Valencia, Real Madrid y Mestalla empiezan a ser sinónimos de polémica, goles y tensión. Los blancos volvieron a resbalar en el estadio valencianista, pese a que Vinícius se cobró su particular ‘vendetta’, tras los insultos racistas de la temporada pasada. El extremo brasileño, que volvió a vérselas con los jugadores chés y parte de la grada, desactivó un primer tiempo acertado del conjunto de Rubén Baraja. Hugo Duro abrió el marcador con un remate de cabeza y Yaremchuk amplió la ventaja para los locales, aprovechando un error de Dani Carvajal. ‘Vini’, desconectado hasta ese momento, tuvo que aparecer al rescate para pescar un punto en un tramo final inaudito y que quedó marcado por la última jugada, cuando Gil Manzano señaló el final unos segundos antes de un centro que terminó con un gol de Bellingham. El tanto hubiese significado la victoria de los blancos, pero el colegiado ya no pudo dar marcha atrás. El propio futbolista inglés acabó expulsado por protestar esta polémica decisión.
👊 El Valencia aprovecha la mala versión del Madrid
Mestalla no es un estadio grato para el Real Madrid en la última década. El conjunto blanco ha perdido en cinco de sus diez visitas en las últimas diez temporadas, siendo el estadio en el que ha caído más veces desde la campaña 2014/2015. Y como si eso fuese un condicionante, el conjunto de Ancelotti salió temeroso al feudo valencianista. Con la cabeza gacha. Sin ideas claras. Como era de esperar, el público abucheó a Vinícius cada vez que el brasileño tocó el balón. Mientras tanto, el Valencia empezó superando al Madrid en intensidad. Rodrygo, Vinícius y Tchouaméni fueron los primeros en comprobarlo en sus propias carnes. Aunque Rodrygo se tomó la justicia por su cuenta con un encontronazo con Gayà que dejó al capitán che dolorido del cuello. Jugó con fuego el extremo del Madrid.
El encuentro transitó en una especie de limbo y los dos equipos se enfrascaron en descifrar los siguientes pasos del rival. Kroos, en el Madrid, fue el eje de todo en la salida blanca, jugando cerca de los centrales y con Camavinga y Valverde de escuderos a los lados. Por su parte, el Valencia confiaba en Javi Guerra y Pepelu y en la electricidad de Canós y Fran Pérez para desequilibrar. El balón, aunque en ataques intrascendentes, era del Madrid, mientras el Valencia ni la olía.
Costó abrir el melón. Cuando el camino era especialmente tedioso, una cadena de errores que involucraron a Valverde y Vinícius propició un centro de Foulquier que Fran Pérez remató mal, pero la fortuna se alió con el valencianista. Su golpeo se convirtió en un pase para Hugo Duro, que cabeceó al fondo de la red. Décimo gol del atacante. Otro excanterano del Madrid que consigue mojar ante los blancos. Y sin casi tiempo de reaccionar, el Madrid se vio con un 2-0 en contra. Yaremchuk aprovechó un mal pase hacia atrás de Carvajal para irse de Lunin y definir a placer.
El Madrid estaba a años luz de su mejor versión. Ancelotti intentó tranquilizar a sus jugadores, pero sus futbolistas estaban secos de ideas y con las piernas pesadas. No obstante, es un grave error pensar que el Madrid está muerto. Antes del descanso, Valverde y Carvajal, los señalados en los goles recibidos, trenzaron por la derecha y el centro del lateral lo remató Vinícius tras tocar en Javi Guerra. El extremo brasileño festejó su tanto con el puño en alto contestando al feo episodio que aconteció la temporada pasada. Todavía quedaba mucho partido.
🤯 Vinícius y el árbitro pusieron picante al final
El segundo tiempo empezó con un Madrid más directo y propositivo y que creció en torno a la figura de Bellingham y a la fuente inagotable de energía de Valverde. La clase y el control del tiempo del inglés estuvieron a punto de empatar el partido, pero lo evitó un milagroso pie de Mamardashvili. La respuesta fue otro atajadón de Lunin, que evitó que Diego López anotase el tercer tanto del Valencia. Pero el campo se empezó a decantar hacia la portería del conjunto de Rubén Baraja.
Brahim y Modrić entraron por Kroos y Rodrygo y todavía decantaron más la balanza. El malagueño, un agitador indescifrable, está en un gran estado de forma y lo demostró solo salir con un disparo recordando al mejor Ronaldinho en Stamford Bridge. No obstante, su remate de puntera se marchó lamiendo el poste. Tanto llamó a la puerta el Madrid que la acabó por echar abajo. Otra vez Vinícius. El destino. El brasileño marcó de cabeza tras un centro a segundo poste de Brahim. El pie de Mosquera habilitó al atacante blanco. Todo cuestión de milímetros.
El Madrid consiguió lo más difícil, empatar, pero tras eso retrocedió unos metros. Momento que dio paso a un final que tuvo de todo. Hubo una lesión de rodilla muy grave de Diakhaby, un penalti rectificado por el VAR en una caída de Hugo Duro y, la guinda, un gol del Real Madrid segundos después de que Gil Manzano decretara el final del encuentro. El colegiado alargó inexplicablemente un despeje valencianista en un córner, hizo un atisbo de pitar, dudó y se rectificó sobre un centro de Brahim que cabeceó Bellingham. El gol no subió al marcador, pero enfureció a los jugadores del Madrid. El corrillo sobre el árbitro acabó con varias amarillas y con el inglés expulsado por hacerle algún comentario inapropiado. Nadie lo entendió. Lo que queda claro es que los partidos entre el Valencia y el Madrid en Mestalla están tomando un aire de polémica y diversión como nunca antes se había visto. El Madrid salió airoso de lo que podría haber sido un desastre, aunque sus perseguidores pueden recortar distancias.