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La recesión del fútbol español: causas y consecuencias del estancamiento del mercado en la liga

En los últimos años, por unas cosas u otras, la liga española ha visto como ha ido perdiendo músculo económico respecto a otras. Siempre fue complicado plantarle cara al enorme músculo económico de la Premier League, pero la brecha ahora mismo es prácticamente insalvable. La diferencia es tal que ya no es solo fichar, sino que los clubes en la mayoría de los casos no son capaces de inscribir a sus nuevos futbolistas. Y eso es si tienen la suerte de hacerse con un refuerzo para la plantilla, pues muchas veces o no se pueden o no es la primera opción. Este año sigue la tendencia del año pasado con los fichajes. ¿Qué les pasa a los clubes españoles?

📊   Los fichajes: noche y día con la Premier

La Premier League vuelve a ser la gran animadora del mercado de fichajes. Como es bien sabido, cada club que forma parte de la competición recibe en torno a 100 millones de euros, saliendo estos del reparto equitativo que hacen en Inglaterra. Esto provoca que cualquiera pueda salir al mercado con bastante dinero en el bolsillo, dándose situaciones tan chocantes como que el recién ascendido Leeds United se pudo llevar en 2020 a Rodrigo Moreno del Valencia cuando este era estrella en Mestalla y el titular en la Selección Española. Para los clubes británicos, España es un mercado tremendamente valioso, pues compran mucha calidad a un costo reducido. Y, evidentemente, desde la liga española solo pueden mirar.

Este hecho se refleja si comparamos a los jugadores inscritos. En la Premier, raro es el caso en el que no se inscribe de inmediato a un nuevo fichaje; y en España cuesta sangre, sudor y lágrimas hacerlo. Recurriendo a los nuevos jugadores, solamente se han inscrito en esta ventana a 20 futbolistas. Y estamos hablando de que ha habido más de 80 movimientos oficiales entre los 20 equipos de Primera División. El traspaso más caro registrado es el de Jude Bellingham, de 103 millones de euros, mientras que es curioso ver como el Barcelona no ha registrado a ninguna de sus tres incorporaciones. Un año más, parece que fichar no es el único gran problema de las arcas de los clubes españoles.

Fichajes

Fichajes inscritos hasta el 2 de agosto.

 😷  La pandemia, punto crítico

Esas 20 inscripciones seguramente hayan provocado la incredulidad de más de uno. Son la prueba del algodón de cómo está la economía de los clubes españoles. Pese a ello, también son el segundo mejor número del último lustro desde los 48 que se registraron en 2019. Es indudable que la crisis económica causada por el covid-19 ha tenido un impacto en este sentido, el descenso es tremendo desde entonces. Los clubes ya no pueden fichar e inscribir en la competición como antes, obligándoles a hacer ventas dolorosas que acaban haciendo las maletas rumbo a Inglaterra o movimientos rocambolescos para ajustar las cuentas. Claro ejemplo de ello es el Barcelona, que ha estado jugando con las fichas del segundo equipo para hacer malabares con los fichajes.

Y es que la competición, más que dar manga ancha a los clubes, se ha remitido a sus normas financieras respecto a los fichajes. Cierto es que así se evitan que estos caigan en la quiebra absoluta, pero también deja imágenes que reflejan el empobrecimiento de la liga. Lo único que mantiene a los clubes en pie es la extrema competitividad que ofrece el fútbol español. La vanguardia del fútbol ya no está en España, por mucho que el Real Madrid (el único club que parece haber sorteado bien el meteorito pandémico) siga siendo un transatlántico europeo.

📉  Pérdida de atractivo en el extranjero

Esos problemas a la hora de inscribir futbolistas también están, evidentemente, al paso previo. Fichar es algo que se le complica enormemente, pues, dentro de un mercado inflado, una economía tan maltrecha no puede competir. Generalmente, los equipos españoles fichan jugadores de un caché menor a lo que era habitual o llegan libres. Esta situación se daba incluso en el último año previo a la pandemia, donde cerca del 50% de los fichajes producidos en el primer mes de mercado fueron agentes libres. Los años posteriores al covid-19 se vio aumentado este número, tocando su pico el año pasado. De nueve jugadores inscritos, seis fueron libres.

Esta situación recuerda a la que vivió la Serie A a finales de la primera década del siglo XXI y principios de la pasada. Tras una época gloriosa en la que eran por derecho propio la mejor liga del mundo, la crisis económica de 2008 acabó sumiéndoles en una importante crisis de prestigio. Los jugadores iban allí a jugar sus últimos años, alejándose las estrellas de allí y viéndose obligados a apostar por jugadores más jóvenes y de menor cartel. El descenso de nivel fue dramático. Quizás esta situación sea exagerada en comparación con la del fútbol español actual, pero merece la pena tomar esa caída en desgracia como referencia de lo que puede pasar si sigue esta crisis de atractivo.

Mercado de fichajes 2023, en vivo y en directo online

💭  ¿Hay solución?

Aunque los equipos españoles estén sufriendo por inscribir hasta fichajes que han llegado libres, hay que reincidir en que se sigue compitiendo. España es un país tremendo a la hora de formar talento, y esta condición es la única que mantiene a la competición como una de las grandes de Europa. El problema es que el expolio es constante y habitualmente deja el mismo sabor de boca. ¿Se podría haber sacado más dinero? ¿Cómo se puede hacer para que se quede el talento? ¿Cuántos dolores de cabeza habrá que pasar para encontrar un sustituto y que pueda inscribirse dentro de la exigente normativa del Fair Play Financiero en la competición?

Dentro de todas esas cuestiones, hay mil respuestas y todas ellas con sus aristas. Lo evidente es que, de base, no es normal que cueste tanto inscribir a los nuevos fichajes. Esas trabas se unen a las que ya tiene de por sí la competición, haciendo que fichar sea un lujo reservado para el Real Madrid y el Barça cuando activa las palancas. Esto deja a los clubes en una desventaja evidente a la hora de competir en el mercado, bajando el nivel en consecuencia. Cada año se hace un poco más difícil. Quizás, y solo quizás, sea el momento de buscar un cambio para evitar ese futuro apocalíptico que ya se vivió en el fútbol italiano.

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