Mykhaylo Mudryk Chelsea
Fútbol internacional

Mykhaylo Mudryk, un soplo de aire fresco para el Chelsea

En su debut en la Premier League, Mudryk debió haber conquistado muchos corazones. Sobre todo, en Sudamérica. Porque madrugar un sábado para ver el partido tan soso que brindaron Liverpool y Chelsea (0-0) hasta su ingreso y el de Darwin Núñez, con imprecisiones y un punto de miedo teniendo en cuenta el fútbol que predican Klopp y Potter, no fue plato de buen gusto. Pero mereció la pena, al final, por la irreverencia del extremo ucraniano en la última media hora. Como cabría esperar, fue la daga más punzante en un Chelsea que, de inicio, quiso despedazar a los de Merseyside con once cucharas de postre. Lo que no esperábamos es que Mykhaylo fuese a hacerlo en sus primeros minutos vestido de blue. Llegar y besar el santo.

🕴️ Jefe de la banda izquierda

Aunque lo pudo besar más, de haber estado inspirado en los últimos gestos. Dispuso de dos buenas ocasiones en las que no fue resolutivo, pero, para llegar ahí, mostró todo su arsenal. O todo su repertorio, mejor dicho, que es lo mismo, pero no da igual: la agresividad que le caracteriza estuvo presente, pero también su faceta atrevida y lúcida en un par de acciones en espacios reducidos, que no es su principal fuerte. Nada más ingresar en el terreno de juego, con un slalom angelical dentro del área a la altura de muy pocos jugadores por técnica y determinación, una de las mejores definiciones de su fútbol.

Las siguientes intervenciones fueron muy diferentes en forma, pero con la misma mala leche, que es la expresión más atinada para describirle. Retó a Milner al espacio y a la leyenda de la Premier League, hoy lateral diestro por las molestias físicas de Trent, no le quedó más remedio que cortar por lo sano una carrera que olía a ocasión flagrante. Mudryk pasó de ángel a demonio en un abrir y cerrar de ojos. Y para rematar un partido muy completo por su parte, dejó patente que para presionar y robar, así como para asociarse y filtrar balones, también se puede contar con él, aunque sus highlights se centren en presentarle abrasando los espacios. Con desmarques o, sobre todo, en conducción, marca de la casa. Algo que aún no ha enseñado a sus fieles en Inglaterra.

🥷 También sicario a sueldo

Cuando el Chelsea atacó por su sector zurdo, retroalimentó bien a sus nuevos camaradas. Y cuando lo hizo por el diestro, para aprovechar que por ahí merodeaba un Ziyech motivado pese a arrancar como carrilero en un equipo que cerraba con línea de cinco y atacaba con una de cuatro, Mudryk también hizo lo que se le pide a un atacante de lado débil. Aunque de débil tenga poco. Estirar a su equipo también a lo ancho y guardar su momento para herir entrando al segundo palo.

En esa ocasión, solo su defectillo de confiar demasiado en la diestra y poco en su zurda le privó de poner en serios apuros a Alisson Becker. Mykhaylo no marcó, pero hizo que los hinchas reds saliesen de Anfield con la tensión mucho más alta de lo que habían entrado. Por su bien, convendría que no ingiriesen refrescos u otros espirituosos, después de lo que amenazó Mudryk a su sistema cardiovascular. No es poca cosa para tratarse de un estreno.

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