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Cronología de «la corrupción» en Turquía: ¿hasta dónde llegará la ira del Fenerbahçe?

El fútbol turco vuelve a acaparar portadas este mes de abril de 2024 tras la retirada del Fenerbahçe de la Supercopa nacional, la gota que ha colmado el vaso. No obstante, para contextualizar una tensión que viene de lejos; y para comprender el tira y afloja entre Galatasaray, el propio Fenerbahçe y la Federación turca, hace falta retroceder mucho más en el tiempo. Al menos, una década. Estas son las causas que han desembocado en el último escándalo que rodea al fútbol en Turquía, así como sus posibles consecuencias a partir de ahora.

🤷‍♂️ La indignación del Fenerbahçe

El principal problema para el histórico club de Estambul no es la fecha colocada a traición de la Supercopa, ni siquiera los altercados acontecidos el 17 de marzo de 2024 en Trebisonda después de la invasión de campo de los radicales del Trabzonspor, con agresiones a algunos jugadores del Fenerbahçe que se defendieron llegando a las manos. Evidentemente, la reacción de futbolistas como Egribayat, Oosterwelde, Osayi Samuel o Batshuayi no fue ejemplar, pero se entiende la situación como defensa propia y ninguno de ellos recibió una sanción de más de un partido. Sin embargo, al Trabzonspor le clausuraron el estadio durante seis encuentros por la batalla campal que se produjo.  

 

Lo que verdaderamente indigna al Fenerbahçe es «la conspiración que existe contra ellos», según alegan desde fuentes oficiales del club. Más grave que el incidente de Trebisonda fue lo sucedido en 2015, cuando el autobús del club fue atacado, con disparos procedentes de armas de fuego de por medio. Desde el Fenerbahçe culparon al Galatasaray y alegaron que su ataque estaba encubierto por una asociación terrorista. Acusaciones muy graves que muestran la guerra abierta entre los dos planteles más laureados del país y la tensión que rodea cada derbi.

¿Una muestra más de que «todo el mundo está contra ellos»? Desde el Fenerbahçe alegan también que el Galatasaray y la Federación Turca se inventaron el supuesto amaño de partidos que les costó una sanción de UEFA en 2013. A ellos y al Beşiktaş, tercer gigante de Estambul. «Continuaremos la lucha con toda intensidad» y «llevaremos el proceso a donde haga falta», indicó un comunicado en su momento.

Además, la versión que se vende desde los portales del Fenerbahçe es que, para ellos, no tiene sentido que lleven diez años sin ganar una liga, pese a varias malas planificaciones de plantilla y un rendimiento futbolístico muy bajo. Ellos lo achacan generalmente a los árbitros. «Esto es algo bastante frecuente del fútbol turco, buscar excusas populistas en vez de hacer autocrítica», explica Alejandro Parra, periodista especializado en fútbol turco. Y añade que «en su momento, Galatasaray y Besiktas también buscaron argumentos similares para echar balones fuera y tratar de justificar sus respectivas crisis».

Yıldırım Ali Koç Fenerbahçe

Yıldırım Ali Koç, presidente del Fenerbahçe, lleva la vez cantante en esta revuelta del club contra Galatasaray y la Federación Turca.

Alejandro apunta a Yıldırım Ali Koç como principal culpable de la revuelta actual de Fenerbahçe contra la liga y la federación local. Este es su propio presidente y uno de los hombres más ricos de Turquía, «viene de tirar la casa por la ventana para romper la mala racha con fichajes como los de Dušan Tadić, Edin Dzeko o Alexander Djiku, entre otros, y se ha topado con que el Galatasaray sigue a un nivel extraordinario. Ven que no van a poder ganar la liga tan fácilmente y desde que perdieron el liderato a manos de su gran rival, empezaron a cobrar fuerza estas teorías conspiranoicas. Yıldırım sabe que si se va sin este título, no podría volverse a presentar a la presidencia, que tal vez sea su objetivo por mucho que él sostenga que no repetirá como candidato», sostiene Alejandro, que agrega que desde Turquía se acusa al presidente de financiar a varios medios de comunicación para que se hable de esta teoría.

«De este modo se ha ganado a algunos aficionados del Fenerbahçe, que han pasado de pedir su dimisión a alabarlo y bautizarlo como ‘el salvador’ que ha alzado la voz contra una federación hipotéticamente corrupta«. Alejandro Parra apunta que desde que sigue el fútbol turco no ha visto tanta violencia y tantos altercados como los acontecidos esta temporada, por mucho que se caracterice por ser uno de los países más incendiarios de Europa en términos futbolísticos y de aficiones». La versión más extendida es que Fenerbahçe se ha sublevado por los malos arbitrajes, pero todo viene de mucho más atrás y tiene gato encerrado.

