Dele Alli.
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Dele Alli y la otra cara del fútbol: adicciones, traumas, salud mental…

Cada cierto tiempo suelen salir nombres en el fútbol llamados a subir al olimpo de los elegidos. Futbolistas elegidos para marcar una época y reinar en el mundo del balompié. De nombres se mencionan cientos, pero lo cierto es que muy pocos llegan a consagrarse y a cumplir las expectativas depositadas. Lesiones, malos consejos, malas compañías o problemas emocionales suelen acabar con carreras que se preveían majestuosas. Un ejemplo de esto es el inglés Dele Alli.

Un jugador que de tener un valor de mercado de 100 millones de euros ha pasado a quedarse prácticamente sin apoyos a sus 27 años. Ahora, en una entrevista junto a Gary Neville que se puede seguir en el canal The Overlap en YouTube, el futbolista se ha sincerado. Reconoce que ha superado con rehabilitación una adicción a las pastillas para dormir, que fue abusado sexualmente cuando era pequeño y que traficó con drogas a los ocho años. Con 24, y jugando en el Tottenham, meditó retirarse. Ahora pertenece al Everton, aunque la temporada pasada estuvo cedido en el Besiktas turco.

Dele Alli es un ejemplo de que todo no vale en el fútbol y que la salud mental es importante para tener un buen rendimiento. El inglés representa la otra cara del deporte.

💫 Dele Alli, la gran esperanza del Tottenham

Nacido en Milton Keynes, a pocos kilómetros de Londres, un joven Dele Alli se formó y deslumbró en el MK Dons, club de su ciudad. Llegó a disputar la League One (Tercera división inglesa) con este equipo hasta que el Tottenham desembolsó seis millones de euros en 2015 para llevárselo. Dio el salto a la Premier League de la mano de Mauricio Pochettino con 19 años. El argentino fue más que un técnico para él.

Su estreno en la élite no pudo ser mejor: 10 goles y 11 asistencias. Unos números que mejoró en la siguiente campaña: 22 goles y 13 asistencias. Actuaciones que le colocaron como el futbolista favorito por la afición y para parte de medio planeta, incluso por encima de Harry Kane. En 2018, tras un nuevo curso con dobles dígitos, su caché subió hasta los 100 millones de euros con tan solo 22 años. Incluso jugó la final de la Champions League en 2019 contra el Liverpool en Madrid. Todo era el camino esperado para un jugador que prometía mucho. Pero en ese instante todo se rompió.

🤨 Mourinho ya lo captó antes que nadie

Sin una explicación aparente, el rendimiento y el protagonismo del centrocampista fue a menos. Tras la destitución de Pochettino, llegó el portugués José Mourinho. Nada más aterrizar, observó actitudes del centrocampista que no le gustaron. Y fiel a su filosofía, Mourinho le dijo lo que pensaba a la cara. Una charla grabada y que se hizo viral en redes sociales.

Palabras que sonaron vacías para el futbolista, que, poco a poco, fue aportando menos. Tras la salida de ‘Mou’, Ryan Mason y Nuno Espírito Santo se hicieron cargo del club hasta la última llegada de Antonio Conte en 2021. Todos han intentado, sin suerte, sacar la mejor versión de un jugador venido a menos.

«Recuerdo un día, recién levantado, me miré al espejo y me preguntaba si podría retirarme ahora mismo. Tenía 24 años y hacía lo que más me gustaba. Me dolió muchísimo. En esa época también salía mucho. Que se me entienda, yo amo el fútbol. Me ha salvado la vida. Pero no es tan sencillo como parece. Tienes dinero, puedes hacer muchas cosas… Mentalmente, la gente no lo entendería hasta que estás dentro», explica el inglés.

🥵 Salida de Londres y caída a los infiernos

A mitad de la temporada 2021-2022, Dele Alli se marchó gratis al Everton. Frank Lampard lo acogió en Goodison Park, pero tampoco encontró su sitio. 13 partidos para cero goles y asistencias. Sin hueco para tener muchos minutos, este verano se fue cedido al Besiktas con una opción de compra. Tampoco le ha ido demasiado bien en ‘Las Águilas’. Disputó 13 partidos y anotó 3 goles. Ahora está de vuelta en el Everton, donde tiene contrato hasta 2024.

Dele Alli.

Dele Alli en su etapa en el Besiktas turco.

Haciendo un análisis de los motivos de esta situación, solo el aspecto extradeportivo o mental pueden haber influido en este bajonazo. Las lesiones le han ido respetando, pero su cabeza no ha estado al 100% en el fútbol. Altibajos constantes. Ha estado seis semanas en Estados Unidos rehabilitándose. Intentando dejar las pastillas para dormir y hablando de sus problemas. El Everton, de momento, respeta su contrato y está al lado del jugador. Veremos si puede recuperar la brillantez que le hizo destacar hace no tanto.

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