España hasta hace muy poco era un páramo en lo que se refiere a MMA, ya que si bien podían tener un nicho reducido de seguidores el número de practicantes era muy escaso, dentro de un contexto de declive generalizado de los deportes de lucha como el boxeo, del que cabría excluir las disciplinas olímpicas, por artes marciales como el taekwondo o el judo que siempre han sido una fuente de medallas.
Sin embargo, pese a la escasa tradición y estructura deportiva existente para la práctica de las artes marciales mixtas ha irrumpido de manera fulgurante una figura como la de Ilia Topuria, el peleador hispano-georgiano que con su título de la UFC ha impulsado el MMA en nuestro país. Además, a su estela han emergido otros peleadores como Joel Álvarez y Juan Espino, que ejemplifican el auge del fenómeno.
Topuria, alias el matador, se ha revelado como un luchador completísimo que conjuga las habilidades de lucha con las de boxeo, a lo que une un carisma que le ha ayudado a alcanzar una proyección internacional que trasciende nuestras fronteras, tal y como lo acreditan los más de 4,2 millones de seguidores que acumula en Instagram.
Impulso a las MMA en España
La entronización de Ilia Topuria como primer ganador español en la UFC ha supuesto, así pues, el aldabonazo que precisaban las artes marciales mixtas para despegar en nuestro país, en paralelo con lo que ocurre a nivel global, con decenas de millones de aficionados repartidos por todo el mundo, en un principio predominantemente en Estados Unidos donde arraigó desde mediados de los 90, mientras que Europa el desarrollo fue más paulatino, tanto por las reticencias iniciales del público como por los prejuicios de los legisladores a la hora de autorizar los combates de alto voltaje característicos de la disciplina.
Figuras altamente mediáticas como la del irlandés Conor McGregor contribuyeron a la expansión global de las MMA, incluyendo gran parte de Europa, del mismo modo que Topuria ha jugado ese rol en el caso concreto de España, donde la fiebre por las artes marciales mixtas se muestra desde en el creciente volumen de apuestas UFC que se realizan, hasta en el aumento del número de gimnasios que abren para forjar nuevos luchadores.
Asimismo, también resulta bastante significativo que haya en perspectiva la celebración del primer evento de la Ultimate Fighting Championship en nuestro país. De hecho Topuria, a la espera de lo que disponga la empresa organizadora, ya ha manifestado su deseo de que se celebre en el Bernabéu, con el punto de mira puesto en rebasar el récord de asistencia a un evento de la UFC, establecido en 57.000 personas en el Marvel Stadium de Melbourne. Algo que la organización pueden no ver con malos ojos, teniendo en cuenta que el peleador la noche que conquistó su título de peso pluma en Anaheim ante Alexander Volkanovski consiguió congregar a 2.500 aficionados en Alicante para seguir su combate por televisión.
De ahí también, que distintas promotoras estén organizando eventos de MMA en España, con varios luchadores que han emergido para el gran público a la estela de Ilia Topuria: Alberto Cerro León, Juan Espino, Joel Álvarez o Daniel Bárez, entre otros.
Para que todo esto sea posible, el pelador hispano-georgiano habría jugado un papel similar al que desempeñó en su momento Fernando Alonso para hacer la Fórmula 1 mainstream, en un país que siempre había mostrado predilección por las motos, a rebufo de sucesivas generaciones de campeones en las distintas cilindradas.
Desplazamiento del boxeo
El boxeo era la práctica pugilística de referencia en España hasta la irrupción de las MMA, y lo era por tradición y por accesibilidad, hasta el punto de que casi un 2% de la población española afirmaba haberlo practicado en un estudio de 2022.
Pero lo cierto es que ya antes de la irrupción de las artes marciales mixtas afrontaba un largo declive, cuyos primeros pasos resultan detectables desde hace tiempo, al menos desde la época de los triunfos de Poli Díaz y Javier Castillejo en los años 90. Algo de lo que supone un indicador bastante revelador su desaparición del radar de las secciones de deportes de los grandes diarios, incluso en las versiones digitales donde no hay problemas de espacio….
Faltaba una disciplina que conectase mejor con los más jóvenes, no necesariamente reacios a los deportes de lucha como lo acreditan los espectáculos organizados por streamers como Ibai Llanos o youtubers como Jordi Wild, cuyos eventos han tenido grandísimas audiencias.
Aunque, eso sí, faltaba el impulso de una figura del calibre de Ilia Topuria, que con su desempeñó en el octágono ha prendido la llama de las MMA en España con una fuerza que augura nuevos campeones, en volandas de una pasión multitudinaria con visos de perdurar muy a largo plazo.