Restan menos de 10 jornadas para que finalice la Premier League y el Arsenal de Mikel Arteta tiene, cada vez más, en su mano el título. El club gunner no se alza con el trofeo liguero desde la campaña 2003/2004. Un año inolvidable para los aficionados del norte de Londres. Aquel Arsenal finalizó el campeonato invicto, con 26 victorias y 12 empates y a sus jugadores se les apodó como ‘Los Invencibles’.
Un equipo de ensueño. Dirigidos desde el banquillo por Arsène Wenger y capitaneados en el campo por Patrick Vieira, Thierry Henry y Dennis Bergkamp deslumbraron al fútbol europeo y mundial. Consiguieron una de las hazañas más grandes de la época moderna. Sin embargo, hubo momentos en los que pareció que el equipo sucumbiría. Especialmente con la remontada ante el Liverpool para defender Highbury.
🤯 La remontada frente al Liverpool
Si hubo un día en el que el Arsenal de ‘Los Invencibles’ estuvo a punto de dejar de serlo fue el 9 de abril de 2004. El partido se jugó en Highbury. Enfrentó al cuadro del norte de Londres con el Liverpool y fue correspondiente a la jornada 32 de la Premier League. Es recordado como uno de los mejores de aquella temporada.
Los reds estaban dirigidos por Gérard Houllier, otro técnico francés. El club del Merseyside llegó a Highbury en la cuarta plaza inmiscuido en la lucha contra el Newcastle United por sellar una plaza de acceso a Champions League. Posición que finalmente conseguirían y que sería clave, ya que con la llegada de Rafa Benítez conquistaron la Liga de Campeones la siguiente campaña.
El Liverpool contaba en sus filas con jugadores como Jamie Carragher, Steven Gerrard o Michael Owen. Jugadores de talla mundial. Los reds arrancaron el partido dominantes. Se adelantaron con un córner en el minuto cinco de partido. Sami Hyypia con un potente cabezazo batió Jens Lehmann. El Liverpool dominó los primeros compases de partido y al Arsenal se le vio superado como pocas veces.
Aunque este Arsenal fue invencible porque aparte del componente futbolístico, tenían un carácter ganador inquebrantable. Henry consiguió empatar, pero el Liverpool pudo colocarse de nuevo en cabeza gracias a un tanto de Owen. Highbury se silenció durante el descanso, como no lo había estado en toda la temporada.
Los jugadores cuentan que la charla de Arsène Wenger en el descanso fue muy emocionante. El Arsenal salió en tromba, puesto que no iba a permitir la derrota. Y no tardó mucho en marcar, ya que Robert Pirès colocó el empate. Desde ahí el Liverpool bajó los brazos y no pudo contener a los gunners. Henry completó el hat-trick y la remontada. Muy recordado fue el 3-2 cuando regateó a toda la defensa y tiró a Jamie Carragher al suelo.
Un partido para el recuerdo, que se vivió con mucha tensión en Highbury y que a falta de seis jornadas para el final confirmó que este Arsenal era invencible.
⚽ De enero a marzo, la forja de los invencibles
Antes, el momento clave para alzarse con el título residió en el inicio de la segunda vuelta, con las nueve victorias consecutivas de los gunners. También consiguieron dos en la Champions ante el Celta de Vigo en los octavos de final durante ese periodo. El Arsenal era segundo es esos momentos y esa racha les catapultó hacia el primer puesto. Desde el mes de enero hasta el mes de marzo los de Wenger contaron sus choques por victorias. Una hilera de triunfos que el Chelsea de Claudio Ranieri, su máximo perseguidor, no pudo resistir.
1️⃣1️⃣ Un Arsenal histórico
El Arsenal alcanzó el pico más alto de su amplia trayectoria como club en el curso 2003/2004, rozando la excelencia. Los de Arsène Wenger ganaron de forma invicta la Premier League, única vez desde que la competición se denomina como tal (1992/1993) y segunda en la historia del fútbol inglés (Preston North End 1888/1889).
El técnico francés dio forma a un once reconocible. Una plantilla muy segura atrás, de hecho y pese a que en ataque también era demoledora, su fuerte estaba en que apenas encajaba. Con Jens Lehmann como muro y portero menos goleado (26). Un centro del campo muy físico dominado por el capitán Patrick Vieira, y mucha calidad de tres cuartos hacia adelante. Comandado por un Thierry Henry en estado de gracia, máximo goleador de la Premier (30). Casi nada.
