var árbitro MKE Ankaragucu President Faruk Koca punches referee Halil Umut Meler
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La liga turca se reiniciará el día 19 marcada por la agresión de un presidente a un árbitro

Las imágenes han dado la vuelta al mundo. Al término del partido de la primera división turca jugado entre el MKE Ankaragücü y el Caykur Rizespor el pasado lunes, día 11, el presidente del primero, Faruk Koca, propinó un puñetazo al árbitro Halil Umut Meler. Este se desplomó al suelo, donde recibió a continuación varias patadas por parte de otras personas durante el tumulto que se originó a continuación.

Como consecuencia de las agresiones, el colegiado tuvo que ser trasladado a un hospital, donde se le apreció una fractura en torno al ojo izquierdo.

Al día siguiente, la Federación de Fútbol de Turquía emitió un comunicado de texto y tono inusualmente duros. En él, recogía, entre otras acusaciones, que “todos los que han atacado a los árbitros y fomentado los delitos contra ellos son cómplices de este crimen despreciable”.

Y apuntaba en él con claridad a quienes considera culpables: “las declaraciones irresponsables de presidentes de clubes, directivos, entrenadores y comentaristas de televisión dirigidas contra los árbitros han allanado el camino para este vil ataque”.

El texto terminaba con apenas una veintena de palabras para anunciar una medida asimismo inusual: “por decisión del Consejo de Administración de la Federación Turca de Fútbol, los partidos de todas las ligas han sido aplazados indefinidamente”.

Un alud de críticas

Ahora, la propia Federación ha anunciado que las competiciones se reiniciarán el próximo día 19, posiblemente satisfecha de que las reacciones al incidente hayan sido particularmente sonoras.

Entre ellas, hay que citar el aluvión de informaciones y manifestaciones de rechazo que se han producido en los medios de comunicación nacionales y extranjeros. También las disculpas que ha hecho públicas el agresor (un tanto matizadas, la verdad, pues inicialmente sostuvo que el puñetazo no había sido tan fuerte como para causar una fractura y que el árbitro “tardó en caer” varios segundos). Y, asimismo, las declaraciones de Pierluigi Collina, presidente de la Comisión Arbitral de la FIFA: «la violencia, el abuso verbal y físico contra los árbitros es un ‘cáncer’ que puede costarle la vida al fútbol».

Reacciones al más alto nivel

Pero, con ser todo ello de interés, lo más relevante es que el asunto llegó a las más altas instancias del Gobierno turco.

Por un lado, el ministro del Interior, Ali Yerlikaya, anunció la detención y entrada en prisión del presidente del Ankaragücü y de otras dos personas por «causar lesiones a un funcionario que estaba en el ejercicio de su trabajo» y violar la legislación nacional contra la violencia en el deporte.

A su vez, el titular de Justicia, Yilmaz Tunc, públicó una declaración en X-Twitter para informar de que el Ejecutivo turco está considerando la posibilidad de endurecer las normativa que se aplica para evitar la violencia en el deporte: «revisaremos las disposiciones penales (de la legislación actual) que se aplican para combatirla a fin de hacerlas aún más disuasorias”.

Y, de remate, el propio Presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, condenó públicamente la agresión.

Claro, que las reacciones de condena no han sido unánimes. Por ejemplo, el día 13 por la noche, cientos seguidores del Ankaragücü se juntaron ante las dependencias del club para gritar cánticos de aliento al agresor (“¡Eres el gran presidente Faruk Koca! / ¡Este hincha siempre te apoya!”) entre saltos y bengalas.

Sanciones inminentes

A pesar de la reacción de los fanáticos del club, parece que la intervención de autoridades y medios ha sido tan contundente, que el presidente de la Federación, Mehmet Buyukeksi, se siente lo suficientemente respaldado como para anunciar ahora el reinicio de la competición a partir del próximo día 19.

No obstante, ha advertido que esta misma semana se conocerán las sanciones a Faruk Koca y a su club. Y que la Federación mantendrá una actitud de “tolerancia cero” respecto de este tipo de incidentes: «lo que ocurrió tras el partido es totalmente inaceptable; no permitiremos más ataques ni más presiones desproporcionadas sobre nuestros árbitros».

Aunque en un primer momento se dijo que el Halili Umut Meler había decidido dejar el arbitraje, el presidente de la Federación aseguró que no era cierto y que el colegiado, que tiene categoría internacional, participará en la próxima Eurocopa de 2024 que se jugará el próximo verano en Alemania. Por de pronto, este ya ha sido dado de alta y ha abandonado el hospital.

Más complicado tendrá Faruk Koca para continuar con normalidad sus actividades, tanto deportivas como políticas. En efecto, no son menos importantes las segundas que las primeras, pues fue diputado nacional durante nueve años, militante del Partido de la Justicia y el Desarrollo (el mismo del Presidente Erdogan) y tenía aspiraciones a ser alcalde de Ankara.

Sin embargo, tras la agresión, ha dimitido como presidente del Ankaragücü, se enfrenta a sanciones penales y deportivas, y el Partido está tramitando su expulsión.

Dos aspectos curiosos

En todo caso, hay dos detalles colaterales en este incidente que llaman un poco la atención.

El primero es que Faruk Koca saltó al campo profundamente irritado porque el árbitro había expulsado a uno de sus jugadores en el minuto 50 y porque el rival había logrado el empate a uno, con el que acabó el encuentro, en el largo tiempo de prolongación de concedido por el colegiado.

Es decir, nada que no pase casi todos los fines de semana (y entre semana), por lo que no se entiende su violenta reacción, salvo que se tratara de un encuentro de vida o muerte (por supuesto, esto no la haría justificable, pero sí más inteligible).

Sin embargo, visto en la distancia, el partido era más bien intrascendente: la Liga turca no va ni por la mitad de la temporada, el MKE Ankaragücü y el Caykur Rizespor están en la zona media de la tabla (el primero es 11º de 20 clubes y el segundo es 8º) y el partido estaba lejos de ser un derbi local (más de 800 kilómetros separan Ankara de Rize)…

Paradójicamente, quizá por ello el incidente ha inquietado y llamado más la atención. Si esto ha ocurrido en un partido de baja intensidad de la muy apasionada liga turca, ¿qué les podría ocurrir a los árbitros en encuentros futuros más relevantes?

El segundo detalle, no precisamente menor, es que Faruk Koca recibió hace casi un año el Premio al Fair Play que la Federación turca concede a los Presidentes o Managers de sus clubes…

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