El final del Valencia 2-2 Real Madrid es, paradójicamente, el inicio de una nueva polémica arbitral. Gil Manzano dijo que iba a pitar el final del partido nada más sacar el córner, que no permitiría una segunda jugada… pero sí que dejó jugar. Aunque, al mismo tiempo, cortó este último intento del Real Madrid cuando Brahim Díaz estaba en una zona de peligro, con el balón volando hacia la cabeza de un Jude Bellingham que marcó gol. Las dudas y las interpretaciones han surgido por doquier, por lo que toca bucear en el reglamento para encontrar la solución. ¿Qué es lo que dice el arbitraje a la hora de dar por finalizado un encuentro?
⌛ El tiempo de descuento es algo orientativo para pitar el final
Uno de los aspectos íntimamente ligados al desenlace de los encuentros es el descuento. Este se elige en función del tiempo que se haya perdido durante el envite, y es orientativo para saber lo que falta para el final. Es decir, que si el colegiado marca 4 minutos de descuento y se cumple ese tiempo, no tiene por qué pitar. Ahí es donde entra su interpretación, ya sea porque se ha perdido más durante el alargue o cualquier otra cosa, se puede extender.
Según las fuentes arbitrales consultadas por este medio, lo correcto para pitar el final del Valencia-Real Madrid era cortar justo después del despeje de la zaga che. Por mucho que lo hubiese recogido el equipo visitante, era la última jugada del partido, tal y como dicen los futbolistas que había anunciado Gil Manzano. El problema viene en dejar que el Madrid recupere el balón en las inmediaciones del área, busquen el centro y se pite con el balón sobrevolando el área. Es, a fin de cuentas, una mala gestión de la jugada, porque es un problema que se podía haber ahorrado el colegiado. Por mucho que la interpretación este dentro del arbitraje, es evidente que debía haber terminado el partido antes de que se generase semejante incendio.
La gestión del final del partido en el Valencia-Real Madrid no dejó indiferente a nadie.
Dentro del mismo ejemplo de esa última jugada del Valencia-Real Madrid, hay otra interpretación posible. El despeje no fue lo suficientemente bueno como para alejar el peligro del área, lo que desembocó en la recuperación inmediata del conjunto blanco. Para algunos colegiados, el peligro seguía, por lo que tampoco tenía sentido pitar. Según esta segunda corriente que también está aceptada y dentro de la norma, la decisión de Gil Manzano también es errónea. Corta una jugada de peligro al borde del área.
💭 ¿Cómo se decide que jugada puede seguir?
A sabiendas de que la cuestión está en pitar antes o después pero nunca durante la jugada, surge una nueva pregunta. ¿Cuándo se debe cortar un ataque? Lo principal es identificar la situación de la jugada. No es lo mismo que un equipo tenga el balón en su campo o que en el área contraria, así como le pasó al Real Madrid en Valencia. Hay que valorar el peligro de ese hipotético ataque. No puede ser que dentro de una última jugada recupere el equipo contrario cerca de su portería y monte el contrataque, por ejemplo.
Todos los caminos apuntan al mismo punto: hubo un fallo de gestión durante ese final del Valencia-Real Madrid. No se puede rearbitrar la acción, por lo que solo queda sacar un aprendizaje de la acción. Convivir con el error es básico, y sobre esto mismo se sustenta el arbitraje. Y, como siempre habrá fallos, el arbitraje avanzará en consonancia. Es la única forma de conseguir que no tropezar en lo mismo una vez más.
