Este mes de febrero la FIFA organizó su conferencia anual de derecho del Fútbol de 2024, en la cual se debatieron varios temas de interés. Entre ellos, las condiciones mínimas para las futbolistas, que abordaremos en este artículo. El fútbol femenino está en auge y cada día se suman fans: el último Mundial dejó una media de más de treinta mil espectadores y una ocupación superior al 86 % de la capacidad de los estadios mundialistas. Pero ¿qué hay más allá de estas cifras?, ¿están realmente protegidas las mujeres por parte de la FIFA?
Los códigos de la Ley del Deporte contra la desigualdad de género
Uno de los puntos más conflictivos para las futbolistas es el relacionado con el embarazo. Debe quedar claro que la FIFA protege a sus jugadoras y prohíbe expresamente el despido por este hecho. Además, con base en el reglamento sobre el estatuto y la Transferencia de Jugadores (RETJ), se podrá inscribir a sustitutas durante las bajas de maternidad, y las jugadoras de dichas circunstancias podrán ser inscritas incluso si la ventana de transferencia está cerrada.
El caso de Sara Björk Gunnarsdóttir vs Olympique Lyon
La jugadora islandesa, en plena época covid, concretamente en marzo del 2021, comunica a su club que está embarazada y manifiesta su deseo, a través de videoconferencia, de regresar a su país de origen. No obstante, le transmite al Olympique su ánimo de ofrecer servicios alternativos mientras está fuera. El equipo accede sin pactar condiciones o requisitos mínimos. Las autoridades francesas comunican que la jugadora tiene derecho a percibir lo relativo a su seguridad social y que se hará el pago mientras ella está en Islandia. Meses después, la jugadora intenta comunicarse, sin éxito, con el Club, ya que se ha dado cuenta de que está recibiendo un tercio de su salario habitual, motivo que la lleva a acudir a la Cámara de Resolución de Disputas de FIFA (CRD).
La CRD ha resuelto el asunto, para lo cual ha tomado como base el artículo 18quarter (4) del RETJ: Disposiciones especiales relativas a las jugadoras: A) Cuando una jugadora queda embarazada, tiene derecho, durante la vigencia de su contrato, a continuar brindando servicios deportivos a su club (es decir, jugar y entrenar) (…) b) proporcionar servicios de empleo a su club de manera alternativa (…) y para proceder a ello se planteó dos preguntas. Primero, ¿cuáles son los prerrequisitos para recibir el salario completo?; después, ¿cuál es la intención del legislador cuando menciona “soluciones alternativas”?
Para la Cámara de Resolución de Disputas de la FIFA, está claro que una jugadora está legitimada a recibir el salario en su totalidad si se cumplen dos casos: continúa prestando sus servicios al club o presta servicios de manera alternativa. La intención del legislador con la opción de prestar servicios alternativos es “compensar” la especificidad de la profesión, ya que un embarazo puede ser una limitación. Fueron precisamente estas premisas las que llevaron a la decisión en este caso y es que, a pesar de que no se cumplió con ese prerrequisito, no fue por falta de voluntad de la jugadora, puesto que esta manifestó su intención de poder trabajar para el club de forma alternativa y no recibió ninguna respuesta. La CRD concluye, pues, que el club deberá abonar la parte proporcional faltante al salario completo de la jugadora, que en este caso es la parte débil de la relación laboral.
El futuro mandato de la FIFA
En estos momentos la FIFA trabaja en futuras regulaciones para los casos más frecuentes que viven las mujeres en el fútbol, que incluye diversos supuestos: la adopción, circunstancias médicas, salud menstrual y la atención y cuidado de los hijos.
En cuanto a la adopción, se busca promover la inclusividad, ya que a de tenerse en cuenta el impacto que tiene la adopción de un hijo en la relación laboral, y que, aunque no sea el mismo que por la maternidad biológica, la futbolista sí necesitará de un tiempo suficiente para poder conectar con su hijo y vivir el proceso de la maternidad. Por ende, se pactará un permiso de baja. Por otro lado, la FIFA quiere regular aquellas complicaciones médicas que pueden sufrir sus jugadoras y el impacto que tendrá para ellas y en su desempeño deportivo, como lo son la pérdida del embarazo antes y después de las 20 semanas, los partos múltiples y el aborto voluntario —circunstancias que tendrán permisos y consideraciones diferentes—
Otro de los temas a los que la FIFA prestará atención es el de salud menstrual. El 93% de las jugadoras han manifestado que la menstruación afecta de manera considerable a su rendimiento profesional y que en ocasiones sufren dolores agudos. Este es un apartado que algunos Estados en materia laboral han abordado, como es el caso de España, que desde el 1 de julio de 2023 ofrece a sus trabajadoras la posibilidad de tener la baja por menstruaciones dolorosas.
Finalmente, dentro de estas futuras regulaciones se buscará la forma de compaginar la vida familiar con la deportiva, con especial atención a las competiciones nacionales, en las que se busca que la jugadora pueda cuidar y atender a sus hijos al mismo tiempo que viste la camiseta nacional. Sin embargo, FIFA considera que esta medida será tomada con más detenimiento, pues no se podrá cargar en exceso a las federaciones miembro.
