En un vibrante, épico y, por fortuna, histórico partido de cuartos de final de los Juegos Olímpicos de París 2024, la Selección española femenina se impuso a Colombia tras una tanda de penaltis que llegó después de empatar (2-2) en el ultimísimo minuto del tiempo reglamentario. Los goles de las veteranas Jenni Hermoso, que entró desde el banquillo, e Irene Paredes, que se erigió heroína cuando pudo terminar siendo villana por sus graves errores en los goles de Colombia, permitieron a España igualar el marcador y obrar el milagro que mantiene con vida, gracias al intangible espíritu de campeón del equipo español, el sueño olímpico.
🫀 El corazón de España va mucho más allá
España salió al campo con determinación y rápidamente generó la primera oportunidad del partido. Alexia Putellas filtró un excelente pase para Salma Paralluelo, quien, a la media vuelta, lanzó un zurdazo impresionante que fue detenido por la guardameta colombiana Tapia. Sin embargo, Colombia fue ganando confianza y no tardó en aprovechar un momento de confusión tras un choque entre dos jugadoras y Alexia. Leicy Santos envió un pase largo a Mayra Ramírez, que aceleró y se adelantó a una despistada Irene Paredes, mal perfilada, alejada, despistada y desconectada, para luego clavar la definición ante Cata Coll.
En la segunda mitad, España buscó cambiar el rumbo del partido. Aitana Bonmatí frustró, con su lentitud y redundancia, toda opción de España, que solo encontró en Mariona y Salma alguna vía para generar situaciones de área, en todo caso desbaratadas por la contundencia defensiva de las colombianas. De hecho, con España asumiendo más riesgos de los que podía soportar, llegó el segundo tanto de las cafeteras, obra de Leicy Santos. La jugadora del Real Madrid Linda Caicedo, que redondeó un partido fantástico, a la altura de su talento, desbarató la escasa presión española y trenzó un contraataque voraz que terminó en el punto de penalti, donde Irene Paredes volvió a ser verdugo de Cata Coll, con una acción defensiva intolerable.
Las estrellas de Colombia fueron cayendo fruto del cansancio. Las lesiones de Linda Caicedo y Mayra Ramírez, que fue la peor pesadilla de las defensas de ‘La Roja’, dieron aire a la zaga de Tomé. Ramírez, exdelantera del Sporting de Huelva y el Levante, ahora en el Chelsea, dio una exhibición jugando a los espacios, chocando, girándose y arrasando a toda española que intentó interponerse.
Pero llegó el momento de Jenni Hermoso. También de Alba Redondo, que fijó en el área a las defensas de Colombia, mientras que Salma jugó como lateral izquierdo, con Jenni en el balcón del área. Desde esa zona, la ’10’ estuvo cerca de marcar con un disparo desde fuera del área que rozó la escuadra antes de que el partido diese un giro crucial cuando Hermoso aprovechó una dejada de Salma y redujo las diferencias.
Ya a la desesperada, con varios sustos y mucha desesperación por las constantes pérdidas de tiempo de Colombia, en el último minuto del tiempo añadido, Irene Paredes desató la locura al empatar el encuentro con un remate que camufló cualquier error pasado, de nuevo a asistencia de Salma, que mejoró notablemente jugando por fuera, como extremo o lateral, y el partido se fue a la prórroga. El espíritu de campeón de España, así como el de su líder, Irene Paredes, nunca se quiebra.
🫡 ¡Irene Paredes al rescate!
La @SEFutbolFem nunca se rinde. La capitana rescata a España 🇪🇸 sobre la bocina para empatar a Colombia 🇨🇴, mandar el partido a la prórroga y mantener vivo el sueño en los #Olympics.#Paris2024 | #football | @Paris2024
— Legal Sport (@LegalSport_net) August 3, 2024
Durante la prórroga, ambos equipos mostraron signos evidentes de cansancio, pero las oportunidades continuaron sucediéndose, aunque esta vez sin acierto. El marcador no se movió y todo se decidió desde el punto de penalti. En la tanda de penaltis, España demostró su categoría. Mariona, Eva Navarro, Salma y Aitana no fallaron y situaron a ‘La Roja’ a las puertas de la medalla, a apenas dos pasos de cumplir por primera vez en la historia de la sección femenina el sueño olímpico. La mejor generación española de siempre quiere su oro.