Isco Alarcón está más vivo que nunca. Su reinserción en el Betis podía despertar algunas dudas en los más escépticos que se han disipado por completo exhibición tras exhibición. El estado físico del malagueño, su implicación, su determinación y su importancia en el hacer del equipo verdiblanco se han visto premiadas con una ristra de MVPs que nadie podría imaginar hace unos meses. Ningún futbolista de la competición ha podido seguir su ritmo de premiaciones a mejor jugador del partido, ni tan siquiera los grandes líderes del campeón, Vinícius o Bellingham; o las figuras más destacadas de la revelación Girona, como Dovbyk o Savinho.
En vista de que los partidos que juega Isco tienen un mismo desenlace en más del 50% de las veces, el consenso sobre su rendimiento es unánime. Cuando la gran incógnita era si merecía ir a la Selección, una fractura diafisaria en el peroné izquierdo le ha despejado las dudas a Luis de la Fuente. Pero, ¿estaba Isco al nivel para ser convocado?
Isco makes football look easy… 👏👏#LALIGAHighlights pic.twitter.com/zAiXIZTWCX
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Isco Alarcón nos enseña que estábamos equivocados
Fue el propio Isco quien levantó la liebre. Tras el triunfo del Betis sobre el Almería el pasado fin de semana, que el ’22’ verdiblanco coronó con otro alarde de relevancia, trascendencia en el juego y en el marcador, y un sinfín de recursos técnicos a la hora de sortear rivales de las formas más creativas y bellas imaginables, el malagueño fantaseó con la posibilidad de volver a ser convocado para liderar a España de cara a la próxima Eurocopa de 2024. Según contó en DAZN en el pospartido, junto a su pareja, tiene planeado un viaje de luna de miel… con una póliza de cancelación por si Luis de la Fuente requería de sus servicios.
“En junio tengo la luna de miel, pero no sé, ya veremos. Hay que estar preparado para cualquier cosa. Hemos sacado el seguro por si acaso«, comentaba entre risas el crack de Arroyo de la Miel. Una ilusión que se ha desvanecido por completo tras conocer el alcance de la lesión sufrida frente a Las Palmas.
Tras su salida del Real Madrid y lo que parecía ser el comienzo de una deriva profesional sin freno, Isco se tomó la posibilidad de fichar por el Betis como un reto personal. Era la oportunidad de demostrar a un mundo que se había olvidado de él demasiado rápido que no estaba acabado, que quedaba mucho fútbol en sus arqueadas piernas y que el fútbol de selecciones le debía una última oportunidad.
Isco y su genial respuesta sobre su luna de miel en plena Eurocopa 😅
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Los números no mienten: 28 partidos en liga española, 8 goles y 5 asistencias. 13 goles producidos. Las sensaciones, menos si cabe: Isco es el líder del equipo. El sustituto espiritual de Joaquín y el heredero de Sergio Canales, además del único capaz de subsanar el vacío de talento que la marcha de los citados y la ausencia de Nabil Fekir han provocado en el colectivo.
Pero en los feelings también hay números: en un 50% exacto de los partidos disputados por el malagueño, el trofeo a MVP fue indiscutiblemente para él. Lo recibió en los dos derbis contra el Sevilla, equipos por los que también pasó en lo que probablemente fue el peor momento de su carrera, y en otros partidos difíciles como contra el Barcelona en el Benito Villamarín o frente a rivales fuertes de la Liga como el Atlético, el Athletic, Osasuna, la Real Sociedad o el Girona. Como si fuera una máxima, si juega Isco, será el mejor. 19 condecoraciones a mejor jugador, más que ningún otro, son un reclamo más que suficiente para llamar la atención de cualquiera.
El sueño de la Eurocopa era una realidad
Ahora, casi 5 años después de la última vez que Isco se puso la camiseta de ‘La Roja’, el 10 de junio de 2019 ante Suecia, su despampanante nivel, su liderazgo e implicación y el vacío de calidad que atormenta el futuro de España podrían haber vuelto a ilusionar a una generación que vio a Isco crecer con la posibilidad de que uno de los mayores talentos de siempre en nuestro país sea importante en la Eurocopa.
Si gran parte del mérito de que el Betis de Pellegrini mantenga más abierta que nunca su candidatura europea es suya, la temporada regular de clubes en España está por concluir. Solo queda mirar hacia adelante y preguntarse si Isco hubiese tenido sitio en la Selección española.
Respuesta rápida: sí. Por experiencia, rendimiento y adecuación, Isco debería haber tenido sitio. En una nómina de centrocampistas integrada por Rodri Hernández, Martín Zubimendi, Mikel Merino, Fabián Ruiz, Álex Baena y Oihan Sancet, que fueron quienes formaron en la última convocatoria, Isco cabía. Más, en listas de 26, donde la variedad de perfiles y el talento bruto pueden ser decisivos. A mayores, sin Gavi, lesionado, y con la incógnita de Pedri, fuera de ritmo y lastrado en su confianza por las continuas lesiones. Una pena que una lesión en la recta final de la Liga haya acabado con todos los debates.