De Keylor Navas es común ver en las noticias sus paradas, sus sacadas de portería y sus salidas aéreas. Lo normal es observarlo con guantes, pantalones, licra y tacos… Pero difícilmente se le conoce otro aspecto de su vida más allá del deportivo.
Y es que el ahora nuevo portero del Newell’s Old Boys argentino e histórico de la selección de Costa Rica, y con gran pasado en el Real Madrid, se enfrenta a varios procesos con la Justicia en diferentes países a raíz de importantes denuncias que oscurecen sus gestas en el campo.
Keylor Navas, denuncias y escándalos en cada país
La realidad es que Keylor Navas, quien llegó a Argentina para jugar con el Newell’s, no lo está pasando bien en las últimas semanas. Tanto en lo deportivo como en lo personal, el portero nacido en Costa Rica está viviendo días complicados en un final de carrera en el que los escándalos por malos tratos y por incumplimiento de sus obligaciones como empleador.
De hecho, el que fuera jugador del Levante, Real Madrid o PSG, entre otros, ya ha sido condenado y en el pasado ha protagonizado situaciones sorprendentes que han sido recuperadas por el diario MARCA.
Su primera denuncia data de 2019. En esa ocasión, tanto Keylor Navas como su mujer fueron denunciados por un tema sobre la franquicia del sistema de electroestimulación Electro Body Center.
Reclamaciones, acusaciones de esclavitud e incumplimientos de contrato
Según las informaciones, aquel negocio no salió como Keylor Navas esperaba y se deshizo del mismo, dejando a los compradores con unos supuestos problemas técnicos que acabaron en los juzgados y con una reclamación de 150.000 dólares.
Posteriormente, cuando llegó a París, al París Saint-Germain, también tuvo inconvenientes. En el pasado verano fue denunciado por un trabajador que le acusó de tenerlo sin contrato y alojado en un sótano húmedo y sin ventanas.
Entre los detalles de la denuncia, se supo que el ex empleado trabajaba no menos de 60 horas semanales por un salario mensual de 3.200 euros. El pago por parte de Navas a este hombre del que no trascendió el nombre era en efectivo, fuera de todo el proceso legal de una contratación en Francia: exento de una declaración previa al empleo, ni pago de impuestos y de un expediente de nómina como trabajador formal de la residencia de la figura del fútbol en Costa Rica.
Condenado a pagar más de 250.000 euros
Sobre ese caso, la defensa de la víctima esgrimía lo siguiente: “Estamos en la frontera del derecho penal con hechos que, por mi parte, pueden considerarse rozando la esclavitud moderna“, explicaban, en donde se aportó un vídeo grabado en el que Keylor Navas le contestaba ante sus protestas que “aquí no trabajamos con las leyes francesas” y “sin contrato francés, te pago en efectivo, trabajamos según mis reglas“. Además, el que fuera empleado del jugador aseguró que lo obligaba a estar armado: “La misma arma que utilizaba en su casa por diversión”.