«La familia Pozzo está haciendo traspasos, contratos, tratos entre sus equipos Granada, Udinese y Watford (¡Dólares!)», rapeaba Midas Alonso en su tema viral ‘Brixton‘. Y lo cierto es que, mientras todo el mundo buscaba a Sturridge por la barra más conocida de la canción, el rapero madrileño mostró una realidad incómoda que ya estaba en manos de la justicia. La Fiscalía ha pedido 12 años de prisión para Gino Pozzo y Quique Pina por urdir una trama para lucrarse con el movimiento ilícito de jugadores. Dos de las caras más visibles del Granada de la década pasada están en el punto de mira.
El resurgimiento de Granada y la edad de oro del deporte nazarí
⚖️ La ‘Operación Líbero’ expone a los Pozzo
Pese a que ahora se ve más la multipropiedad en el fútbol, los Pozzo fueron sus máximos exponentes hace no demasiado. Controlaban el Watford, el Granada y el Udinese, formando un tridente por el que oscilaban los futbolistas. El que fichase por uno de esos clubes pasaba a jugar también para el resto. Por mucho que suene bien de cara al crecimiento del equipo, no es así para Hacienda. Es fácil que, dentro de ese intercambio constante de jugadores, los movimientos no se registren como se debe en la contabilidad. La Fiscalía Anticorrupción inició la ‘Operación Líbero’ para investigar los tejemanejes de la familia Pozzo en Granada.
Sus conclusiones apuntan en la dirección que se podía esperar. Desde unas «ansias de obtener dinero ilícito» hasta una «falta de cultura ética», la antigua propiedad del club nazarí ha quedado expuesta. El principal señalado es Gino Pozzo, señalado como cabecilla y al que se le exige una multa de 36,5 millones de euros. No tarda en aparecer el nombre de Quique Pina en la lista de afectados. El que fuera presidente del Granada entre 2009 y 2016 ya ha tenido problemas con la justicia española por razones similares, lo que le pone contra las cuerdas. A finales de 2022 fue condenado por evitar pagar más de 3 millones de euros a Hacienda durante su etapa como responsable del Ciudad de Murcia. Para evitar entrar en prisión, pactó con la Fiscalía. De cara a esta última investigación, no parece que vaya a correr la misma suerte.
La familia Pozzo llegó a Granada en 2009 y dio el pistoletazo de salida al meteórico ascenso del club.
❌ El «plan criminal» para hacerse con el control del Granada
La Fiscalía Anticorrupción ha expuesto el plan de los Pozzo para «hacerse con el control» del Granada. Llegaron en 2009 y tuvieron un ascenso meteórico hasta la Primera división, estableciéndose en la élite. Lo consiguieron mediante un complejo plan para generar plusvalías con los traspasos. A estos los enviaban artificialmente a Luxemburgo, y facilitaba que no se tributase en España. Luego, simulaban que no tenían dinero en la tesorería del Granada. Ahí aparece la compañía luxemburguesa Fifteen Securitisation, que les ofrecía financiación y les permitía acometer el fichaje de jugadores a cambio del 95% de su futuro traspaso a otros clubes.
Gracias a esta trama, Anticorrupción estima que no se pagaron 9,5 millones de euros a Hacienda durante 2013 y 2015. Además, hay varios fichajes que están bajo sospecha. No solo son los que se hacían entre Udinese y Granada, sino que hay otros como el de Guilherme Siqueira al Atlético de Madrid. Por ejemplo, el de Yacinne Brahimi al Porto fue de 9 millones, pero se registró como si hubiese dejado 6,5 en las arcas del club andaluz. En cosa de un lustro, el Granada había pasado de estar en el fútbol no profesional y ahogado por problemas económicos a protagonizar fichajes millonarios. Si se le suma todo este entramado de los Pozzo, era algo sospechoso para la Fiscalía.
La salida de Brahimi rumbo al Porto es una de las muchas que se han investigado.
📉 ¿En qué posición queda el Granada?
Mientras se le exigen multas altísimas a todos los implicados, el Granada no se ha librado. Así como a Quique Pina y demás de cooperadores de Gino Pozzo, el ministerio público solicita la condena del club como persona jurídica por tres delitos fiscales. Si se acaba dando, pagarían una multa de 27 millones de euros y estarían obligados a devolver el dinero que defraudaron con intereses. Pese a ello, están tranquilos en el Nuevo Estadio de los Cármenes. Los actuales dueños, Wuhan DDMC Football Club Management, han confirmado a El País que no tienen nada que ver. Las operaciones investigadas son anteriores a su llegada y no salpican a ningún dirigente actual.
De todas formas, el nombre del club ha quedado manchado. El cuento de hadas que protagonizaron y les ha asentado en el fútbol profesional ha tenido un final amargo. Nada podrá cambiar lo que vivieron, pero sí se verá distinto con la perspectiva del tiempo. Solamente la justicia podrá discernir hasta donde llegan las consecuencias de esta última trama de corrupción que golpea el fútbol español. Los principales responsables ya están en el punto de mira, y falta por ver si pactan con la Fiscalía o hay juicio. Aunque ya se atisba el final, queda mucha tela por cortar entre el Granada y la familia Pozzo.
