Joven, con talento y fichado por el Real Madrid. La vida de Reinier Jesus Carvalho cambió en enero de 2020. Los blancos, siguiendo la política de fichajes liderada por Juni Calafat, se gastaron 30 millones de euros por el brasileño, calcando las operaciones de Vinícius y de Rodrygo. Sin embargo, la realidad ha sido bien distinta a la de los dos mencionados. Reinier dejó el Flamengo para subirse al transatlántico del Madrid. Los madridistas se adelantaron al Manchester City en la negociación. Pero en el fútbol hay que estar en el sitio y en el momento adecuado. Y el centrocampista ha estado lugar, pero quizá no en el tiempo idóneo para triunfar.
No se le puede tachar de tímido. Ha salido de Madrid para curtirse y demostrar su talento. Pese a esto, las lesiones y la falta de continuidad han hecho mella en el centrocampista ofensivo de Brasília. En su cuarta cesión, esta vez al Granada, el brasileño espera rescatar un punto de luz. Con las puertas del Real Madrid prácticamente cerradas, Reinier lo quiere hacer por orgullo. Casi como una última oportunidad.
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— Granada CF ❤️⚪️ (@GranadaCF) August 30, 2024
🥲 Reinier, mal paso por Alemania
Cuando llegó a Madrid en 2020 nadie se podía imaginar la truculenta progresión posterior del brasileño. Llegaba a la capital como uno de los jugadores con mayor proyección del mundo. Sin embargo, sin sitio en la primera plantilla blanca, en la que las plazas de extracomunitarios estaban ocupadas, fue al Castilla de Raúl para intentar darle impulso en su intento de subir a Segunda división. Y la pinta no era mala: dos goles y una asistencia en sus tres primeros partidos con el filial.
Pero entonces llegó el Covid-19 y se suspendió la Primera RFEF. De nuevo sin sitio en la primera plantilla blanca, decidió irse a Alemania el siguiente curso. Recaló en el Borussia Dortmund, un club que trabaja muy bien con los jóvenes talentos. También los de la casa blanca. Achraf se hizo un nombre en el Signal Iduna Park. No obstante, Lucien Favre, Edin Terzić y Marco Rose no le vieron la solidez como para triunfar en la élite alemana. En dos años, apenas jugó 738 minutos, marcando un gol y dando otro. No obstante, pudo ganar la medalla de oro con Brasil en Tokio 2021, pese a no tener un peso relevante en el equipo.
🤕 Tampoco encontró su hueco en España e Italia
Reinier regresó en 2022 a Valdebebas. El Madrid buscó un acomodo más sencillo para garantizarle minutos. En este punto apareció el Girona de Míchel. Un equipo en ascenso. Pero esa vez fueron las lesiones las que no le dejan progresar. Tras un inicio prometedor, jugando cinco de los primeros seis partidos de liga, sus problemas físicos, sobre todo musculares, le privaron de alcanzar su nivel óptimo. Después del Mundial de Catar, únicamente disputó 32 minutos, para acabar con algo más de protagonismo en el final de temporada, con una asistencia y un tanto en los dos últimos choques del campeonato. Además, el extraordinario rendimiento de Aleix García, la explosión de Rodrigo Riquelme y la llegada de Viktor Tsygankov, le cerraron las puertas. Acabó con 18 encuentros, con dos goles y una asistencia.
Su último episodio en el Frosinone italiano tampoco fue esclarecedora. Fue otra temporada de pura irregularidad. Y eso que empezó bien. En su estreno en la Serie A marcó un tanto, mientras que dos jornadas después repartió dos asistencias. Sin embargo, en los siguientes 19 encuentros de liga solo consiguió un tanto más. Finalmente, el Frosinone descendió a la Serie B. Desde el Santiago Bernabéu, han estado pendientes de todo. En el Real Madrid se esperaban un mayor rendimiento del jugador, que ya acumula su cuarta salida. Un carrusel de cesiones que recuerdan a las de Take Kubo o Martin Ødegaard, que han acabado saliendo del club blanco. Si no hay un cambio radical, ese parece ser el camino de Reinier que, de momento, sigue con el cartel de eterna promesa.