A los 17 años, Kaylia Nemour ha logrado en los Juegos Olímpicos de París 2024 lo que nadie había hecho antes: ganar una medalla de oro en gimnasia para Argelia y para el continente africano. Se impuso con una puntuación de 15.700 puntos. Nemour ya había sido la mejor en la ronda de clasificación. Lo curioso del caso es que esta medalla podría haber sido para Francia, ya que la gimnasta nació en Saint-Benoît-la-Forêt. Sin embargo, un conflicto con la federación francesa la llevó a renunciar y empezó a competir con Argelia, país de procedencia de su padre. Un cambio que demuestra que su logro ha estado plagado de desafíos.
😕 Las presiones precipitaron su cambio a Argelia
Kaylia nació en Francia, en concreto en Saint-Benoît-la-Forêt, en el distrito de Chinon. Desde muy pequeña mostró un talento excepcional para la gimnasia. Compitió para Francia y su sueño era llegar a lo más alto. Durante su formación compartió entrenamientos con gimnastas de renombre como Mélanie de Jesús dos Santos y Marine Boyer, hoy figuras destacadas del equipo francés. Sin embargo, en 2021 su carrera sufrió un revés cuando, a los 14 años, tuvo que someterse a una operación de rodilla debido a una osteocondritis. La recuperación fue dura, pero para 2022 estaba lista para volver a entrenar y competir, contando con la aprobación de su médico personal. Sin embargo, una parte de su equipo no lo veía así.
Los médicos de la federación francesa de gimnasia se negaron a darle el visto bueno para competir, alegando que no estaba preparada. Nemour siempre ha afirmado que estos médicos nunca la vieron personalmente y que las razones de este bloqueo no tenían nada que ver con su salud. La realidad era que Kaylia, a su corta edad, ya era vista como una esperanza para los Juegos Olímpicos de París 2024. La federación quería que se trasladara al prestigioso INSEP (Institut National du Sportde l’Expertise et de la Performance) en París. Algo parecido al Centro de Alto Rendimiento que hay en Madrid. La federación gala la quería tener controlada. Sin embargo, Kaylia no estaba dispuesta a dejar su ciudad.
Kaylia Nemour en su centro de entrenamiento.
Estaba feliz con su gimnasio local, cerca de su casa, y con sus entrenadores, quienes la habían apoyado desde el principio. Sin embargo, la federación francesa no compartía su entusiasmo por estos entrenadores, y los sometió a una investigación por «control sobre menores» y «poner en peligro a otros». La investigación se alargó hasta finales del año pasado. Los entrenadores quedaron absueltos. No obstante, el daño estaba hecho. Le quitaron al club de Kaylia el estatus de centro de entrenamiento estatal, lo que significó la pérdida de financiamiento crucial. A pesar de estas presiones, la franco-argelina no cedió y apareció en el horizonte la doble nacionalidad.
🥇 Una decisión que vale un oro olímpico
Gracias a su padre, de origen argelino, Kaylia tenía la opción de representar al país africano. A pesar de los intentos de Francia por retenerla, la gimnasta logró obtener la autorización para cambiar de nacionalidad y competir para Argelia. Este cambio no fue solo un acto de rebeldía, sino una decisión estratégica que la catapultó hacia la cima. Esta decisión generó una enorme controversia. Hubo incluso una recogida de firmas en las redes para que la dejaran representar a Argelia. Además, se filtró que otras gimnastas habían tenido presiones similares compitiendo bajo el paraguas de la federación francesa.
Haylia Nemour en el podio con su medalla de oro.
Nemour ha demostrado tener una habilidad especial en las barras asimétricas, que tienen la rutina con mayor puntaje de dificultad del mundo. Obtuvo sin problemas la clasificación para los Juegos en los Campeonatos Africanos de Pretoria (Sudáfrica) y consiguió una plata en las asimétricas en el pasado Mundial de Amberes. Su dedicación y talento han culminado en una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París. Este logro no solo es histórico para Argelia, sino también para todo el continente africano que no había logrado nunca esta hazaña.
Mientras tanto, el equipo francés, que había obtenido el tercer puesto mundial, no logró clasificar a la final por equipos en París. Tampoco lograron meter gimnastas en la final all-around ni en las finales de aparatos. ¿Habría sido distinto con Kaylia en sus filas? Esta es lo que se pregunta toda Francia. Mientras su país de origen no ha estado a la altura, Nemour ha brillado con luz propia defendiendo a Argelia. «Lo he hecho por mí misma, por mis entrenadores y por mi familia», reconoció la gimnasta, desmarcándose de cualquier polémica. La gimnasia y Argelia suspiran por esta joven de 17 años que tiene mucho camino por recorrer y que espera marcar una época en las barras asimétricas.
