La selección española de fútbol se proclamó campeona de Europa por cuarta ocasión en su historia, tras derrotar (2-1) a Inglaterra en la final. Una cita histórica que, como era de esperar, causó expectación. (Casi) toda España estuvo en vilo durante el envite, ya fuera en un bar o en casa. Las audiencias dicen que la final generó casi el mismo interés que las de 2008 y 2012, e incluso se equiparó al Mundial 2010.
La España multicultural, de la Generación Z y que ilusiona a todo un país
Para ser más precisos, el partido del pasado domingo congregó frente al televisor a 13.587.000 personas de media, con una cuota de pantalla del 78,7%. O lo que es lo mismo, casi 8 de cada 10 personas que tenían encendida la televisión, eligieron La 1.
Los datos son inferiores a las dos últimas finales de la Eurocopa que disputó España. En 2008, la que supuso un punto de inflexión (no se ganaba un gran torneo desde 1964), fueron casi 14,5 millones de espectadores, con un share de media del 80,9%. Más furor aún causó la España de 2012, que cerró un ciclo cuatro años después. Ese año fueron casi 15,4 millones las personas que siguieron la final, con una cuota de pantalla del 83,4%. Nunca, hasta la fecha, se ha visto algo similar.
Una Eurocopa a la altura del Mundial
¿Y los datos del Mundial? La trascendencia del evento y el éxito consumado haría presagiar que las cifras fueron superiores, pero no. La final del Mundial, de media, fue seguida por el 82,9% de los televidentes. En total, casi 14 millones. Todo, teniendo en cuenta los tres canales que emitieron aquel evento: Telecinco, C+ y C+ Liga.
La conclusión es clara. La selección liderada, entre otros, por Nico Williams y Lamine Yamal, genera prácticamente la misma expectación que la generación dorada de Casillas, Xavi, Iniesta, Villa y compañía.
