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Los deportes más recomendados para cuidar la salud a partir de los 65

Tanto mantenerse activo como llevar un estilo de vida saludable son aspectos esenciales a lo largo de las diferentes etapas de la vida de una persona. No obstante, con el paso de los años, a medida que envejecemos, el cuidado de la salud se convierte en un tema de vital importancia para vivir más y vivir mejor.

La realización de actividad deportiva no solo es imprescindible para mejorar la condición física, sino que también tiene un efecto incalculable en el bienestar mental y emocional de los seres humanos. A la larga, más con el paso de los años, el deporte es la única receta infalible para garantizar una vida plena. Por ello, a continuación exploraremos los cinco deportes más recomendados, accesibles y practicables para aquellas personas mayores de 65 años. Poner en marcha estos ejercicios sin duda ayudará a mantener un estilo de vida activo y saludable.

Caminar: fácil y accesible para todos

Caminar es el principio de todo estilo de vida saludable que se precie. La caminata es una inmejorable opción para las personas mayores debido a su bajo impacto y su capacidad para moldearse a la condición física de cualquier persona. Es una actividad accesible y económica y, además, proporciona numerosos beneficios extra para la salud si caminas al aire libre, incorporas pequeños paseos en tus rutinas al aparcar, subir o bajar de tu casa, hacer recados…

Caminar ayuda a fortalecer diversos grupos musculares, mejora la resistencia cardiovascular, ayuda un peso saludable y reduce el riesgo de enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes. Por descontado, rompe con la rutina habitual del sedentarismo y moviliza el cuerpo. Si caminas al aire libre y recibes los beneficios de la naturaleza, el aire o el sol; si lo haces en compañía, podrás socializar con otros caminantes, lo que tiene un impacto positivo en el bienestar emocional.

Natación: agua y poco impacto

La natación también es un deporte de bajo impacto ideal para las personas mayores, ya que no estresa las articulaciones ni tampoco los músculos y pone en marcha muchos grupos musculares y articulares. El cuerpo al completo se ejercita cuando nada. El agua proporciona una resistencia suave, pero efectiva, que ayuda a fortalecer los músculos y mejora la flexibilidad corporal. Además, nadar ejercita el sistema cardiovascular, mejora la circulación sanguínea y aumenta la capacidad pulmonar.

La natación también es muy beneficiosa para las personas con problemas articulares o lesiones, ya que alivia el dolor y promueve una mejor movilidad. Además, sumergirse en el agua genera una sensación de relajación y bienestar incomparable a ningún otro medio.

Taichí: claridad en cuerpo y mente

El taichí es una antigua disciplina china que consiste en la combinación de movimientos suaves y fluidos con la aplicación de diversas técnicas de respiración y meditación. Esta práctica está enfocada en el entrenamiento de la mente, además del dominio del cuerpo, y está especialmente recomendada para las personas de más de 65 años de edad, ya que supone enormes avances en cuestiones tales como la fuerza muscular, la flexibilidad o el equilibrio.

El taichí también tiene un efecto único como reductor del estrés y la ansiedad, mejora la calidad del sueño, relaja cuerpo y mente y ayuda promover una mejor postura, así como hábitos corporales más saludables. Al practicar taichí de forma regular, los adultos mayores pueden mantener e incrementar sus tasas de movilidad, lo que ayudará a reducir el riesgo de caídas, tan problemáticas en edades más avanzadas, así como fortalecer la concentración y la claridad mental.

Ciclismo: salud en dos ruedas

El ciclismo es un deporte de bajo impacto que permite a las personas mayores disfrutar del aire libre mientras trabajan en su salud, bienestar y condición física. Pedalear fortalece los músculos de las piernas, mejora la resistencia cardiovascular y aumenta la flexibilidad de las articulaciones.

Además, el ciclismo es una actividad que se puede adaptar fácilmente a diferentes niveles de condición física, ya que su accesibilidad se multiplica en el momento en el que entran en juego, además de las bicicletas convencionales, bicicletas estáticas o incluso bicicletas de pedal asistido. Es de vital importancia elegir rutas seguras y usar equipo de protección adecuado para garantizar una experiencia con el ciclismo lo más segura y agradable, pues es habitual compartirla en grupo y no todos los caminos están acondicionados para asegurar la compatibilidad en la circulación de las bicicletas con vehículos motorizados.

Yoga: meditación espiritual

El yoga es una práctica que surge de la combinación de movimientos suaves, estiramientos, a la vez que la aplicación de algunas técnicas de respiración y meditación. Es una excelente opción para las personas mayores, ya que se adapta a diferentes niveles de habilidad y condición física y tiene efectos inmediatos en el bienestar. El yoga ayuda a mejorar la flexibilidad, fortalecer los músculos y mejorar la postura, cuestiones especialmente trascendentales cuando se habla de envejecimiento y enfrentamos problemas de rigidez, tensión o debilidad muscular. Además, el yoga promueve la relajación y reduce el estrés, lo que contribuye a un equilibrio emocional y mental pleno.

Practicar yoga con regularidad también puede ayudar a las personas mayores a mantener una buena salud cardiovascular, a reducir la presión arterial y a mejorar la calidad del sueño. Además, muchas posturas de yoga están diseñadas específicamente para fortalecer los huesos, lo que es especialmente beneficioso para prevenir la osteoporosis, una afección común en adultos de edades avanzadas.

Así, a medida que envejecemos, cuidar la salud física y mental se torna indispensable. Por ello, los deportes y actividades físicas desempeñan un papel crucial en el proceso de la longevidad. Los cinco deportes mencionados anteriormente, caminar, nadar, practicas taichí, montar en bicicleta o hacer yoga son opciones altamente recomendadas para las personas mayores de 65 años.

Cabe recordar que, antes de comenzar cualquier actividad física, especialmente en una etapa de la vida en la que pueden existir ciertas limitaciones o afecciones médicas, es recomendable consultar con un profesional de la salud, que podrá evaluar las condiciones individuales y brindar recomendaciones sobre la práctica deportiva más adecuada. A partir de ahí, elegir un deporte que se adapte a las necesidades y preferencias individuales garantizará un envejecimiento pleno, duradero y feliz. Así que, adelante, ¡nunca es tarde para cuidar de la salud!

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