Desde hace una semana, el futuro del Liverpool es incierto. Jürgen Klopp, la persona más importante del club, anunció su marcha a final de la presente temporada. Tras esto, se empezó a especular sobre lo que sucederá con los jugadores que dieron forma al proyecto. Virgil van Dijk, Trent Alexander-Arnold y Mohamed Salah acaban contrato en 2025; y las declaraciones del primero no ayudaron a calmar las aguas. «No sé lo que va a pasar«, comentó. Pese a ello, entre tanta inestabilidad, ha surgido una nueva esperanza en forma de canteranos. Jarell Quansah y Connor Bradley serán los pilares de ese nuevo proyecto pos-Klopp.
Jürgen Klopp, el hombre que cambió la historia moderna del Liverpool
🚀 La tremenda irrupción de Quansah y Bradley
Desde Trent Alexander-Arnold, no había semejante irrupción en el primer equipo. La de Curtis Jones pudo ser similar, pero la de Bradley ha sido superior. Cuando salió cedido al Bolton, nadie pensaba en que se convertiría en semejante supernova. Ante la lesión del lateral titular, ha asumido los galones con una naturalidad impropia de su experiencia. Sin tener el pie privilegiado del ’66’, ha demostrado que puede ser importante en la circulación de balón del Liverpool. Es un jugador de banda más clásico, con mayor despliegue que Trent, y eso le ha dado variantes distintas al equipo. Sus 4 participaciones en goles durante sus 2 únicos partidos de liga hablan bien de ello. Con ello, consiguió ser el segundo defensor en la historia de la Premier en contribuir en 3 o más goles en un solo partido. El primero fue el propio Alexander-Arnold. No le van a cerrar la puerta que ya ha derribado.
Luego, por otra parte, está Quansah. Sin hacer tanto ruido en sus primeros minutos y por tener una irrupción más espaciada en el tiempo, da la sensación de que su impacto ha sido menor. Pese a ello, no quedan dudas de que es el mejor heredero posible de Virgil van Dijk. Y esto, en clave Liverpool, son palabras mayores. El joven de Warrington, a punto de cumplir 21 años, aúna las virtudes que hacen diferencial al gigante holandés. Es imponente en el juego aéreo, tiene un pie privilegiado para los envíos en largo y transmite una seguridad pasmosa. No ha tardado en hacerse hueco en la rotación de los reds por las lesiones, y el nivel de la zaga no ha disminuido ni un ápice. Es ese central que han buscado desde que aterrizó van Dijk en 2018, el que es capaz de tener rendimiento inmediato mientras se erige como el futuro titular.
Quansah y Bradley son de la misma edad, y han escalando juntos hasta el primer equipo del Liverpool.
🪞 Trent Alexander-Arnold, el espejo en el que mirarse
Pese a que con Bradley es más evidente por su posición, Quansah también en Trent a un referente en el que fijarse. Recientemente, el canterano del Liverpool superó los 300 partidos con la elástica del club de su vida. Así como ellos, llegó en un tiempo de cambio al primer equipo. Debutó con Klopp, cuando su proyecto no estaba tan establecido como ahora. Poco a poco, a base de aprovechar sus minutos con el primer equipo, se estableció como uno de los pilares de aquellos reds que soñaban con volver a ganar. Creció con el equipo hasta lo que es hoy. Pasó de ser un lateral prometedor a uno que ha definido como debe actuar con balón un lateral en la actualidad. Él personificó el proceso del kloppismo.
Puede ser que ninguno tenga ese talento tan especial, pero es el modelo que deben seguir para establecerse como el puente entre los últimos días de Klopp en Anfield y lo que está por venir. A su vez, juega a su favor el que van a aterrizar en un equipo más establecido. Que definan su rol en el futuro de la plantilla del Liverpool será más sencillo tras estos primeros pasos en firme. Y, además, su buen desempeño y potencial apunta a que su suelo está más alto que el de Trent en sus inicios. Esta teórica estabilidad respecto a su rendimiento, de cara a un futuro incierto, es lo que les hace ser un foco de esperanza.
Now > Then. 300 appearances for the reds. pic.twitter.com/YHo9V6EZhM
— Trent Alexander-Arnold (@TrentAA) February 1, 2024
💭 ¿Lograrán rellenar el vacío en el Liverpool?
Al mismo tiempo, esa comodidad puede ser una desventaja, pues son dos futbolistas que tienen una red de seguridad por detrás. Han entrado en un equipo que vive una buena dinámica y que ahora está extramotivado por el adiós de su entrenador, por lo que su rendimiento puede ser fruto del colectivo. Además, nadie tenía la expectativa de que dos críos del 2003 sacasen las castañas del fuego al Liverpool cuando tocase rotar. Igual que han subido velozmente, su importancia puede caer igual de rápido. Son jóvenes, por lo que sería comprensible que sucediese. Pese a ello, ya han despertado la llama en Anfield. Son la muestra de que hay algo más allá del último partido de Klopp.
Son una suerte de esos jugadores del modo carrera del FIFA que aparecen con el mismo potencial y distinto nombre que el que se marcha, como si fuesen fruto de una profecía. De momento, han llegado para ser la luz al final de un túnel de incertidumbre. Para eso mismo se formaron juntos en la cantera del Liverpool, y ya han dado el primer paso hacia la eternidad. Al menos, pase lo que pase, ya saben que formarán parte de la historia de su club. Ellos verán el cambio de la era Klopp a lo que está por venir, y, con algo de fortuna, lo liderarán. El futuro y su continuidad solo les pertenece a ellos y a su rendimiento.
