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Los exfutbolistas tienen más probabilidad de sufrir demencia

Según un estudio de la Universidad de Nottingham, los ex jugadores de fútbol tienen casi 3,5 veces más probabilidades de padecer enfermedades neurodegenerativas, y el doble de sufrir en concreto demencia, que la media de los ciudadanos.

La investigación, denominada Focus y encargada por la Football Association (la Federación Inglesa de Fútbol, FA por sus siglas en inglés) y la Asociación de Futbolistas Profesionales, coincide con la creciente preocupación que se está registrando en el mundo del deporte sobre las consecuencia de las conmociones cerebrales que se producen durante los partidos y los entrenamientos.

La atención a estos problemas recibió un fuerte impulso en 2015, cuando la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) llegó a un acuerdo de 1.000 millones de dólares para resolver miles de demandas de exfutbolistas que sufrían problemas neurológicos. Desde entonces, en muchos deportes se han reforzado los protocolos en materia de conmoción cerebral, como ha ocurrido recientemente en el fútbol.

Los ex jugadores profesionales viven tres o cuatro años más

Las conclusiones del estudio de la Universidad de Nottingham se hallan claramente en línea con las que arrojó un estudio anterior, encargado asimismo por la Federación inglesa. Como ha señalado la doctora Charlotte Cowie, jefa de medicina de la FA, “el estudio Focus confirma los hallazgos obtenidos anteriormente en el estudio Field, que sugieren un mayor riesgo de enfermedad neurodegenerativa en los ex futbolistas profesionales que en la población general».

“El 2,8% de los futbolistas profesionales retirados que participaron en el último estudio”, ha precisado la doctora, “contaban con un diagnóstico médico de demencia u otras enfermedades neurodegenerativas, frente al 0,9% de las personas que formaban parte de los grupos de control. Esto significa que los primeros tienen 3,46 veces más probabilidades de padecer enfermedades neurodegenerativas”.

“Además”, ha añadido, “el estudio también ha mostrado que los futbolistas retirados tienen el doble de probabilidades de estar por debajo de los umbrales establecidos en algunas pruebas de demencia que la población en general”.

Por el contrario, las conclusiones del primer estudio apuntaron a que los ex futbolistas profesionales viven unos tres años o cuarto más que un ciudadano medio y tienen menos probabilidades de morir de enfermedades cardiacas, respiratorias o cáncer.

Los principales factores de riesgo

Algunos colectivos especialmente interesados en estos problemas han acusado a la FA de no hacer lo suficiente para ayudar a los ex jugadores que ahora sufren enfermedades neurocognitivas. Sin embargo, esta ha respondido a las críticas señalando que ha introducido directrices en materia de conmociones cerebrales que son pioneras en el mundo del futbol, ha restringido la práctica de los cabezazos al balón en los entrenamientos y ha prohibido los cabezazos deliberados en las competiciones de menos de 12 años.

En todo caso, aunque se está registrando una creciente preocupación por las consecuencias de los cabezazos al balón, la FA recordó en su momento, con ocasión de la publicación del estudio Field, que “no hay pruebas que demuestren que cabecear pueda causar daños a largo plazo”, ni tampoco que los riesgos sean mayores si se practican en las etapas juvenil o infantil.

Sin embargo, aunque no aconseja aprobar ningún cambio en las reglas del juego al respecto, sí apoya “la aplicación de unas directrices para la práctica del cabezazo que son de sentido común y están en consonancia con la práctica moderna de los entrenadores”.

En todo caso, ha subrayado que hay factores que están mucho más ligados al riesgo de sufrir demencia que los cabezazos. Entre ellos, son especialmente relevantes la falta de actividad física, el tabaquismo, la hipertensión, el colesterol alto, la mala alimentación o el consumo excesivo de alcohol.

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