La Secretaría General del Colegio de la Abogacía de Madrid ha difundido hoy un comunicado público en el que lamenta “que se hayan extraído, y con trascendencia mediática, conclusiones que no proceden” del archivo de la información previa por la queja formulada contra Ramón Caravaca, abogado de la Real Federación Española de Futbol (RFEF), así como de un involuntario error incluido en ella que implicaba injustificadamente en el asunto a Luis Rubiales, presidente de la entidad.
El comunicado menciona expresamente un artículo publicado por Relevo.com con el título de “Rocambolesca historia de la RFEF y el Colegio de Abogados de Madrid sobre el espionaje a Aganzo”.
En concreto, critica que “el involuntario y lamentable error padecido por este Colegio fue filtrado y publicado por el medio Relevo.com y se hicieron eco también otros medios de comunicación, dañando con ello la reputación del letrado Sr. Caravaca y del despacho GC Legal, del que es director el letrado D. Tomás González Cueto —quien también es mencionado en la noticia— así como del Presidente de la RFEF”. Además, el comunicado reitera este argumento en su tramo final, señalando que el error quedó ya solventado y “sin que pueda involucrarse en el mismo a terceros totalmente ajenos a su producción, como lo son el letrado Sr. Caravaca, la RFEF y su Presidente”.
El error al que se refiere el comunicado del Colegio de la Abogacía consistió en que el acuerdo por el que se archivaba aquella información previa subrayaba “que el letrado Sr. Caravaca recibió el encargo profesional del Presidente de la RFEF (D. Luis Rubiales) de denunciar supuestas prácticas contrarias a la ética sindical del Presidente de la AFE”, un relato que, como ahora reitera de nuevo el Colegio, “no se ajustaba a la realidad”.
Este error quedó solventado el pasado 29 de marzo a través de un acuerdo dictado por el Responsable del Departamento de Deontología Profesional del Colegio en el que se dejaba “expresa constancia de que el letrado Sr. Caravaca recibió de un cliente, a través de una persona que no era el Presidente de la RFEF, el encargo profesional de denunciar supuestas prácticas contrarias a la ética sindical del Presidente de la AFE”.
Cabe añadir que en la información archivada en la que se contenía este error ya se aseguraba “que los hechos que se imputaban al letrado Sr. Caravaca no eran constitutivos de infracción”, circunstancia que no se ha visto en absoluto modificada por la corrección del error.
En todo caso, aunque el comunicado del Colegio de la Abogacía de Madrid no haga mención expresa de ello, puede claramente deducirse que su disgusto por el tratamiento aplicado por el medio se ha visto intensificado por el hecho de que este publicara su artículo varias horas después de que el Colegio ya hubiera hecho pública la aclaración del asunto y a pesar de tener obvio conocimiento de esta.
