La Federación de Fútbol de Estados Unidos (U.S. Soccer) ha solicitado al Tribunal Supremo del país que revoque un reciente fallo de una de sus Cortes de Apelaciones que podría afectar a la organización de partidos oficiales de fútbol de competiciones europeas en el país.
Es ya habitual que, durante los meses de verano, los principales clubes europeos celebren partidos de pretemporada en estadios de los EE.UU. Hace pocas semanas lo han hecho Real Madrid, Atlético de Madrid, Barcelona, Milan, Juventus… Sin embargo, ninguno de esos partidos forman parte de una competición oficial de la FIFA o la UEFA.
No obstante, la idea de que lo sean ronda desde hace tiempo en algunas mentes. De hecho, LaLiga tensó la cuerda hasta la exageración —incluidos anunciados publicitarios en el Miami Herald y el diseño de un enrevesado sistema para que los aficionados españoles acudieran al partido— para conseguir que el Girona-Barça de la temporada 2018-2019 se jugara en el Hard Rock Stadium de Florida, sede del equipo de fútbol americano Miami Dolphins, entre otros.
El partido habría sido el primero de lo que se concebía como una larga serie que estaría amparada por un contrato de quince años de duración firmado por Javier Tebas con Relevent, una de las mayores empresas organizadoras de eventos deportivos de los Estados Unidos. Por cierto, cosas de la vida, Relevent es propiedad de Stephen M. Ross, propietario también del Hard Rock Stadium y de los Miami Dolphins…
El caso que es la FIFA estaba y está en contra de la celebración de partidos de competiciones oficiales de sus países miembros en Estados Unidos. Por ello, ante el temor de arriesgarse a sanciones, el Barça hizo uno de sus habituales “donde dije digo” y se bajó finalmente del proyecto “por falta de consenso”.
🤑 Relevent ve negocio
Sin embargo, Relevent —que ya fue organizadora de un torneo exhibición de pretemporada con grandes clubes europeos, pomposamente titulado International Champions Cup y de vida efímera, pues empezó en 2013 y murió con el COVID— sigue viendo grandes oportunidades económicas (para ella) en el empeño.
Por ello, acudió al Tribunal Supremo de los Estados Unidos, argumentando que la imposibilidad de celebrar partidos oficiales de competiciones extranjeras restringe la competencia y atenta contra la legislación antimonopolio del país.
Un importante matiz es que la demanda de Relevent no apunta directamente a la posible celebración o no de esos partidos, sino al hecho de que U.S. Soccer habría conspirado para impedir su organización.
Sin embargo, su argumentación fue desestimada, porque la juez, Valerie Caproni dijo que la empresa no había demostrado en absoluto que U.S. Soccer «se pusiera de acuerdo con nadie, y mucho menos con las otras 210 asociaciones nacionales e innumerables ligas y equipos (de las competiciones de la FIFA) para hacer nada».
No obstante, Relevent recurrió; y, ahora, la Corte de Apelaciones ha admitido —por tres jueces a cero— que se puede mantener su demanda por conspiración antimonopolio, ya que U.S. Soccer es miembro de la FIFA y acepta sus reglas.
👨⚖️ Un fallo “radical”
La reacción inmediata de U.S. Soccer ha sido poner el asunto en manos del bufete de abogados Latham & Watkins, a fin de solicitar al Tribunal Supremo que revoque la “radical” decisión de la Corte de Apelaciones.
A juicio de Gregory Garre, representante del bufete, este fallo «pone en peligro a miles de entidades que pertenecen a asociaciones de miembros que proporcionan beneficios procompetitivos en una amplia gama de industrias y pone en entredicho principios de la legislación antimonopolio que cuentan con una larga tradición».
Asimismo, ha instado al Tribunal Supremo a que resuelva lo que, según él, es una discrepancia entre los propios Tribunales de Apelación de EE.UU. sobre el alcance de la responsabilidad de los miembros de asociaciones.
A su vez, U.S. Soccer ha reiterado que no puso en marcha ninguna «acción concertada» como parte de una supuesta conspiración global para prohibir partidos de fútbol de competiciones extranjeras en Estados Unidos.
U.S. Soccer deberá presentar su demanda antes del 7 de septiembre y se estima que el caso no será examinado hasta finales de ese mismo mes. Se necesitan al menos cuatro jueces para votar a favor de su revisión.