejor posición posible. Una semana más, le dio vida a un Aston Martin que va más despacio de lo que le gustaría al populacho.