Un buen amigo dice que «hay jugadores buenos o malos que se hacen mejores o peores dependiendo del sistema y esquema de su entrenador». Jorge Valdano apunta que «el fútbol es un estado de ánimo». Dos frases que resumen a la perfección la carrera de Enes Ünal desde que desembarcó en España. Un delantero centro que llegó con mucho cartel a la liga, que no salió de ella por su déficit de rendimiento y que ahora lidera la delantera de un Getafe que si no es del todo decepcionante es gracias a los goles y el vendaval de recursos del artillero turco.
🧸 De promesa a juguete roto
Cuando el Manchester City desembolsó unos 4,5 millones de euros por el Enes Ünal que comenzaba a despuntar a sus 18 años en el Bursaspor turco o cuando el Villarreal pagó 14 tras su fructífera cesión al Twente neerlandés, las expectativas en torno a su figura fueron superiores al nivel ofrecido. Sin demasiadas oportunidades en el ‘Submarino Amarillo’, por la competencia con Nicola Sansone, Carlos Bacca o Roger Martínez, se marchó cedido al Levante y Valladolid, respectivamente. Tampoco se asentó en ninguno y pasó a ser uno de esos jugadores nómadas que iban de cesión en cesión, que invitan al aficionado a desconfiar de su talento. Cualidades mostradas a cuenta gotas, eclipsadas por su falta de confianza.
💙 De juguete roto a corazón del Getafe
Hasta que llegó al Coliseum, el lugar donde su fútbol resurgió de las cenizas. El que tuvo, retuvo, y de la mano de Quique Sánchez Flores recuperó su liderazgo, la puntería goleadora y el desparpajo para intentar chilenas o disparos inverosímiles, en los que solo él confiaba muchas veces. Y nos calló la boca, porque marcó chicharros a la altura solo de los elegidos en la primera división del fútbol español.
Enes Ünal, después de superar un bache de rendimiento de casi un lustro, es bastante más que un goleador. Es el alma del Getafe, el que convierte el agua en vino y los panes en peces, dentro de un plantel bastante rudimentario. Uno que prioriza el orden defensivo e hipoteca la mayoría de sus ataques a lo que rasquen sus delanteros de los balones largos que reciben, casi de cualquier manera, a veces.
👨🏻❤️👨🏻 El mejor amigo en la carrera de Mayoral
Junto al canterano del Real Madrid, Enes conforma una de esas duplas complementarias y especialistas en interpretar cómo generar valor añadido de situaciones en las que no disponen de ventaja numérica o táctica. Cuando uno va al duelo aéreo, el otro rompe al espacio o merodea la zona en la que puede caer el esférico para ganar la segunda jugada. Cuando uno ataca el área o el primer palo, el otro se apodera de la frontal o del segundo poste. Juntos son mucho más que separados. Con ellos, el Getafe está mucho más cerca del gol y la victoria. Son una de las dobles puntas más eficientes del fútbol español.
🤔 Enes Ünal: ¿el ‘9’ más imprescindible de la liga?
Tras 24 jornadas, el delantero turco es el cuarto máximo goleador de toda la liga española… en el cuarto equipo que menos goles marca. Tiene mérito. Y dependencia de su acierto demuestra el Getafe, porque el 43,5% de los goles del conjunto azulón (10 de 23), son de Enes Ünal. Unos números que le sitúan, incluso, por encima de los porcentajes de Joselu Mato en el Espanyol o de Iago Aspas con el Celta, solo por detrás de Vedat Muriqi en Mallorca. Equipos dependientes de un goleador, entre los que se encuentra el ‘Geta’.
El reto ahora para Enes está en mantener la regularidad y replicarlo con su selección. Muchos le consideran el heredero de Burak Yılmaz, palabras mayores, aunque no está mal tirado el paralelismo por el pundonor de ambos en equipos que les arropan poco, en los que se sienten cabeza de proyecto.