A modo de amenaza, Fenerbahçe convocó un referéndum no vinculante en la semana previa a la Supercopa, a la que acudieron más de 20.000 socios para conocer si sus hinchas querían abandonar la liga turca. Además, anunciaron que buscarán una federación extranjera que adopte al club en su competición doméstica, algo que resulta altamente improbable. Aunque hay ciertas excepciones de países que compiten dentro de las competiciones de otros, caso de algunos equipos de Andorra en España, de Canadá en Estados Unidos, de Gales en Inglaterra o de Liechtenstein en Suiza; todos ellos atienden a un tema geográfico y a las dificultades de países o sistemas futbolísticos pequeños como para establecer una liga profesional. No tiene nada que ver con la situación del Fenerbahçe en Turquía. Y esto sería un precedente peligroso en tiempos proclives a la creación de nuevas competiciones que traspasen fronteras.

🏆 Una Supercopa maldita

Tras el mencionado referéndum, el Fenerbahçe se ha plantado esta semana y se ha negado a disputar la Supercopa de Turquía. En la previa del partido ya alegaron que esta era una traba más de la persecución que sufren, al ubicarlo días antes de su eliminatoria de Conference League ante el Olympiacos, a sabiendas de que Galatasaray tenía un calendario mucho más desahogado, sin compromisos europeos. Se filtró que Fenerbahçe no iba a jugar, de hecho, y algunos pensaron que aquello no era más que otra pataleta. Finalmente, İsmail Kartal alineó un equipo plagado de suplentes y jugadores juveniles en señal de protesta, que abandonaron la cancha y se fueron a vestuarios al minuto de juego, cuando Mauro Icardi ya había marcado el 1-0 a favor del ‘Galata’.

 

Alejandro Parra señala como otro de los principales culpables a Mehmet Büyükekşi, presidente de la Federación Turca, quien «antepone los intereses económicos a la concordia, con el claro ejemplo de que quiso trasladar esta misma Supercopa a Arabia Saudí sabiendo que existen diferencias políticas y sociales insalvables entre ambos países». Por ello, se anuló la Supercopa en su fecha y sede original, después de que Fenerbahçe y Galatasaray se unieran, paradójicamente, para hacer que el encuentro que se iba a disputar en Riad se cancelase. Se anuló en el momento que Arabia Saudí prohibió interpretar el himno nacional turco, además de no permitir el acceso a los hinchas de estos equipos con camisetas de Mustafa Kemal Atatürk, el fundador de la República turca hace cien años.

El periodista añade que no le sorprendió esta decisión de Mehmet Büyükekşi, un tipo que ha cambiado al seleccionador de la Selección Turca de forma repentina por un calentón y que está acusado de recibir comisiones para que jugadores como por ejemplo Cenk Özkacar, defensa central del Valencia, acudan al combinado nacional absoluto. Son demasiados escándalos los que rodean a los presidentes de estamentos importantes en el fútbol turco, que además chocan entre sí.

🤔 ¿Y ahora qué?

El especialista en fútbol turco apunta que «no es posible cambiar de raíz los problemas futbolísticos que vive el país. El ambiente es cada vez más tóxico y no desaparecerá en los próximos 20 años. Esto va mucho más allá de Galatasaray o Fenerbahçe, es un problema social asociado al fútbol. Estoy seguro de que no van a castigar al Fenerbahçe de forma drástica para no echar más leña al fuego«. Eso sí, la UEFA ha reafirmado la sanción de dos partidos sin poder acudir como visitantes a los hinchas del Fenerbahçe, tras los altercados en la fase de grupos de la presente Conference League, con cánticos a favor de Putin, incluso, en el duelo ante en Dinamo Kiev.

Fenerbahçe afirma que no pretende disputar las próximas ediciones de la Copa de Turquía, en señal de ruptura total con la federación. Esa es la consecuencia más grande que Alejandro cree que se podría producir. «Es casi imposible que salgan de la liga turca. Solo existiría una ínfima posibilidad en caso de que el Galatasaray gane esta liga y armen una rabieta sin precedentes. También dudo que la UEFA intervenga y les sancione sin ir a Europa por lo que ha pasado hasta ahora, aunque, honestamente, creo que tarde o temprano esta situación puede desembocar en un asesinato o la muerte de alguna persona, y entonces la situación ya traspasaría todas las líneas rojas».

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