El Sevilla, en medio de su crisis deportiva, necesitaba fichajes en este mercado de invierno. Y, a poder ser, que estos funcionasen como un golpe de efecto. El gran problema es que esos jugadores no abundan. Pese a ello, la dirección deportiva de Víctor Orta ha conseguido sacar al conejo de la chistera. Hannibal Mejbri ha llegado para solucionar los problemas de creatividad de su nuevo equipo. Quizás, ni unos ni otros lo esperaban a inicio de temporada, pero más vale tarde que nunca. A orillas del Guadalquivir ha nacido una simbiosis que puede marcar los años venideros del Sevilla y del futbolista.
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✨ Hannibal Mejbri, un talento diferente
Aunque cumplirá 21 años a finales de mes y no cuenta con demasiado recorrido en la élite, Mejbri lleva tiempo sonando. Fue uno de esos futbolistas que brillan como cadetes y vuelven locos a los grandes del continente. De hecho, con 14 años movió un millón de euros por su traspaso a la cantera del Mónaco. Todos querían a ese joven centrocampista de pelo alborotado y de una gran capacidad técnica. Ese deseo se incrementó en 2019, un año después de su llegada a las categorías inferiores del club monegasco. Se empezó a correr la voz del descontento del futbolista en el Principado, por lo que era susceptible a salir. El Manchester United fue el más rápido. Pagaron 5 millones de euros fijos y otros 5 en variables por el franco-tunecino.
El hype alrededor de Mejbri era tremendo. Llegaba a una de las mejores escuelas del mundo y tenía la Premier League a un paso. Cada vez salían más los vídeos del joven centrocampista, pues su fútbol despertaba cierta nostalgia. Ya no quedan ’10’ como él, de esos que deciden con su último pase y cambian el rumbo del partido con un regate. Su posición se ha retrasado con el paso del tiempo, pero Mejbri aún conserva esa calidad diferencial. Es un futbolista muy capaz para mover el juego de los suyos. A su evidente superioridad técnica y estética con el balón, se le suma una sensibilidad especial para dar soluciones a sus compañeros cuando no lo tiene. Por mucho que se haya desinflado el globo que había a su alrededor, es difícil no creer en semejante talento asociativo.
Hannibal Mejbri era uno de los mayores talentos de las categorías inferiores del Manchester United.
⚙️ ¿Es la solución de los problemas del Sevilla en el centro del campo?
Si hay algo que le ha faltado al Sevilla en esta primera mitad de temporada es creatividad. Con Mendilibar hicieron de su apego al plan una virtud, pero es algo que les ha lastrado a la larga. Hannibal Mejbri es el jugador al que darle el balón en esos momentos. Puede ser el mejor socio de Rakitić, ya que tiene la movilidad que ha ido perdiendo el croata en los últimos años. Es una línea de pase constante que empuja al equipo hacia arriba y activa a los atacantes. Incluso puede jugar más arriba si el equipo lo necesita. Así, además de ese último pase que tanto hype generó a su alrededor, puede desarrollar su disparo de media distancia con ambas piernas. Sin ser una virtud que le sirva para ganar partidos con consistencia, es lo suficientemente peligroso como para tenerlo en cuenta.
La única duda es el esquema que usará el Sevilla para darle hueco. Han variado entre un 1-4-4-2, un 1-4-3-3 y un 1-3-5-2 desde la llegada de Quique Sánchez Flores. En el que menos cuadra es en el primero, pues supondría sentar a Rakitić o apostar por un centro del campo con menos músculo. Lo ideal sería ponerle junto a dos compañeros en el medio. Con ello, le sería más fácil aparecer a diferentes alturas y se esconderían sus defectos. Y es que, evidentemente, el perfil de Mejbri no luce tanto sin balón. Es un jugador que tiene cierta capacidad para robar balones y puede ayudar en defensa, pero toma demasiados riesgos en este aspecto y suele acabar con tarjeta amarilla. Si se le suma su poca capacidad para ganar duelos aéreos, queda un centrocampista que necesita un acompañante más físico para corregir sus fallos.
💰 Su opción de compra por 20 millones, ¿una ganga?
Hannibal Mejbri ha llegado cedido con una opción de compra de 20 millones desde el Manchester United. Por su calidad, merece la pena hacer esa inversión. Si hablamos de potencial, posiblemente sea el mejor jugador del Sevilla en la actualidad. O, al menos, es el que tiene un talento más puro. Pese a ello, queda evaluar su rendimiento en el campo. El Sánchez Pizjuán no es plaza sencilla. Sin embargo, a favor del futbolista juega el idilio que siempre ha tenido la afición del Sevilla con este tipo de futbolistas. Éver Banega o el propio Ivan Rakitić pueden dar fe de ello.
Por mucho que genere dudas que un talento así llegue al actual Sevilla medio regalado por el United, es el fichaje que había que hacer. Ha merecido tener más minutos en el Teatro de los Sueños, pues dejó su sello en el juego de los red devils en los pocos minutos que tuvo esta temporada. Mejbri quería salir, y la oportunidad que se le presentaba en Sevilla había que cogerla. Llega con cartel y con la certeza de que le necesitan. Esa confianza que no le dio Ten Hag sí la tendrá en el Sánchez Pizjuán. Por ello, él también necesita que todo salga bien. Con que muestre mínimamente todo lo que tiene, Mejbri habrá dado con el lugar adecuado para crecer; y el Sevilla, por su parte, habrá solventado gran parte de su crisis.
