New Newcastle United Sporting Director Dan Ashworth
Fútbol internacional

Dentro del éxito del Newcastle United: más allá del dinero

Como de costumbre, si uno se compra un Ferrari y va vestido con ropa de la pyme de su pueblo, la gente no hablará de vaqueros ni de sudaderas a juego. Hablará del coche, al igual que en el Newcastle se habla de los más de 70 millones que invirtieron en Alexander Isak. Un capricho a sobreprecio que, encima, no han aprovechado demasiado, dadas sus lesiones. Sin embargo, la política de fichajes a lo largo del último año se resume en que estos son pocos, buenos, algunos bonitos y, dentro del contexto Premier League, baratos.

🤷 Mala fama… por desconocimiento

Lo fácil con el Newcastle sería decir que su cambio, radical, se basa en que tiene el dinero por castigo desde que lo compró el estado Saudí. Y, en parte, es cierto. Desde entonces, han llegado jugadores que le han cambiado la cara al equipo, como Sven Botman o Bruno Guimarães, otros que pueden seguir maquillándola próximamente, como Alexander Isak, y un entrenador y director deportivo que mantienen una gestión ejemplar.

Sin dinero, estos no estarían en el nordeste de Inglaterra. Ahora bien, en Inglaterra, cuentas bancarias a rebosar tienen todos. La diferencia es que en St. James’ Park lo están utilizando especialmente bien. Porque, por muchos millones que haya de por medio, el Newcastle United no ha caído en la tentación de ser el club más artificial de la Premier League, sino que ha dejado de ser el hazmerreír de la competición para evolucionar a uno de esos que no te quieres encontrar nunca. ¿Los méritos? De Dan Ashworth y Eddie Howe, principalmente.

👏 Dirección deportiva top

Hablemos de fichajes. Dos laterales como Trippier o Targett por menos de 20 kilos cada uno, poco más de 10 por un portero de garantías como Nick Pope, 15 por un defensor polivalente como Dan Burn y rondan los 40 un central con aires de grandeza como Botman. O un Bruno Guimarães del que, visto su nivel, lo de menos es el precio. Donde sí despilfarraron algo más fue en Chris Wood y en Joe Willock, dos piezas que rondan los 30 millones y que, si bien tienen minutos con asiduidad, no son cabeza de proyecto. Pero hay que entender que existía una necesidad que también se paga en dinero. Porque el Newcastle terminó el Boxing Day de 2022 como segundo clasificado, pero hace un año era segundo… por la cola.

Si nos ponemos éticos, es cierto que Wood, el delantero neoelandés, llegó procedente de un Burnley, que era rival directo por la permanencia y al que dejó sin alma con su adiós. Algo poco bancable, pero inteligente. Y, hablando de Oceanía, Garang Kuol, considerado a sus 18 años la mayor perla del fútbol australiano, ha firmado ya su nuevo contrato por el Newcastle United por menos de un millón de euros. A largo plazo también edifican desde ya. Estos son los once fichajes de las urracas en un año. El primero de una era que muchos conocen por la polémica inyección saudí, pero en el que se habla poco del trabajo de Dan Ashworth, el arquitecto del Brighton entre 2019 y 2022, que tanto bien le hizo a los de la costa sur.

👔 Entrenador coherente y camaleónico

Por si fuera poco, el elegido para el banquillo, tras recibir la negativa de Unai Emery, fue Eddie Howe. Otro acierto de Dan. Un estratega inglés, de los que ya no predominan en la Premier, con cierto cartel, pero que venía de descender con el Bournemouth en 2020. Mucho bien le hizo el entrenador al Newcastle, como cada oportunidad de mercado que Ashworth firmó. Sobre todo, Howe se adaptó a lo que había hace un año, con un fútbol más pragmático, de repliegue y transición, que era la tónica habitual del equipo desde casi la prehistoria. La permanencia nunca fue un problema, los suyos volaron en la segunda vuelta.

Sin embargo, enriqueció progresivamente su propuesta, a medida que su mano derecha le regalaba jugadores acordes a la idea que querían implantar. Hoy en día, el Newcastle no practica el fútbol más alegre y atractivo de la Premier League, pero es tan poco rudimentario que, para comprobar si de verdad son ellos, hay que mirarlos dos veces.

Incómodos desde la presión, muy solidarios en el esfuerzo y con salidas de balón más elaboradas y bien interpretadas en función de qué licencias otorga el rival. Así es cómo Eddie Howe minimiza contrarios, a tal punto que promedia poco más de un gol en contra cada dos partidos y que apenas dos gigantes, como Manchester City y Liverpool, le han marcado más de un tanto en un mismo partido.

Hay dinero en Newcastle, sí, pero, ante todo, hay proyecto.

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