DELITOS INCITACIÓN AL ODIO VINICIUS SARR
🧑‍🎓 Área jurídica

¿Cuáles son las consecuencias de los delitos de incitación al odio en el fútbol?

Las gradas del fútbol español viven un momento complicado. Los delitos de incitación al odio en los campos eran un elefante en la habitación del que nadie quería hablar, pero los últimos episodios han hecho que explotase la burbuja. Ya sea por racismo (casos como el de Vinícius está a la orden del día) o por el simple motivo de agredir verbalmente a un jugador (como el incidente que tuvo Íñigo Martínez con un aficionado), es innegable que esta problemática va en ascenso.  Irremediablemente, el debate se centra en la búsqueda de una solución, y este apunta a la ley. ¿Qué consecuencias tiene el cometer un delito de incitación al odio? ¿Qué debe cambiar para cortar de raíz el ambiente enrarecido de las gradas?

⚖️​ ¿Qué dice la ley?

Juan Ignacio Sanz Cabrejas, abogado penalista y fundador del despacho Sanz Cabrejas, señala que los delitos de incitación al odio tienen dos grados. Estos dependen del grado de difusión que tenga el mensaje. «No es lo mismo que un insulto contra un colectivo lo lance un político que lo haga una persona cualquiera desde su cuenta de X (Twitter)», explica. Las penas del grado más alto oscilarían entre uno y cuatro años de cárcel y su correspondiente multa; y entre seis meses y dos años de cárcel más la multa en el grado inferior. Generalmente, sería este último el que se castigaría dentro de los campos, pues los que ejercen estos delitos suelen ser ciudadanos anónimos.

El abuso racista a Cheikh Sarr y la sanción que indigna al Rayo Majadahonda: «No podemos tolerarlo»

Una vez identificado el delito de incitación al odio, queda demostrar que ha sucedido. En el caso de Cheikh Sarr, parece especialmente difícil obtener pruebas porque el estadio de Sestao River no tiene los medios que sí tienen los campos de Primera. Por ello, se corre el riesgo de que todo esto se quede en el choque de dos versiones contrapuestas en el juzgado. Sin embargo, Sanz Cabrejas insiste en que es muy improbable este supuesto. «No es cierto que haya pruebas. El portero del Rayo Majadahonda no señala a una persona con la que no tiene relación en medio de una grada porque sí», explica. De cara a evaluar lo sucedido, el juez tiene en cuenta la relación previa entre ambas partes. Además, la reacción de Cheikh Sarr es la lógica que tendría alguien que recibe insultos racistas. Siempre existen indicios para demostrar lo que sucedió.

🚫​ ¿Cómo pueden frenarse los delitos de incitación al odio en el fútbol?

Las consecuencias, por tanto, son claras para aquellos que incumplen la ley en la grada. Aun así, algo no funciona para que se sigan dando estas infracciones. Pese a que parezca que falta más dureza y ejemplaridad en la ley, Sanz Cabrejas aboga por un papel más activo de los propios equipos. «Más que los jugadores, tendrían que tener más responsabilidad los clubes a la hora de denunciar», comenta. No es lo mismo que la fuerza la haga un jugador que una institución entera, más aún si es el delito de incitación al odio sucede en su propio estadio. Además, podrían ayudar a crear un mejor clima mediante otro tipo de maniobras como controlar a sus grupos ultras. «Tengo amigos del Real Madrid, y me dicen que el clima es más sano en el Bernabéu desde que echaron a Ultras Sur», añade el abogado.

Vinícius racismo delitos de incitación al odio

Vinícius ha sido la diana de los delitos de incitación al odio en los últimos años, pero es algo que lleva mucho tiempo en el fútbol español.

Aparte, se ha hablado sobre posibles estrategias para ayudar a identificar a los que cometen delitos de incitación al odio en los estadios. Hacer las entradas nominativas suena bien para ello, ya que también ayudaría a frenar la reventa. Pese a que pueda parecer problemático para los clubes más pequeños, Sanz Cabrejas insiste en que es posible, además de que tendrían otras formas de lograrlo. «La policía puede identificar al infractor en cuanto cometa el delito», explica. Con ello, sería más fácil tener controlados aquellos que se pasan de la raya en las gradas.

Lo único bueno de todas esta racha de casos de abusos verbales en nuestro fútbol es que, después de tanto tiempo, se está generando una conversación en torno a los delitos de incitación al odio. Por mucho que sea doloroso, expone la complicada realidad de los estadios españoles. Con ello, se da el primer paso para avanzar y mejorar el clima en las gradas. Queda mucho camino por delante, eso sí. Al menos, y si todos los actores colaboran, la ley podrá actuar para que el trayecto se recorra de la mejor manera posible.

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