Óscar Trejo está viviendo su octava temporada consecutiva en el Rayo Vallecano. Junto a su cesión el curso 2010/2011 en la que él hubiese querido seguir, el argentino no se esconde al afirmar que el club madrileño es el equipo de su vida. Ni el dinero, ni otros proyectos más ambiciosos deportivamente han hecho al ‘Chocota’ salir de la entidad. Según Transfermarkt, con 272 es el extranjero con más partidos en el club y es el segundo en el global, solo por detrás de Míchel, actual entrenador del Girona (313). Por eso accedió a la capitanía del primer equipo hace tres años. Un viaje, sin embargo, que ha decidido aparcar.
Trejo ha dicho basta. El atacante ha decidido dar un paso al lado en la capitanía y ha explicado sus motivos a través de las redes sociales. Unas razones que esconden desgaste y reivindicación a partes iguales y una lucha ‘sorda’ con los dirigentes del club de la franja. Combatiente dentro y fuera del campo, Trejo se ha cansado de darse de cabeza contra una pared sin que nada cambie en la entidad.
Comunicado de Óscar Trejo explicando su renuncia como capitán.
😕 ¿Cómo se ha llegado a esta situación?
La razón de su renuncia es clara: desgaste. Trejo no es un capitán al uso. Alguien que solo actúa como representante cuando está jugando con su equipo. Siempre ha defendido a los suyos dentro y fuera del campo. Un claro ejemplo de su liderazgo en el campo es el penalti que le hicieron en Gran Canaria y que cedió para que marcase Bebé. Fuera, también es un referente, y eso ha hecho que luche cuando las cosas no son justas. El Rayo Vallecano es un club pequeño y con unos valores que se mezclan a la perfección con la vida de Vallecas, un barrio humilde y trabajador. «Él ha estado siempre identificado con la entidad y lo que representa. Le recuerdo a su Santiago del Estero natal. Y es una persona muy importante para un club que en 2024 será centenario. Que no es un club cualquiera», explica a Legal Sport Israel Herraiz, periodista de Radio MARCA y que lleva muchos años siguiendo al Rayo Vallecano.
El club madrileño está presidido desde 2011 por Raúl Martín Presa. Una figura que no ha dejado a nadie indiferente con sus decisiones. Muchas de ellas han levantado ampollas entre la afición, que le grita «Presa, vete ya» en diferentes momentos de los partidos en el Estadio Municipal de Vallecas. Y es la difícil gestión y convivencia con la forma de trabajar de Presa la que ha llevado a dejar la capitanía del club. «Trejo ha vivido una situación de desgaste. Cuando no recibía una llamada de un aficionado, era alguien de la cantera o un padre de alguna chica del femenino… Y se han solventado problemas reales, pero hay muchas otras cosas que no se han podido cambiar», relata Isra sobre la decisión del futbolista.
El argentino ha peleado para mejorar las condiciones de los empleados del club. Considera que no se reconoce el trabajo que hacen y que la propiedad no ha hecho ningún esfuerzo por mejorar las condiciones de los trabajadores que no son futbolistas. El ‘Chocota’ considera que ese personal del club es tan o más importante que los propios jugadores para el crecimiento de la entidad. Y después de muchas broncas y promesas incumplidas, ha decidido dejar de ser el capitán del primer equipo y centrarse en tener un buen rendimiento sobre el campo.
«Con este gesto está señalando claramente con el dedo. Y puede que lleve algo de información sobre su futuro. Trejo acaba contrato este año y hacer esto le deja en una situación complicada para negociar. Igual piensa en retirarse. Pero los valores de Trejo van mucho más allá de lo futbolístico. Y al final es como que ha tirado un poco la toalla, pero no. Porque la gente va a reaccionar a esto y es como una elección entre Trejo y Presa y el 99,9% de la masa social del Rayo se va a quedar con el jugador. Veremos cómo se gestiona esta renuncia», subraya el periodista.
🫂 Trejo, más que un capitán
Esta no es la primera vez que Trejo hace evidente su malestar con la gestión del club o que ha actuado en defensa de la entidad o de la afición. Por ejemplo, esta temporada luce en su camiseta las iniciales JP en memoria de Juan Pedro Navarro. El cambio de nomenclatura obedece a un bonito homenaje que el futbolista ha querido dar a este empleado del conjunto vallecano. Juan Pedro era el director de la cantera franjirroja y falleció de manera repentina el pasado 1 de julio.
Óscar Trejo, con las iniciales JP en su camiseta.
Otro caso en el que se ha visto a Trejo cargar contra la directiva del club es en la retirada de los abonos, donde se forman colas de muchas horas. El argentino siempre ha agradecido que la gente aguante jornadas maratonianas para poder tener su sitio en la grada. Asimismo, se ha posicionado a favor de los intereses del equipo femenino, al que el club ha desatendido sistemáticamente.
Pero Trejo va más allá. Se le ha visto también reivindicar que hay que apoyar más a la cantera, se ha posicionado a favor de los ‘Bukaneros’, la grada de ultras del Rayo, cuando se les prohibió a estos la entrada del material de animación o se ha fotografiado tomando cerveza con aficionados después de un partido. Y la de cosas que no han salido a la luz. El futbolista es uno más en el barrio.
Otro mensaje de Óscar Trejo criticando la gestión del club.
La unión de Trejo y la grada es total. El futbolista ha hecho saber a Presa en más de una ocasión las cosas en las que puede mejorar la entidad a nivel humano. Y muchas veces el resultado ha quedado en promesas incumplidas. Eso ha ido cargando al argentino que, pese a esta renuncia de la capitanía, mantiene su idea de retirarse vistiendo la camiseta del Rayo. No se descarta que pueda ser al final de esta temporada. «Ojalá tenga la intención de postularse como algo del club para desbancar a Presa. Pero es muy difícil. Aquí hay un máximo accionista y se acabó», resume Israel Herraiz. Después de tres cursos como capitán, el brazalete pasará a Óscar Valentín, seguido de Bebé, Falcao e Isi.
