Las preocupaciones de las empresas europeas y estadounidenses de la industria del deporte por las consecuencias de la creciente “invasión” que sufre el sector por parte del capital árabe van registrando, día sí y otro también, motivos para confirmar que no son exageradas.
Y no son sólo en el ámbito más llamativo, es decir, el fútbol. También surgen en otros espectáculos deportivos.
En los últimos días del mes de agosto, se ha hecho público que SRJ Sports Investments, una empresa creada hace poco más de un mes por el Fondo soberano saudí de Inversión Pública (FPI) para atraer «grandes eventos mundiales» al país, ha realizado su primera operación internacional.
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Esta ha consistido en la toma de una participación minoritaria en la Professional Fighters League (PFL), la empresa de “artes marciales mixtas” (MMA) que organiza la temporada y el campeonato regular de esta disciplina en Estados Unidos.
Pues bien, poco después de este anuncio, las acciones de sus competidores —y socios entre sí— Endeavour Inc. y World Wrestling Entertainment (WWE) se pegaron un sonoro batacazo en Wall Street ante el temor de que el apoyo saudí a la PFL les suponga una importante pérdida de negocio.
Concretamente, en apenas una sola jornada, los títulos de Endeavour Inc. se desplomaron un 9% y los de WWE, filial suya en un 51%, lo hicieron en un 12%.
¿Habrá pastel para todos?
La caída de los títulos de ambas compañías cobra una importancia y un riesgo aún mayor si se tiene en cuenta de que se produce en un momento en el que Endeavour ha puesto en marcha importantes planes corporativos.
Concretamente, la empresa ha decidido asumir la compra completa de WWE y combinar a esta con UFC —una plataforma de “streaming” que retransmite los espectáculos de lucha en Estados Unidos— en el TKO Group , un nuevo “holding” empresarial que también cotizará en bolsa y cuyo capital estará repartido entre Endeavour (51%) y WWE (49%).
Obviamente, existe el riesgo de que la irrupción de los saudíes en el sector genere no pocas incertidumbres sobre las perspectiva de futuro de esta importante operación empresarial.
No obstante, algunos observadores han ponderado que el mercado de las “artes marciales mixtas” está creciendo mucho y que, a la postre, los eventos que organizan Endeavour y sus participadas están orientados al entretenimiento, mientras que los de la PFL se asemejan a los de las ligas profesionales que hay en otros deportes. Ello podría ayudar a que hubiera suficiente pastel para todos.
Ambiciosos planes de Arabia Saudí
Sin embargo, a nadie se le escapa que el apoyo financiero saudí a la PFL —minoritario de momento, pero por un importe de 100 millones de dólares nada menos— puede suponer que los mejores talentos deportivos del sector se sientan más atraídos por esta opción y mucho menos por la del TKO Group.
Y sobre todo porque, como es habitual en ellos, los saudíes no han entrado en la PFL para contemplar cómo crece la yerba, sino para dar un fuerte impulso al desarrollo y expansión de sus actividades en Oriente Medio.
El Presidente de SRJ Sports Investments, Bander Bin Mogren, lo ha dicho alto y claro. Su objetivo no es sólo “fomentar el talento local y regional en artes marciales mixtas, promover la igualdad de género en el deporte y ofrecer nuevas oportunidades directamente a Arabia Saudí y a toda la región», sino también conseguir que la PFL lance una liga en Oriente Medio y Norte de África el año que viene, ofrezca un servicio de pago por visión «Super Fight» y organice un buen número de «megaeventos» en el país.
El empeño de los saudíes por potenciar las “artes marciales mixtas” no parte de cero. Es verdad que esta disciplina deportiva no tenía apenas seguidores en el país hace apenas unos años, pero el asunto empezó a cambiar en 2014, cuando se organizó en él una competición que es muy famosa en la región, la Desert Force.
Desde entonces, la popularidad de este deporte Arabia Saudí ha crecido de manera acelerada. Han llegado a él luchadores de todo Oriente Medio, se ha creado una fundación para fomentar el talento nacional en “artes marciales mixtas” y, hace poco, los luchadores saudíes Abdullah al-Qahtani y Mostafa Rashed Neda ganaron combates de alto nivel organizados por la PFL en el Madison Square Garden de Nueva York.
Así pues, todo hace pensar que las consecuencias de la entrada de SRJ Sports en las “artes marciales mixtas” no han hecho más que empezar…