Wolverhampton Wanderers v Manchester United - Premier League
Fútbol internacional

Los ‘Wolves’ que quiere construir Lopetegui sí son lobos

El desembarco de Julen en la Premier League, su primera experiencia fuera de la península ibérica, no ha sido tan negativo como parece. Cogió un equipo al que sorprende ver en descenso y que sigue penúltimo; pero debutó ante el Everton (rival directo) con victoria en el descuento, estuvo a punto de eliminar al Liverpool de la FA Cup en Anfield y solo ha perdido uno de los cuatro partidos desde que se sentó en el banquillo, sin contar la eliminación de Carabao Cup en penaltis contra el Nottingham Forest. Y, pese a esa única derrota (1-0) en Premier League, no compitió mal frente al Manchester United.

En cualquier caso, las sensaciones mejoran a los números, porque Lopetegui ha mostrado una versión consecuente con los jugadores que tiene, que deberían ser más que suficientes para revertir la situación.

🇵🇹+🇪🇸 De wolvinhos a wolves ibéricos

Desde la vinculación de Jorge Mendes con el club del Molineux, la llegada de futbolistas portugueses ha ido in crescendo hasta el punto de que ya es la nacionalidad predominante, con diez jugadores lusos en plantilla. El último en llegar, en verano, un Gonçalo Guedes que no ha sido la única incorporación vinculada a España. Un motivo que explica, aunque no haga falta para quienes le conocen, cómo se desgañita Lopetegui en la banda. Nuestro país cuenta con cuatro jugadores nacionales en el primer equipo: Jonny Otto y Hugo Bueno, que ya estaban el curso pasado (el segundo en la cantera), el recién fichado Diego Costa o un Adama Traoré de regreso tras jugar en el Barcelona la segunda parte de la 2021/2022. 

🙄 Bueno, bonito y con techo alto

Todos los futbolistas españoles cuentan con minutos, aunque los realmente importantes en el inicio de la era Lopetegui, han sido los tres últimos. El más desconocido, Hugo Bueno, de características interesantes para la élite: rápido, zurdo, con buena carrocería, competitivo en defensa, que debutó en octubre en partido oficial y al que, ni le quema la pelota para intentar jugadas de lateral moderno, ni es limitado técnicamente para combinar o conducir. Jugador a seguir el gallego, dorsal ’64’ a la espalda, a sus 20 años. Hermano gemelo de Guille Bueno, ahora en la cantera del Borussia Dortmund.

🙄 ¿Diego Costa no estaba retirado?

Tras una vuelta de puntillas por el fútbol brasileño, de la mano de Atlético Mineiro, el ex de Atlético de Madrid, Rayo Vallecano o Real Valladolid, entre otros, ha retornado a la Premier League y, por ahora, deja atrás un historial de lesiones que limitó bastante a un ‘9’ pujante como el que más, que necesita un físico óptimo para brillar. No es su primera aventura en Inglaterra, ya que entre 2014 y 2017 se marchó al Chelsea de Mourinho, Holland, Hiddink y Conte. Aquel nivel, prácticamente inalcanzable ya, a sus 34 años.

No obstante, el fondo de armario en la delantera del Wolverhampton es realmente competitivo y complementario entre sí. Porque otro antiguo colchonero, recién llegado de la Liga Santander, es Matheus Cunha. En este caso, más autosuficiente para gestionar transiciones, técnico en conducción y hábil en sus caídas a banda, aunque con la pólvora mojada en este momento de su carrera. Sin olvidar, por supuesto, a un Raúl Jiménez que ya no es ni la sombra de la estrella del equipo que fue antes de la fractura craneal sufrida en 2020. Aun así, inteligente y fino en sus apoyos, apto para compartir la punta con uno de los dos brasileños.

🐺 Lobos hambrientos

El plan de partido del Wolverhampton, en los primeros encuentros de Lopetegui, no ha sido nada revolucionario. Más bien, ha sido pragmático, con matices interesantes respecto a lo que había. Un plantel que, mayoritariamente, no muerde en campo rival, para priorizar la solidez en bloque medio.

Bajo un 1-4-4-2 en defensa, de extremos implicados en el retorno, que varía ligeramente a 1-4-2-3-1 para atacar: con laterales largos y enérgicos como Semedo y Hugo Bueno; Rúben Neves compensando en sus labores de distribución cerca de los centrales y, en ocasiones, con los atacantes yendo de fuera a dentro para explotar la creatividad de Podence o la agresividad de Hwang. Un plan que potencia a estas piezas.

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🍹 En la fiesta de Adama, Neves y Nunes

Eso en cuanto a posicionamiento. En lo que a intencionalidad se refiere, son unos ‘Wolves’ de naturaleza vertical. Buscar que no pasen demasiadas cosas, sin renunciar a correr en transición. Adama Traoré es uno de los que más agradece este patrón, sacrificado en defensa hasta cerrar como un doble lateral derecho que arrope a Nélson Semedo, pero con pista de despegue para proyectarse gracias a uno de los físicos más particulares del planeta fútbol. Ha ganado minutos y un contexto que debe sacar su mejor versión.

Pero, para poder correr, hace falta hacerlo con sentido y no solo con piernas. De eso se encarga la sala de máquinas, compuesta en la base, mayoritariamente, por un Rúben Neves que cuenta con un muy buen desplazamiento largo y Matheus Nunes en la segunda altura. Este es un acelerador nato gracias a su control orientado para girar, conducción vertical para rajar o pase filtrado que rompa una o dos líneas y halle compañeros entre líneas o a la espalda de la zaga rival. Vital, por ello, acabar jugadas para no partirse, pero también están ciertamente resguardados por las vigilancias y persecuciones de Collins y un Kilman que es otro centrocampista lanzador, disfrazado de central. Así es el Wolverhampton de Lopetegui, un equipo que habla el mismo lenguaje futbolístico. Uno que invita al optimismo.

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