Barcelona

Dembélé y Ter Stegen encargan unas semifinales de Copa para el Barça

El Barça jugará las semifinales de la Copa del Rey tras derrotar a la Real Sociedad por 1-0 en el Camp Nou. Lo hizo en un homenaje a la intensidad y al esfuerzo. Imanol Alguacil tuvo que hacer encaje de bolillos para jugar ante el equipo azulgrana. Por las bajas y por la expulsión de Brais Méndez antes del descanso por un feo (e innecesario) pisotón a Busquets. Sin embargo, los donostiarras murieron de pie ante un Dembélé imparable. ‘El Mosquito’ tuvo el día: fluyó entre regates, pases, centros… y se atrevió con un remate potente que superó a Remiro en el primer palo. Pudo hacer más el portero realista, que dio un paso en falso a la espera del centro del francés.

El Barça, paradógicamente, jugó mejor contra 11 que ante 10. La Real se creció ante la adversidad y los catalanes volvieron a rezarle a San Ter Stegen. Primero, el alemán intervino para subsanar un error propio ante Robert Navarro y, después, detuvo un disparo de Olasagasti en el tiempo añadido. Para colmo de los visitantes, Sørloth falló una ocasión a puerta vacía y Kubo remató un balón al travesaño. No se lo creían los txuri–urdines. Aplausos para ellos. Por su parte, el Barça ya espera rival en las semis del torneo del KO. Han llegado a la penúltima ronda en 11 de las últimas 15 temporadas.

🦟 Dembélé estuvo en modo «atrápame si puedes»

‘El Mosquito’ está fino desde que llegó del Mundial. Volando y picando con más fuerza que nunca. Asume con gusto la responsabilidad de desequilibrar en el Barça. Fue un tormento para la Real. Trazó las diagonales que quiso hacia dentro, filtró buenos pases a los interiores que se incorporaban desde segunda línea y marcó el gol que definió la eliminatoria. El ‘7’ le señaló el pase a Koundé y sorprendió a Remiro con un fuerte disparo al primer palo. El portero txuri-urdin no estuvo fino. Pensó que centraría. ‘Dembo’ es un jugador inesperado.

Cada balón que pasó por los pies del extremo del Barça salió con un plus de peligrosidad para los culés. ¿La pena? Que no siempre rinde a este nivel. El francés va montado en una montaña rusa repleta de subidas, bajadas y loopings. Ahora está arriba, quizás en la parte más alta, pero no sería la primera vez que a este pletórico momento suceden vertiginosos bajones. Es entonces cuando se pierde entre fintas y regates inservibles. Pero, sin duda, cuando está picante, es un jugador diferencial. No para los goles, sino para la generación del caos. Una función que Dembélé tiene integrada en su naturaleza.

🧩 Imanol y su puzle en el Camp Nou

La Real Sociedad se presentó en el Camp Nou con ocho bajas. Dos de extrema importancia: Mikel Merino y David Silva. Imanol Alguacil planteó un 1-4-3-1-2 (su habitual 1-4-4-2 en rombo) con mucha agresividad en la presión, pero tuvo que recurrir al 1-5-4-1 en defensa ante el dominio de los culés. Si ya era difícil ante un Barça que ha superado 50 de sus últimas 54 eliminatorias de Copa del Rey, el partido pidió de una heroicidad tras la roja a Brais Méndez en el minuto 40. Expulsión clara por un pisotón a destiempo sobre Busquets y horizonte complicado para la Real sin tres pilares de su equipo.

Con diez jugadores, Alguacil quitó a Oyarzabal para poner a un centrocampista más como Barrenetxea y defender con un 1-5-4. No le quedaba otra al de Orio. Aunque demostró por qué esta Real es la alternativa a Madrid y Barça en primera. Venía de ganar sus últimos nueve partidos en todas las competiciones. Se crecieron los donostiarras y se merecieron más. Poco premio a su esfuerzo. Kubo al travesaño, Sørloth a puerta vacía y Robert Navarro y Olasagasti ante Ter Stegen perdonaron el empate. No pudo ser en el Camp Nou, pero da gusto ver competir al equipo de Imanol Alguacil.

🧪 Xavi y la fórmula del cuarto hombre

Parecía impensable ver a un Barça que no fuera con el habitual 1-4-3-3, pero Xavi ha encontrado la solución a muchos problemas de su equipo, incluyendo un centrocampista más. Entre el 1-4-4-2 y el 1-3-4-3 el Barça vive mejor. Ve la vida de otro color y sale ganando esa idea de los locos bajitos que tantos éxitos le ha dado a los catalanes. Siempre hay un hombre libre y, gracias a ese sistema y su correspondiente disposición, los culés circulan mejor y con más rapidez el balón.

En este sistema, Busquets está protegido por Frenkie y puede brillar más. Además, Frenkie se siente importante y se convierte en el termómetro del equipo, mientras Gavi y, sobre todo, Pedri se mueven entre líneas indetectables. Contra la Real, Busquets tocó 133 balones, con un 94% de acierto en pases, ganó nueve de 14 duelos, recuperó siete balones e interceptó dos más. Impecable su partido. Buena Real y solvente Barça. A por las semis.

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