La temporada 2024/2025 de LaLiga arrancó en clave colchonera con un choque electrizante en el Estadio de la Cerámica, donde el Villarreal y el Atlético de Madrid firmaron un justo empate (2-2) que dejó al aficionado medio con ganas de más. De mucho más. En un partido que fue de más a menos, ambos equipos demostraron que están listos para competir al más alto nivel desde el primer minuto de la campaña, cada uno con sus armas y con sus correspondientes recursos.
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📚 Un Atleti que vuelve donde lo dejó
El Atleti, con sus aspiraciones de título renovadas, se presentó en tierras castellonenses con un once de lujo, pero pronto descubrió que el Villarreal no estaba dispuesto a ser un mero espectador en este estreno liguero, por más que Sørloth ahora vista la camiseta rival y haya cambiado el amarillo por las franjas rojiblancas.
Imparable en carrera. Perfecto en la definición.
🐍 La PICADURA de Danjuma. #VillarrealAtleti #LALIGAEASPORTS pic.twitter.com/5l2kV5fY3H
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Con unos queriendo desplegar todo el potencial de su plantilla y otros queriendo reafirmar su condición de candidatos, el partido no tardó en explotar. Danjuma, de vuelta en Vila-real, rompió el hielo, aprovechando la presión del Atleti para exprimir su velocidad a campo abierto, levantarle las pegatinas a Witsel y batir a Oblak con un disparo cruzado con la izquierda posterior a una serie de amagos. Concluido el infructuoso periplo inglés en Everton y Tottenham, ‘La cobra’ volvió a picar casi un año después.
La alegría local duró poco. Menos que poco, pues apenas una jugada después, Marcos Llorente igualó el marcador con un remate potentísimo al primer palo, tras una asistencia absolutamente genial de Griezmann, al primer toque, que rubricaba una sociedad portentosa en el sector derecho atlético, en el que también se integró Pablo Barrios.
🍮 El Villarreal bajó el suflé
El ritmo del partido se intensificó, con presiones y ataques rápidos. Y las ocasiones comenzaron a sucederse en ambas áreas. Lino rozó el gol para el Atlético, aunque fue el Villarreal el que volvió a adelantarse gracias a un desafortunado autogol de Koke tras un centro de Baena que Oblak no acertó a despejar. No está Jan en su mejor momento de forma.
Pregunta, respuesta. En otra prueba de resiliencia, el Atleti volvió a responder con una jugada similar a la anterior, en la que el campeón olímpico hizo de Llorente, ganó la línea de fondo y le puso un centro preciso a Sørloth, que igualó el marcador justo antes del descanso con un cabezazo imparable ante sus exaficionados, a los que guardó respeto.
La segunda mitad comenzó con un ritmo más pausado, con el cansancio haciendo mella en ambos equipos. Simeone movió el banquillo en busca de frescura, pero encontró todo lo contrario. Nahuel Molina y Rodrigo de Paul lastraron el notable rendimiento del equipo con balón.
Tampoco supuso ninguna mejoría el debut de Julián Álvarez con la camiseta rojiblanca. Más allá de expectación, el argentino apenas tuvo tiempo de mostrar su potencial y de enriquecer a un colectivo ya lastrado. En cambio, en el Villarreal, el carrusel de cambios ilusionó al lucir un fondo de armario que puede ser diferencial. Gueye, Ilias o, sobre todo, Nicolás Pepé, estuvieron a punto de darle la victoria al Villarreal. Al final, el marcador no se movió y el 2-2 se mantuvo hasta el pitido final. Un resultado justo para un partido que tuvo de todo.
