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Netflix saca rédito a la globalización de la Fórmula 1

La Fórmula 1 atraviesa una edad dorada, o al menos eso dictan sus números. Si en el tenis Federer, Djokovic y Nadal —sin discusión los tres mejores de la historia— han compartido generación, en el ‘Gran Circo’ sucede algo similar con la presencia de Lewis Hamilton —siete Mundiales— y Max Verstappen, con Fernando Alonso a la sombra y Sebastian Vettel retirado hace apenas dos campañas. Sin embargo, la situación de la mayor competición automovilística tiene una singularidad: presenta sus mejores cifras en una etapa repleta de críticas por el dominio de ciertas escuderías. La incógnita tiene como respuesta la globalización. Netflix, que de alguna manera ha contribuido a esta expansión, también ha sabido sacar tajada.

La Fórmula 1 más allá de Europa

La relación entre la Fórmula 1 y la geopolítica es un hecho. La historia de este deporte siempre ha estado vinculada a los cambios políticos. En los días que corren, no es una excepción. Solo hace falta echar un vistazo atrás para comprobarlo, cuando el ‘Gran Circo’ estaba limitado a las grandes potencias de Europa. Ahora, en cambio, se ha transformado en un negocio global, con Estados Unidos y los países del Golfo como protagonistas indiscutibles.

Los horarios casi unificados han dado paso a carreras nocturnas o circuitos urbanos. Poco queda de esa competición que nació como el Campeonato Europeo de la AIACR. Hasta países emergentes como China o Rusia han sucumbido a un deporte que ha pasado a ser un fenómeno mundial dominado por show de Las Vegas, con entradas de 20.000 euros normalizadas, o por el petróleo saudí, con sponsors de la talla de Aramco y trazados como el de Bahréin.

Liberty Media impulsa las cifras

El cambio era cuestión de tiempo, pero se aceleró en 2017 con la llegada de Liberty Media. La Fórmula 1, hasta hace un lustro eclipsada por otras competiciones como la IndyCar, ahora causa furor en Estados Unidos. La audiencia media televisiva en 2023 mantuvo su repunte, con una media de 1,28 millones de espectadores de media por carrera. La cifra, que parece insignificante en un país de más de 300 millones de habitantes, rozó en Canadá (casi dos millones) los números que genera la NASCAR, algo impensable hasta hace poco.

La Fórmula 1 también ha crecido a nivel de asistencia. España —cambiará un trazado mítico como el de Barcelona por uno en Madrid al estilo Las Vegas— dio buena cuenta de ello con un récord en Montmeló en 2021. Así, ha sucedido lo mismo en diferentes países. Estos incrementos, como era de esperar, han catapultado las cuentas del ‘Gran Circo’ tras dos años (2020 y 2021) de sufrimiento a causa del Covid.

En 2022 Liberty Media facturó más de 2.500 millones de euros (un 20% más que el año anterior), con unas ganancias de más de 500 M€ y un beneficio neto en torno a los 150. Gracias, sobre todo, a los contratos televisivos. Este resultado es cinco veces superior al obtenido en 2021 y contrasta, y de qué manera, con las pérdidas de casi 400 M€ que sufrió en 2020 a causa de la pandemia. De este modo, y pese a las voces más críticas contrarias a dominios como el que ejerce Red Bull en la actualidad, lo cierto es que la Fórmula 1 atraviesa una edad dorada.

Netflix contribuye y saca tajada a partes iguales

Gran parte de la culpa de la expansión de la Fórmula 1 en Estados Unidos y, por ende, en el mundo, la tiene Netflix. La plataforma lanzó Drive to Survive, un programa de varios episodios del ‘Gran Circo’ que resume el año con protagonistas diferentes, como aperitivo antes de que en marzo se apague el semáforo en rojo en Bahréin.

Netflix, por primera vez, publicó un informe de los contenidos más vistos en los seis primeros meses de 2023. Si nos ceñimos solo al aspecto deportivo, cuatro de los diez programas más visualizados guardan relación con la Fórmula 1. De hecho, la última temporada de la citada serie domina la lista con 90 millones de espectadores, el doble que el segundo contenido (de golf) y el triple que Break Point, un programa similar a Drive to Survive, pero de tenis.

La aplicación ha debido quedar satisfecha con estos registros en sus contenidos deportivos, ya que ha decidido dar el salto a la emisión en directo. En este caso, se trata de un partido entre Nadal y Alcaraz con el que también quieren traspasar barreras. Quién sabe si una probatura más en su intento por inmiscuirse en este tipo de contratos, con la F1 en el horizonte.

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