Girona
Primera división

El Girona no tiene techo: ¿revelación o realidad?

Un equipo no funciona por haber ganado dos o tres partidos seguidos. El origen del éxito empieza mucho antes. En el día a día, en la preparación de los partidos, en la motivación, en las charlas previas y en las correcciones en directo. De que todo esto salga a la perfección en el Girona se ocupa Míchel Sánchez, su entrenador. El conjunto catalán se ha colado entre los grandes de la liga española. El invitado sorpresa a la fiesta. Con 56 puntos de 69 posibles, el Girona, en su mejor temporada histórica, está solo a dos puntos del Real Madrid peleando por el liderato de la liga.

«Girona 3 veces inmortal», «Haz historia» y un «53». Eso es lo que repetía el entrenador madrileño a sus futbolistas. Ya ha quedado obsoleto. Evidentemente, los catalanes seguirán el curso que viene en la máxima categoría, enlazando tres años consecutivos, y ya supera por tres unidades los 53 puntos que eran la barrera del equipo en la élite. A los blanquirrojos solo les queda seguir soñando con poder ganar el título de liga y asegura un puesto en la próxima edición de la Champions League.

El Girona, al ritmo de los mejores campeones de la historia

🤠 Paciencia y un modelo sin discusión

El Girona es un equipo que pretende crecer. Y lo quiere hacer con su idea. Porque en un juego como en el fútbol, donde la balanza se decanta por detalles, vivir identificado con un pensamiento hace que el grupo sea más fuerte ante los golpes y también que disfrute más en las celebraciones. En la plantilla blanquirroja se une el talento, que lo hay, y un dogma. El Girona respira valentía con su apuesta con el balón y las ganas de ser protagonistas. Una filosofía que hace que sea uno de los equipos más atractivos de ver de la liga.

 

No se espera menos de un club hermanado con el Manchester City y que también bebe de la influencia de Pep Guardiola. Ni la dolorosa salida de Oriol Romeu al Barcelona parece haber alterado los planes de Míchel. La solución ha sido mover a Aleix García a esa posición que combina organización y destrucción. El catalán fue uno de los jugadores que más ocasiones crearon la temporada pasada en la competición y este curso sigue rozando la excelencia cada fin de semana.

Pero también puede actuar en esa parcela el central David López o el recién llegado Jhon Solís, por el que el club ha hecho una apuesta. A eso se le une la posición de los laterales. Tanto Yan Couto como Miguel Gutiérrez pasan a actuar como centrocampistas cuando el Girona ataca. En defensa, Eric García, Juanpe, David López y Blind son los centrales más osados para dar salida al flujo ofensivo del equipo.

Todo mecanismo o procedimiento tiene su tiempo de cocción. Y en esto también gana el Girona. Y una de las claves del éxito gerundense es la paciencia en el proyecto y en la idea. En Primera, solo Diego Pablo Simeone, Jagoba Arrasate, Imanol Alguacil, Manuel Pellegrini y Carlo Ancelotti llevan más tiempo que el vallecano con los del noreste de Cataluña. La recompensa llegó con el ascenso en 2022,  la permanencia de la temporada pasada y el sueño de esta campaña.

🥳 Unas apuestas más que rentables

Cuando en un espacio hay armonía hace que todo el mundo trabaje hacia una misma dirección. Y dentro de ese trabajo, el Girona tiene muy claras sus intenciones respecto a los jugadores. Desde atrás se prefiere la clase que la contundencia, motivo por el cual esta temporada se ha apostado por Daley Blind en la defensa o se peleó hasta el final la cesión de Eric García. Con el talento de Aleix García, Yan Couto o Yangel Herrera en el centro del campo, las bandas son para el ucraniano Viktor Tsygankov y el brasileño Savinho. Dos jugadores eléctricos y desequilibrantes.

Viktor Tsygankov: la ‘ganga’ del mercado que ha pescado el Girona

Savinho, de 19 años y cedido del Troyes de la Segunda francesa, está siendo una de las revelaciones del inicio de campaña con su dinamismo por la banda izquierda. Tsygankov es otro jugador talentoso en la derecha; un extremo que le encanta moverse hacia adentro con su pie izquierdo y que tiene un último pase determinante. En 41 partidos con el Girona desde que llegó en enero ha dejado 7 goles y 9 asistencias.

 

Delante, el ucraniano conecta con el veterano Stuani, identificado desde hace años con el club y la ciudad, y con su compatriota Artem Dovbyk, autor de 14 dianas en liga y 5 asistencias. Además, en el último día del mercado se unió Portu, en un regreso que fue de lo más feliz con el gol de la victoria ante Las Palmas en Montilivi y en Balaídos, recientemente, contra el Celta.

El Girona fue uno de los dos equipos que marcaron y encajaron más de 50 goles la temporada pasada junto al Espanyol, que descendió. Lo gerundense quedaron décimos. Unos números que hablan de cómo es la filosofía de Míchel y su equipo. Y que no va a cambiar. Porque ese es el secreto de este valiente, moderno y fluido Girona. El creer en una idea y en utilizar todos los elementos de tu alrededor en llevarla a cabo.

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