En un esfuerzo conjunto por erradicar el racismo en el fútbol, LaLiga y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) han anunciado una nueva medida dentro del Protocolo de Actuación sobre los Incidentes de Público. La iniciativa incluye la incorporación de un gesto específico para señalar actos racistas, aprobado el pasado mayo en el congreso de la FIFA celebrado en Bangkok. A partir de ahora, los árbitros principales en los partidos de fútbol en España podrán cruzar los brazos con las manos en los hombros para señalar de manera clara y pública un incidente racista. Esta señal podrá activarse si el árbitro percibe personalmente un acto de discriminación o si algún jugador o miembro de las fuerzas de seguridad le informa de tal comportamiento.
❌ Todos contra el racismo.
🤝 LALIGA y la @rfef implementan el gesto de incidente racista en todas sus competiciones.
🙅♂️ Así queda el Protocolo de Actuación sobre los Incidentes de Público. 👇
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— LALIGA Corporativo (@LaLigaCorp) September 12, 2024
🙏 El camino hacia un fútbol libre de racismo
La implementación de este gesto de carácter inequívoco refuerza el compromiso de LaLiga y la RFEF con la lucha contra el racismo. Ambas instituciones, en colaboración con la FIFA, continúan avanzando en la creación de un entorno seguro y respetuoso dentro del fútbol, con acciones que van más allá de las normativas y sanciones. La esperanza es que, al hacer más visibles estos gestos, se envíe un mensaje claro de tolerancia cero ante el racismo, tanto a los aficionados como a los jugadores.
El anuncio llega en un momento en que el fútbol español ha sido escenario de varios incidentes racistas. El más reciente ocurrió en el encuentro de Segunda división entre el Eldense y el Almería, cuando una aficionada dirigió insultos racistas contra el jugador senegalés Dion Lopy. El club local actuó rápidamente, expulsando a la espectadora del estadio y reiterando a través de megafonía su mensaje de rechazo a la violencia y la discriminación. Este lamentable episodio se suma a otros casos destacados, como los sufridos por Vinícius Jr. en Mestalla en 2023 o los sonidos xenófobos que escuchó Nico Williams en el Metropolitano en abril de este año. Su hermano Iñaki ya tuvo que lidiar con ataques racistas en El Molinón en 2016 y en Cornellá en 2020.
El gesto irá acompañado de los pasos pertinentes en el Protocolo contra el Racismo. El árbitro tiene que parar el partido y constatar lo que está sucediendo para que se envíe un mensaje por megafonía. Si persiste el problema podrá detener el encuentro varios minutos e insistir por los altavoces del estadio que se corrija la conducta. Por último, si no se detiene esta actuación, el colegiado tiene la potestad de suspender el encuentro. Este gesto es un paso clave en el Protocolo de Actuaciones contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el fútbol, que se implementó originalmente en 2005. La nueva medida no solo refuerza las sanciones ante estos actos, sino que también busca concienciar a la afición y los jugadores sobre la importancia de combatir cualquier forma de discriminación.