El arbitraje femenino sigue dando pasos en pro de la igualdad. La última en sumarse al avance del futfem ha sido la colegiada Tatiana Guzmán. La nicaragüense será la primera árbitra de su país en acudir a una cita mundialista. Un logro más en su trayectoria profesional, que no siempre ha estado relacionada con el silbato.
🔝 El Mundial no es el límite de Tatiana
Tatiana asegura que el arbitraje es su pasión y que le ha cambiado la vida. Sin embargo, antes de dirigir partidos como colegiada, sus inicios fueron como jugadora. Durante su etapa en la Universidad Centroamericana (UCA) hizo judo, béisbol… hasta que llegó al fútbol. Se abrió paso en la categoría femenina e incluso llegó a estar en primera división. Poco después, Tatiana cambió las botas por el silbato y desde hace más de una década se dedica al arbitraje. En 2011, se hizo afilió a la CONCACAF y en 2014 logró el certificado de internacional por la FIFA.
A sus 35 años, Tatiana acumula logros dignos de admiración. Fue la primera mujer en dirigir un partido de la máxima categoría masculina de Nicaragua en la historia; la primera nicaragüense en pitar la final femenina de un Campeonato Preolímpico CONCACAF; y ahora volverá a ser pionera con su presencia en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023 como árbitra de VAR. Será una de las seis mujeres que han sido elegidas para formar parte del cuerpo arbitral de vídeo. Representar a su país en un evento tan importante es para Tatiana «una sensación increíble».
Tras hacer historia para Nicaragua, Tatiana no se pone límites y, después de Australia y Nueva Zelanda, su objetivo es seguir avanzando. Espera que la próxima vez que la elijan para ir a un Mundial sea para arbitrar dentro del campo. Una mujer que rompe los límites gracias a su ambición profesional y su amor por el fútbol, que, además, ayuda a que el arbitraje femenino siga creciendo en visibilidad.