Por lo general, las campañas medioambientales se centran, muy justamente, en la lucha contra el cambio climático, la conservación de la naturaleza, la defensa de especies en peligro de extinción… Sin embargo, aunque no es absoluto inusual, no siempre ponen el acento principal en la salud de los seres humanos.
Sin embargo, la UEFA lo va a hacer en la nueva edición de su campaña «Un aire más limpio, un juego mejor», que va a desarrollar durante el próximo Campeonato de fútbol sub-21 que se celebrará en Georgia y Rumanía el próximo verano.
Su objetivo principal será concienciar a los aficionados que sigan el torneo sobre los efectos perjudiciales que tiene la contaminación atmosférica sobre la salud. Unos efectos que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) producen más de siete millones de fallecimientos al año en todo el mundo.
Por lo que se refiere a Europa, la Comisión Europea calcula que 130 ciudades del viejo continente incumplen actualmente las normas de calidad del aire establecidas en la legislación comunitaria, lo que provoca la muerte prematura de 400.000 ciudadanos cada año. Y la Agencia Europea de Medio Ambiente considera que la contaminación atmosférica constituye el mayor riesgo medioambiental para la salud.
Por otro lado, la relación entre la necesidad de conseguir un aire más limpio y la práctica del fútbol no está tan traída por los pelos como alguno podría suponer: hay estudios que demuestran que un nivel elevado de contaminación atmosférica puede reducir el ritmo de los partidos hasta en un 15%.
Concienciar mejor aprovechando el alcance global del fútbol
A lo largo del próximo campeonato sub-21, los organizadores analizarán el comportamiento de los espectadores en materia de movilidad, impulsarán que realicen viajes sostenibles, controlarán la huella de carbono de los diferentes eventos, minimizarán el uso de generadores para las retransmisiones televisivas e introducirán contenedores de reciclaje para promover la adecuada gestión de los residuos.
Además, la UEFA y las federaciones de fútbol de Georgia y Rumanía organizarán un taller sobre el clima durante la competición para compartir mejores prácticas y proponer nuevas soluciones para reducir las emisiones de carbono.
La campaña de la UEFA ha recibido el apoyo de la Comisión Europea. Su vicepresidente ejecutivo, Frans Timmermans, y el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevičius, han mostrado su apoyo a la iniciativa para que “sirva de inspiración a fin de que se lleven a cabo muchas más acciones contra la crisis climática en todo el mundo del fútbol profesional”.
Esta actuación de la UEFA está en línea con el compromiso que adquirió en diciembre de 2020, al firmar el Pacto Europeo por el Clima, de aprovechar el alcance global del fútbol para concienciar sobre los riesgos del cambio climático y animar así a más personas para que tomen medidas en favor de la preservación del medio ambiente.
Además, la UEFA se comprometió el año pasado a conseguir una reducción del 50% en las emisiones de carbono derivadas de sus actividades en 2030 y a lograr que estén totalmente libres de emisiones netas de carbono en 2040, como parte del Marco de Deporte para la Acción Climática de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).