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Control de dopaje en el Mundial femenino: más de un test por jugadora y ninguna infracción

La FIFA está desarrollando en el Mundial femenino que se celebra en Australia y Nueva Zelanda el programa de control de dopaje más amplio que se ha aplicado hasta ahora en la historia de la competición.

Hasta el cierre de los cuartos de final, se han realizado en el marco del programa un total de 835 controles. Teniendo en cuenta que en el torneo compiten 736 futbolistas, esto equivale a decir que, cuando concluya, se habrá hecho largamente más de un test por jugadora.

Ningún positivo

En todo caso, lo más importante es obviamente que esos 835 controles no han detectado ningún caso positivo.

El programa supone, además, un incremento del 25% en los test por equipo respecto de los que se llevaron a cabo con ocasión del anterior Mundial femenino de Francia 2019.

De los 835 controles, 449 se ejecutaron antes del torneo y abarcaron a las 32 selecciones participantes. Los 386 restantes se han hecho durante la competición.

Los controles han producido un total de 1.711 muestras: 824 de orina, 415 de sangre, 409 de pasaporte sanguíneo y 63 de manchas de sangre seca.

Medidas numerosas y variadas

Todos los equipos participantes en el Mundial fueron sometidos a test antidopaje antes de la competición sin previo aviso. Una vez iniciada la competición, se han realizado pruebas tras la celebración de los partidos, así como en días sin partido.

En su realización, se ha tenido en cuenta un amplio abanico de criterios a fin de conseguir resultados realmente representativos y fiables. Entre ellos, se encuentran las lesiones sufridas previamente por las jugadoras, su historial de controles antidopaje, sus datos de rendimiento y las recomendaciones de la Unidad de Gestión de Pasaportes de Atletas (APMU) de la FIFA, que está integrada por expertos independientes.

El programa se ha puesto en práctica en coordinación con Sport Integrity Australia (SIA), Drug Free Sport New Zealand (DFSNZ) y la APMU para asegurar una revisión exhaustiva de los datos obtenidos con el fin de detectar posibles desviaciones que pudieran indicar el uso de drogas para mejorar el rendimiento.

Todas las muestras recogidas se analizaron en laboratorios acreditados por la Asociación Mundial Antidopaje (AMA) y la mayoría de los análisis se llevaron a cabo en el de Sidney (Australia).

Cabe señalar, por último, que a este programa de la FIFA hay que sumar las pruebas adicionales que han efectuado a lo largo del presente año las respectivas organizaciones nacionales antidopaje y las federaciones de las selecciones nacionales participantes en el torneo.

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