Carlos Alcaraz 2023 Wimbledon grand slam
🎾 Tenis

La regla de los Grand Slam que fomenta abandonos antes del torneo

El pasado lunes empezó Wimbledon. Muchos de los jugadores con hueco en el cuadro final, en cambio, mostraron su renuncia en los días previos. Davidovich, Carreño, Murray, Koepfer… Algo similar sucedió en el cuadro femenino con Aryna Sabalenka, Victoria Azarenka y Ekaterina Alexandrova. Pero, ¿por qué tantos abandonos antes siquiera de saltar a la pista? Todo se debe a una regla que modificaron los Grand Slam.

La regla que cambiaron los Grand Slam en 2017

Siempre ha sido frecuente, sobre todo en los majors, vislumbrar varias retiradas en primera ronda. Tenistas que, con apenas unos minutos transcurridos, decían adiós al torneo y dejaban al público sin espectáculo. Siempre se ha desconfiado de este tipo de situaciones. El español Nico Almagro, sin ir más lejos, fue acusado de haber disputado el Abierto de Australia 2017 solo por el dinero. «Tengo diez millones en la cuenta, no me hace falta», comentó. En Wimbledon de ese mismo curso también surgieron sospechas, después de casi una decena de abandonos.

Los tenistas, por aquel entonces, estaban obligados a jugar al menos un punto para cobrar todo el dinero de la primera ronda, que en el caso de los Grand Slam no es poca cosa —en torno a 50.000 euros—. Ese mismo año, la ITF optó por seguir la línea de la ATP, pero con algunos matices. Si los jugadores renuncian antes del martes previo al torneo cobran el 100%. Si lo hacen después, reciben la mitad, y la otra parte va a parar al lucky loser que les sustituye.

De esta forma, quien tenga claro que no está apto para competir tomará la decisión con antelación, evitando que después el abandono se produzca durante el partido, con las consecuencias que ello conlleva para el espectador. Si toma la decisión a posteriori, el beneficiado será un tenista proveniente de la fase previa, que con la mitad de esos 50.000 euros podrá hacer frente a gastos como los viajes, que para las figuras más allá del top-100 son un quebradero de cabeza.

Otra de las normas que impusieron los Grand Slam es que el tenista debe estar en las instalaciones del torneo cuando se produzca la renuncia y, además, debe ser declarado «no apto para competir» por el director de torneo. Además, como informa EFE, «tiene que haber jugado en un torneo en los 21 días previos al inicio del Grand Slam y solo puede retirarse de esta forma en dos Grand Slams al año».

Ir al contenido