NOTTINGHAM FOREST VAR PREMIER LEAGUE
🚩 Sala VAR

El Nottingham Forest, el arbitraje en la Premier y la explosión de un problema latente

En Goodison Park estaba media permanencia en la Premier League. Everton y Nottingham Forest se enfrentaban para tratar de poner tierra de por medio con el descenso a cuatro jornadas del final. Con el Luton Town a menos de un partido de ambos, ganar era obligatorio. La tensión estaba por las nubes. Entonces, en lo que los toffees aseguraban los tres puntos con un 2-0 a favor, estalló todo. Lo hizo en tres ocasiones, tantas como las veces en las que el Forest reclamó penalti en el área contraria. Ni Stuart Attwell desde el VAR ni Anthony Taylor desde el verde lo vieron así. Por mucho que fuese predecible el enfado de los tricky trees, nadie podía ver lo que estaba por venir en la Premier.

«Son tres decisiones pésimas —tres penaltis no pitados— que sencillamente no podemos aceptar. Avisamos al PGMOL que el árbitro del VAR es aficionado del Luton antes del partido, pero no lo cambiaron. Nuestra paciencia ha sido puesta a prueba varias veces. La NFFC ahora considerará sus opciones», puso el Nottingham Forest en sus redes sociales. Inglaterra se dividió entre aquellos que los apoyaron y los que negaron la mayor por atacar a la integridad del colectivo arbitral. Pase lo que pase en la pelea por el descenso, la polémica ya está servida antes de que la Premier League 2023/2024 eche el cierre.

📺 El VAR en la Premier suma otra polémica más

La actuación del VAR en Goodison Park solo es la gota que colma el vaso en una temporada complicada para los árbitros en la Premier League. A las polémicas habituales, las que pasan todos los años, se han sumado varios fallos groseros que salen de una mala utilización de la tecnología. Por ejemplo, a Luis Díaz le anularon un gol legal en el Tottenham 2-1 Liverpool por un fuera de juego inexistente. Hasta el PGMOL —el equivalente al CTA en Inglaterra— tuvo que sacar un comunicado en el que admitía el error de Darren England desde la sala VOR. El problema de este último caso del Forest es que, para regocijo de los conspiranoicos, incluye a otros equipos de fútbol. Stuart Attwell, encargado del VAR en el partido, es aficionado del Luton Town, el tercero en discordia en la lucha por la salvación.

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El Nottingham Forest acabó desesperado con el arbitraje en Goodison Park.

Tal y como indicaron los de City Ground en su comunicado, pidieron a la PGMOL que cambiasen su designación para un encuentro tan importante para el futuro de su equipo en la Premier League. Mark Clattenburg, como asesor arbitral de los tricky trees, llegó incluso a reunirse con Howard Webb para forzar el cambio. No causó efecto, y ahí comenzó a cocerse el enfado del Nottingham Forest. Los penaltis no pitados solo fueron la confirmación de una supuesta conspiración en su contra. Por ello, en su comunicado en redes sociales señalaron a Stuart Attwell y su integridad. Este fue el punto que más discordia generó, pues leyendas como Gary Neville no estaban dispuestas a cruzar la línea del ataque personal.

Lo cierto es que el tema de las filias y las fobias de los colegiados siempre ha dado que hablar, y en la Premier League siguen un sistema que no ofrece demasiadas garantías. Mientras que en España se decide en función del colegio del que salga el árbitro, en Inglaterra preguntan directamente por el equipo del que son. Al registrarse, es al único conjunto al que no podrán pitar… pero sí podrán pitar a sus rivales directos. Una de las quejas del Nottingham Forest iba por aquí: en el PGMOL no solo deben tener en cuenta al equipo en cuestión, sino a los terceros que puedan influir en lo que le suceda. Irremediablemente, y aunque no sea el foco del problema, el mundo apunta a la integridad del cuerpo arbitral.

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💭​ ¿Cuál es la base del problema?

El problema del arbitraje en Inglaterra es, realmente, de nivel y de una incorrecta utilización de las herramientas. Y, además, tiene por encima una capa de hipocresía que no ayuda a solucionar nada. Sin ir más lejos de City Ground, los jugadores del Nottingham Forest agradecieron al VAR su presencia cuando se certificó su ascenso a la Premier League. Aquel día, salieron beneficiados y se bromeó al respecto, actitud diametralmente opuesta a la de estos días. Los clubes solo saltan cuando son perjudicados, como si solo señalasen el elefante en la habitación cuando les afecta directamente. No hay respuesta unánime de los equipos, sino acusaciones cruzadas que tienen un regusto a excusa ante las derrotas.

Así como en España, se forma un caldo de cultivo peligroso que enfanga la conversación. No se asimila el fallo como lo que es, sino como algo premeditado. El ambiente se crispa con facilidad en el banquillo, en la grada y en despacho. Por tanto, es imposible generar un debate mínimamente constructivo. Y, así, la Premier League va a polémica arbitral por semana. Con mayor o menor violencia, pero siempre hay algún episodio nuevo. A la espera de la más que posible sanción al Forest por parte de la FA, solo queda sentarse para observar como la (teóricamente) mejor liga del mundo se descompone en medio de una polémica interminable que mancha su excepcional producto.

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