Javier Tebas, Presidente de LaLiga, ha pedido colaboración al Gobierno mediante un escrito en su empeño por instalar sistemas de control biométrico en los fondos de animación de los estadios de fútbol. Supone el último capítulo de una larga serie que ya situó a LaLiga en el ojo del huracán respecto a la violación de la privacidad de los aficionados. En vista de que la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ya truncó y denunció idea, Tebas ha optado ahora por pedir ayuda directamente al Gobierno.
🧨 Protección… ¿a cualquier precio?
Desde LaLiga insisten en su propósito, por más invasivo que pueda resultar, e instan en su carta al Gobierno que se adopten todas «las medidas que sean necesarias» para llevar a cabo la identificación biométrica en los fondos de animación. Desde la institución consideran este proceso vital para erradicar cualquier tipo de conducta racista y/o violenta… ¿a cualquier precio?
La AEPD no fue la única entidad que rechazó la implantación de los citados métodos. La Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español (FASFE) también se suma a la denuncia y ha solicitado a los cuatro clubes que instalaron la tecnología «el cese inmediato de la medida, así como la cancelación y borrado de todos los datos recogidos». La recogida de datos «de forma engañosa o fraudulenta» es una infracción muy grave, según la Ley de Protección de Datos (LOPD) y las multas están tipificadas entre los 300.000 y los 20 millones de euros.
Desde la FASFE también acusan al Presidente de LaLiga de intentar «avanzar en la progresiva gentrificación de las gradas, despojándolas de los colectivos que defienden un fútbol más inclusivo y democrático; no sometido al único imperativo comercial, que Tebas preconiza».
🙏 Tebas: «Estado, ¡ayúdame!»
En vista de las reacciones, Tebas ha optado por recurrir directamente al Gobierno. El máximo responsable de LaLiga ha enviado una carta a José Manuel Franco, Secretario de Estado para el Deporte, en la que le solicita una modificación de la Ley 19/2007 contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte para, en definitiva, legalizar la instalación del control de huella dactilar en los accesos a los campos de fútbol.
No es ni mucho menos la primera vez que LaLiga se ve envuelta en líos legales relacionados con la intromisión en la privacidad. Sonado fue el escándalo de 2022 en el que LaLiga usó sin permiso ni consentimiento el micrófono del móvil de los aficionados que tenían descargada su aplicación. La Audiencia Nacional impuso una sanción de 250.000 euros a la entidad.
Tebas no cesa en su plan de invadir la privacidad de los aficionados cueste lo que cueste, aunque todas las críticas vuelvan a posarse sobre figura y a ensombrecer la ética de la institución a la que representa.
